De acuerdo con la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, tienen la consideración de Espacios Naturales Protegidos aquellos «espacios del territorio nacional, incluidas las aguas continentales y las aguas marítimas bajo soberanía o jurisdicción nacional, incluidas la zona económica exclusiva y la plataforma continental, que cumplan al menos uno de los requisitos siguientes y sean declarados como tales:
La Legislación estatal prevé cinco figuras de protección (Parques, Reservas Naturales, Áreas Marinas Protegidas, Monumentos Naturales, Paisajes Protegidos); la legislación autonómica relativa a la conservación de la naturaleza incrementa las denominaciones elevando la tipología de espacios naturales a más de 40.
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La Directiva de Hábitat 92/43/CEE obliga a todos los Estados Miembros de la Unión Europea a entregar una lista nacional de lugares de importancia comunitaria según sus Anexos, la cual, en sucesivas fases, se transformará a Lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y después en Zonas de Especial Conservación (ZEC). Tales ZEC, junto con las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), conforman la futura Red Natura 2000.
Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat en Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad. Es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea.
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De acuerdo con la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, tienen la consideración de áreas protegidas por instrumentos internacionales todos aquellos espacios naturales que sean formalmente designados de conformidad con lo dispuesto en los Convenios y Acuerdos internacionales de los que sea parte España y, en particular, los siguientes:
El régimen genérico de protección de estas áreas será el establecido en los correspondientes Convenios y Acuerdos internacionales.
La información oficial de cada una de las áreas protegidas por instrumentos internacionales existentes en España constará en el Inventario Español de Espacios Naturales Protegidos, Red Natura 2000 y Áreas protegidas por instrumentos internacionales, pendiente de instrumentación reglamentaria.
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Nombre | Figura de protección | Descripción |
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Sierra de los Ancares | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio situado en el extremo occidental de la cordillera Cantábrica. Importantes alineaciones montañosas en forma de arco constituyen su límite norte y occidental, con altitudes máximas de 1987 msnm en el Pico Cuiña. Estas elevaciones contrastan con los profundos fondos de valle, que en ocasiones se sitúan por debajo de los 800 m de altitud, y recorren todo el Espacio. El importante gradiente altitudinal condiciona la existencia de ambientes muy heterogéneos en el conjunto de un Espacio que presenta una evidente morfología glaciar y unos valores etnográficos de gran interés paisajístico.
La orogenia herciniana y más tarde alpina, junto al proceso de modelado glaciar, configuran este espacio como un conjunto de elevadas cumbres, con altitud entre 1.500 y 2.000 m, en el que una amplia red de fallas y fracturas ha favorecido la apertura de los valles, mientras que la acción del hielo ha dado lugar a profundos valles glaciares en forma de ?U?, circos y lagunas glaciares, y a depósitos morrénicos. Si bien la acción de los glaciares fue similar en los valles de ambas laderas de la sierra, fue superior en los valles orientales incluidos en el Espacio. Los materiales predominantes son las pizarras, areniscas y cuarcitas, aunque también se pueden encontrar calizas. Resulta notorio el contraste entre las cumbres talladas sobre duras cuarcitas y los valles encajados en terrenos pizarrosos.
En lo referente a las formaciones vegetales, destacan las grandes extensiones de matorral producto de un intenso uso del fuego con objeto de crear zonas de pasto, hoy abandonadas en gran medida. En zonas protegidas del fuego, de difícil acceso o mayor grado de humedad, aparecen valiosas masas boscosas: castañares, robledales albares, puntuales hayedos, abedulares, acebedas y tejedas. En zonas de carácter más mediterráneo y de menor altitud se pueden encontrar rebollares y pequeños encinares con madroño (Arbutus unedo). Una importante superficie del Espacio se encuentra ocupada por forestaciones de coníferas. En el piso subalpino, la etapa clímax es un matorral bajo y denso formado por enebro rastrero y arándanos, alternando con las crestas, los pastizales psicroxerófilos, cervunales y turberas. Roquedos, lagunas (incluye la laguna de El Miro) y prados de siega completan este mosaico de formaciones, aportando ambientes de menor extensión pero de gran riqueza florística y faunística. En los cursos fluviales como en los ríos Cúa y Ancares, pertenecientes a la cuenca del Sil, aparecen alisedas y saucedas, en ocasiones, bastante bien conservadas. Leer más
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Montes Aquilanos | Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio incluye las áreas más elevadas de esta extensa alineación montañosa situada en el suroeste de la provincia, en sentido noroeste-sureste, que incluye parte de los Montes de León (Montes Aquilanos y Sierra del Teleno) y que conforma de la división natural de las comarcas de la Cabrera, la Maragatería y el Bierzo. En él se alcanzan altitudes por encima de los 2000 metros y la morfología se caracteriza por laderas en general poco inclinadas. Geológicamente, el sector se caracteriza por un mayor dominio de los sustratos de naturaleza pizarrosa, con algunas introgresiones de calizas y dolomías paleozoicas, como ocurre en los Montes Aquilanos.
Las zonas más altas están cubiertas de pastizales y matorrales, y presentan algunos roquedos de gran entidad y canchales. Según se desciende en altitud, los pastizales y matorrales dominantes en las zonas más elevadas van dejando terreno progresivamente a formaciones arboladas como encinares de Quercus ilex subsp. ballota, robledales marcescentes de Quercus pyrenaica y castañares, siendo estos los bosques autóctonos más reseñables. En las laderas y las zonas bajas se encuentran también extensas forestaciones de coníferas. En los valles (que en algunos casos se sitúan por debajo de los 1.000 metros de altitud) pueden localizarse prados de siega, huertas y algunos cultivos.
Se incluyen además varios lugares concretos de interés como el Lago de Carucedo y la turbera de Xan de Llamas. En el Espacio destaca paisajísticamente por su belleza el entorno de Las Médulas, que consiste en una zona arcillosa con barrancos, cantiles y agudos cerros residuales resultado de un modelado derivado de la explotación minera de época romana. Paisajísticamente, el Espacio presenta alteraciones antrópicas derivadas de la recurrencia a lo largo de los años de grandes incendios forestales, junto con diversas actividades de minería (extracción de pizarra y caliza). Leer más
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Sierra de la Cabrera - ZEPA | Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio ubicado entre las provincias de León y Zamora, de las cuales constituye los límites suroeste y noreste, respectivamente, y que contacta con la provincia de Orense. La red hidrográfica del territorio se sitúa en el límite entre dos cuencas hidrográficas: la del Miño-Sil (río Cabrera) y del Duero (río Eria y río Tera). Predominan las pizarras cámbricas y las cuarcitas armoricanas (Ordovícico inferior), éstas últimas formando las máximas elevaciones.
Toda la Sierra de la Cabrera presenta una elevada singularidad geomorfológica como consecuencia de los plegamientos hercinianos y su posterior reajuste alpino, con distintas consecuencias morfológicas según se trate de su sector meridional o septentrional en función de sus distintos materiales. Así en el sector norte, el armazón de la Sierra, a base de pizarras y cuarcitas, provocó que la fisonomía de ésta sea aserrada y dentada, debido también a que la erosión fluvial, motivada por un nivel de base muy bajo (el Miño), erosionase intensamente la vieja penillanura, creando valles en ""U"" con elevada diferencia de cota.
El lago de Truchillas y el lago de la Baña son dos ejemplos de lagos glaciares de circo, testigos del glaciarismo que se desarrolló en esta zona durante diferentes fases del Cuaternario. El Lago de Truchillas se ubica en un circo rodeado de un anfiteatro de montañas, con una superficie de 0,04 km. cuadrados y de escaso fondo, se alimenta por algunos neveros de las partes más altas y por el arroyo de la Fuente de la Fermosina. Carece de morrena frontal, consecuencia de la ablación que la ha hecho desaparecer, revistiéndose sus escarpes de grandes bloques de cuarcitas, procedentes del derrumbamiento de sus paredes. Las laderas del valle de acceso (Valle del río Lago) están cubiertas de cantos de cuarcita, que forman el derrubio de las partes más altas de las montañas.
Respecto al Lago de la Baña es de destacar la diferencia de nivel, de más de 600 metros, entre las alturas de la penillanura (Peña Trevinca - 2.127 m.) y el Lago (1.380 m). Junto a ello los efectos del glaciarismo cuaternario dejaron aquí su huella: un circo perfecto, las superficies pulimentadas y rocas aborregadas, y sobre todo la gran morrena terminal que envuelve a modo de arco la cuenca del anfiteatro, constituida por grandes losas pizarrosas y bloques angulosos, hasta de 30 m., que presenta un muy buen estado de conservación gracias a que el desagüe del lago se produce subterráneamente por debajo de dicha morrena, siendo casi nulo el efecto de ablación. El Lago es de escasa profundidad y superficie aproximada de 0,075 kilómetros cuadrados, aunque antiguamente debió ocupar todo el fondo del circo, pues éste se encuentra en gran parte cegado por sedimentos que constituyen hoy algunas praderas. Destaca también La Laguna, masa de agua de escasa superficie que está situada aguas abajo del Lago y se alimenta de su desagüe.
El paisaje vegetal se encuentra condicionado por las frecuentes quemas para obtener zonas de pasto, lo que da lugar a la dominancia de los matorrales en sus laderas (brezales y piornales), aunque hay buenas representaciones en zonas de umbría y cursos de agua de bosque caducifolio (melojares y algún abedular) y amplias superficies procedentes de repoblación con coníferas, éstas últimas especialmente abundantes en el tercio más oriental del Espacio. Completan este paisaje silíceo, la vegetación anfibia lacustre y las comunidades fontinales de alta montaña, los cauces de agua con sus bosques de ribera (alisedas y saucedas arbustivas) y los pedregales y canchales asociados bien a los bosques o bien a las zonas de gran altitud donde comparten espacio con enebrales rastreros y vegetación quionófila y turbícola. Leer más
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Valle de San Emiliano | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio situado en el extremo norte de la provincia de León, de elevado contraste desde el punto de vista geomorfológico, ecológico y paisajístico. El relieve varía desde las abruptas siluetas y elevadas altitudes de Peña Ubiña, el Alto de la Cañada, los Picos Albos o Peña Orniz, hasta las suaves y amplias vegas de los ríos caracterizadas por ricos prados, especialmente en el valle del río Luna. Se conservan en este Espacio numerosos rasgos morfológicos de origen glaciar (circos, morrenas laterales y frontales, horns o valles en artesa) y muestras de actuación de procesos kársticos debido a la relativa abundancia de formaciones carbonatadas (dolinas, uvalas, etc.), destacando los paredones rocosos calizos como uno de los elementos más llamativos y espectaculares del paisaje de la zona. Resulta destacable, además, la existencia de lagunas de origen glaciar y de ambientes higroturbosos. Entre ellas destacan la laguna de Las Verdes, las lagunas de La Mata, la laguna Grande, la laguna Lago y las turberas de La Fuente de La Bruja, de La Cueta y del Puerto de Somiedo. Además, la intensa actividad ganadera (con importante tradición trashumante y trasterminante) ha dejado su impronta en un territorio altamente manejado por el hombre, recorrido por numerosas vías pecuarias, pero que conserva una excelente calidad paisajística.
El rasgo fundamental de la vegetación viene dado por el hecho de ser un punto de confluencia entre la vegetación atlántica y la mediterránea. Dentro de la zona delimitada se dan buenos ejemplos de ambos tipos de vegetación, pues la vegetación del norte del Espacio, típicamente atlántica, contrasta con los valles meridionales, en los que se aprecia un cierto grado de mediterraneidad, como demuestra la presencia de sabinares, junto con otros taxones propios de la región mediterránea. La existencia del sabinar constituye, sin duda, la característica más peculiar de la zona, pues esta formación, reliquia del Terciario, alcanza aquí el límite occidental de su área de distribución en Europa. En las zonas típicamente atlánticas la vegetación arbórea está dominada por los bosques caducifolios de roble, principalmente de roble albar, aunque son frecuentes, en la vertiente meridional, las formas híbridas con el melojo y el carballo. Puntualmente, en los enclaves septentrionales y de elevada humedad, aparecen formaciones de haya. Avellanares y abedulares completan, a grandes rasgos, el mosaico arbóreo. Pastos y prados ocupan sus ricos valles, acompañando a las variadas representaciones de la vegetación de ribera. Leer más
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Hoces de Vegacervera | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Situado al norte de la provincia de León, cuenta, en sus poco más de 5.000 ha, con notables valores naturales, destacando los geológicos y geomorfológicos especialmente ligados a la acción modeladora del río Torío sobre la litología caliza que atraviesa. Se trata de una zona predominantemente montañosa, con altitudes que superan los 2.000 m en el caso del Pico Correcillas y un relieve en general bastante acusado, salvo en aquellas pequeñas áreas donde se ensancha un poco la vega de los ríos (zonas de Gete y de Vegacervera).
El río Torío al atravesar un bloque de litología consolidada, formado sobre calizas mesozoicas, ha labrado una espectacular y angosta incisión, de cerca de 500 m de profundidad y una anchura que en la base no sobrepasa los 15 m, presentando los fenómenos normales asociados a los procesos de disolución superficial del material calcáreo (marmitas de gigante, torcas, dolinas, sumideros,?). Todo el bloque calizo presenta dichos procesos de disolución, dándose en profundidad toda la gama de formaciones subterráneas propia de estos ambientes kársticos, entre las que cabe destacar la ?Cueva de Valporquero? que se encuentra abierta al público en su primer nivel.
Como consecuencia de la complejidad topográfica, litológica, geomorfológica y climática, se origina una variada cubierta vegetal, compuesta por hayedos, avellanares, pastizales y matorrales sobre zonas de naturaleza caliza, y por pequeños bosques de roble, haya y abedul junto con cuantiosos piornales, pastizales y brezales en las zonas de naturaleza silícea. En ambas zonas encontramos paredones rocosos, pedregales y canchales Leer más
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Sierra de la Encina de la Lastra | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La sierra de la Encina de la Lastra es una gran dolomía paleozoica (de naturaleza caliza), aislada en un entorno netamente silíceo, entre las provincias de León y Orense. Se sitúa en el piso mesomediterráneo y apenas sobrepasa los 900 metros altitud. La topografía escarpada del cañón y los cortados calizos atravesados por el río Sil contrastan con la masa de agua del embalse de Peñarrubia situado aguas abajo y las manchas de vegetación acidófila y calcícola.
La vegetación dominante son los castañares, encinares y melojares mediterráneos, que junto con la vegetación riparia conforman el estrato arbóreo, apareciendo también madroños (Arbutus unedo) como especie accesoria. Sin embrago, el mayor valor florístico del enclave lo constituyen los escasos afloramientos rocosos de dolomías calcáreas que albergan endemismos de área reducida, algunos de ellos protegidos o amenazados. Se mantienen algunos cultivos marginales en los fondos de valle. Es destacable la presencia de cuevas que acogen una gran importancia para comunidades de quirópteros cavernícolas. Leer más
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Montaña Central de Leon | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio de montaña de grandes contrastes que cuenta con una interesante complejidad litológica donde se alternan sustratos calcáreos y silíceos, en el que predomina un relieve acusado, -pero donde también tienen cabidas excepcionales y amplios valles - que conserva rasgos morfológicos de origen glaciar y muestras de procesos kársticas. Este Espacio se caracteriza asimismo, por su importante grado de fragmentación, como consecuencia de la presencia de un importante corredor de infraestructuras de transporte y de los usos que se desarrollan sobre el Espacio, estando segregado en dos sectores discontinuos a causa de la presencia de la Estación de Esquí de San Isidro.
La clara dominancia de las formaciones de matorral y de pastizal es el resultado de la intensa actividad ganadera extensiva ligada al uso del fuego, que presenta hoy un considerable grado de abandono o de cambio de manejo. La escasa representación de la vegetación arbórea corresponde en las zonas calizas con hayedos, sabinares, quejigares, encinares o avellanares, mientras que en las zonas de naturaleza silícea aparecen robledales, hayedos y abedulares. Es importante también señalar la presencia de amplias superficies de forestaciones de coníferas. Hábitats rocosos y de turbera completan un paisaje en el que encuentran su nacimiento los ríos Bernesga, Torío y Curueño. Leer más
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Riberas del Rio Orbigo y afluentes | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El Espacio incluye varios tramos fluviales de la subcuenca del río Órbigo, en concreto, dos tramos del río Órbigo- uno en cabecera y otro en su confluencia con el río Esla-, dos tramos del río Eria, un tramo del río Duerna, un tramo del río Omaña y el arroyo Serranos.
En los tramos próximos a las cabeceras el bosque aluvial está representado por la aliseda, en determinados enclaves con un cierto desarrollo y estructura. En los demás tramos son los sotos naturales de álamos y sauces blancos, además de las choperas y saucedas arbustivas, los que tienen una ocupación territorial más significativa, sobre todo en las zonas de caudal permanente. Asimismo, es importante la existencia de pequeños humedales y zonas empradizas de herbazales, a veces entre fresnedas, ligados a las orillas del cauce en brazos divagantes y a las vaguadas de inundación. En determinados enclaves estas zonas desempeñan una importante función conectiva con la vegetación zonal natural en los fondos de valles y páramos. También se pueden encontrar tramos en los que la pendiente permite la existencia de hábitats muy dinámicos con acarreos de gravas y formación de islas.
En los tramos medios y bajos, además, las vegas y orillas de los cauces están alterados en gran medida por las canalizaciones y otras obras de control hidráulico, la ocupación de la vega por los cultivos de regadío y sobre todo por la intrusión de las choperas de producción en el cauce de la llanura de inundación, existiendo una gran presión lateral sobre las riberas, de manera que el desarrollo transversal del bosque ribereño natural se encuentra limitado. Leer más
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Riberas del Rio Sil y afluentes | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El Espacio incluye varios tramos fluviales de la subcuenca del río Sil, en concreto, un tramo del río Sil a su salida de la provincia de León, las riberas de un afluente suyo por la margen derecha, el río Selmo, y el río Gestoso. Nos encontramos ante una zona poco poblada, que contrasta con la cercana cuenca del Bierzo. En este tramo el río Sil discurre por una amplia vega aprovechada para cultivo, antes de encañonarse al atravesar las dolomías de la sierra de la Encina de la Lastra. El río Selmo discurre por un valle más angosto. En sus márgenes encontramos alisedas y choperas, así como castañares, más alejados del cauce.
La estructura fundamental del Espacio está integrada básicamente por el bosque de galería de alisos y sotos de chopos y sauces blancos, acompañados por prados de inundación instalados en suelos turbosos en algunas vegas, que en los enclaves más térmicos están acompañados por fresnedas (5%); así como en los nacientes por formaciones arbustivas de sauces y abedules. También existen tramos de cursos fluviales de caudal permanente pero irregular que forman importantes depósitos aluviales y otros de flujo intermitentes dominados por vegetación macrofítica sumergida. La orla externa de las estrechas riberas entra en contacto directo con la vegetación zonal representada por robledales galaico-portugueses de roble melojo y carballo, con bosquetes de castaños en las orientaciones más protegidas de las vegas y laderas; estando el resto del territorio dominado por los brezales secos y los roquedos, cantiles y pendientes con vegetación casmofítica.
El ecosistema del río Sil dentro del Espacio está condicionado por la ocupación masiva de la vega para la producción forestal de especies de turno corto (chopos americanos); por lo que el cauce principal presenta un bosque de galería lineal de alisos y sauces, relíctico y discontinuo, sin apenas desarrollo lateral; a excepción de los cauces meandriformes abandonados que no han sido aprovechados para la populicultura. En las zonas angostas de los valles de los principales tributarios, el bosque ribereño apenas tiene dimensión lateral de forma natural, mientras que en las zonas donde la vega se ensancha existe una potente aliseda con un buen desarrollo lateral si bien la continuidad del cauce se ve comprometida por la sucesión de azudes tradicionales y por la ocupación de los suelos de vega para cultivos de chopos. Leer más
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Riberas del Rio Esla y afluentes | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio fluvial localizado en las provincias de León y Zamora que incluye varios tramos no continuos de la subcuenca del río Esla. Concretamente, dos tramos del río Esla? uno en cabecera y otro en el curso medio- y dos tramos del río Bernesga? en cabecera y en su confluencia con el Esla.
Se trata de un Espacio de cauces fundamentalmente de tramos medios y bajos, en algunos casos de flujo intermitente, en los que los aportes desde la cabecera, la ocupación de las fértiles vegas y las fuertes demandas sobre el freático condicionan la ecología del ecosistema fluvial. Resulta destacable la presencia de sotos naturales de álamos y sauces blancos que tienen una ocupación territorial significativa en las zonas de caudal permanente, estando configurada el resto de la vegetación de galería por choperas y saucedas.
Asimismo, existen pequeños humedales ligados a las orillas del cauce en zonas de canal trenzado y brazos divagantes del río, así como tramos en los que la pendiente permite la existencia de hábitats muy dinámicos con acarreos de gravas y formación de islas. En la vega de inundación existe una gran presión lateral de las choperas de producción sobre las riberas y en algunas zonas aparecen cauces canalizados (escolleras, gaviones, etc.) bordeados por cultivos agrícolas, lo que conlleva que apenas existan zonas de herbazales de transición con la vegetación natural zonal, mayoritariamente constituida por encinares, o las zonas de tesos de las parameras. En determinados enclaves esta función conectiva es asumida por fresnedas mediterráneas de escaso desarrollo y densidad. Leer más
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Montes Aquilanos y Sierra de Teleno | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio incluye las áreas más elevadas de esta extensa alineación montañosa situada en el suroeste de la provincia, en sentido noroeste-sureste, que incluye parte de los Montes de León (Montes Aquilanos y Sierra del Teleno) y que conforma de la división natural de las comarcas de la Cabrera, la Maragatería y el Bierzo. En él se alcanzan altitudes por encima de los 2000 metros y la morfología se caracteriza por laderas en general poco inclinadas. Geológicamente, el sector se caracteriza por un mayor dominio de los sustratos de naturaleza pizarrosa, con algunas introgresiones de calizas y dolomías paleozoicas, como ocurre en los Montes Aquilanos.
Las zonas más altas están cubiertas de pastizales y matorrales, y presentan algunos roquedos de gran entidad y canchales. Según se desciende en altitud, los pastizales y matorrales dominantes en las zonas más elevadas van dejando terreno progresivamente a formaciones arboladas como encinares de Quercus ilex subsp. ballota, robledales marcescentes de Quercus pyrenaica y castañares, siendo estos los bosques autóctonos más reseñables. En las laderas y las zonas bajas se encuentran también extensas forestaciones de coníferas. En los valles (que en algunos casos se sitúan por debajo de los 1.000 metros de altitud) pueden localizarse prados de siega, huertas y algunos cultivos.
Se incluyen además varios lugares concretos de interés como el Lago de Carucedo y la turbera de Xan de Llamas. En el Espacio destaca paisajísticamente por su belleza el entorno de Las Médulas, que consiste en una zona arcillosa con barrancos, cantiles y agudos cerros residuales resultado de un modelado derivado de la explotación minera de época romana. Paisajísticamente, el Espacio presenta alteraciones antrópicas derivadas de la recurrencia a lo largo de los años de grandes incendios forestales, junto con diversas actividades de minería (extracción de pizarra y caliza). Leer más
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Rebollares del Cea | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este espacio se encuentra ubicado al este de la provincia de León, y está formado por dos grandes masas forestales situadas en los páramos detríticos ácidos de ambos lados del río Cea. Se trata de una de las representaciones europeas más características de bosques de Quercus pyrenaica, que tapizan las laderas que caen desde las áreas de páramo, con una altitud media de 1.000 m, hacia los valles del Cea (mayoritariamente), Esla y Valderaduey. En determinados enclaves hay presencia o dominancia local de otros robles, como Quercus petraea al sur del monte de Riocamba, diversos híbridos o las formas intermedias descritas como Quercus pauciradiata en las proximidades de Llamas de Rueda.
La mayor parte de la superficie de robledal es joven o de edad intermedia y gran espesura, a menudo monoespecíficas y de estructura homogénea, provenientes de colonización relativamente reciente sobre cultivos abandonados o de la recuperación de matas tradicionalmente dedicadas a la extracción de leñas por matarrasa. No obstante, se mantienen representaciones muy relevantes de robledales maduros en estructuras abiertas de tipo silvopastoral, resultantes de antiguas dehesas o de áreas acotadas desde hace siglos al uso común, que se denominan "cotas" en la comarca, cabiendo destacar la denominada "Cota de Almanza".
En algunas zonas, sobre todo del sector sudoriental, existen pinares procedentes de antiguas forestaciones, también de mediana edad y estado de espesura, que se van mostrando capaces de regenerarse de forma natural y en cuyo seno los robles y otras especies comienzan a instalarse, favorecidos por los procesos de aclareo de las masas. Entre unas y otras formaciones, la cobertura arbolada del Espacio es casi total, aunque se mantienen en algunas zonas pequeñas superficies de cultivos marginales, zonas húmedas o manchas de pastizal con matorrales intercalados que aportan diversidad al conjunto. Leer más
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Lagunas de los Oteros | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este Espacio se incluye en el sector leonés de la comarca de Tierra de Campos, al sureste de la provincia León. Se ubica entre las vegas de los ríos Esla y Cea, caracterizándose por una alternancia entre grandes zonas llanas cultivadas, mayoritariamente de cereal de secano, y pequeñas colinas elevadas sobre el resto del paisaje, donde todavía se localizan zonas de paramera, matorral y algún encinar y quejigar, generalmente degradados. Varios arroyos cruzan toda el área, formando pastizales y herbazales naturales o cultivados. Lo más destacable es un rosario de pequeñas lagunas esteparias estacionales.
Este Espacio se encuadra en la extensa comarca natural de Tierra de Campos, y dentro de ella en la comarca de los Oteros. Se trata de una zona de terrazas fluviales elevada con respecto a las vegas de los ríos Esla (al oeste) y Cea (al este), con una gran zona plana central y pequeñas pendientes hacia la periferia y hacia los pequeños arroyos que discurren por el interior de norte a sur, que son el arroyo Corcos, el arroyo del Valle y el arroyo de la Reguera de Corrales. El paisaje del Espacio se caracteriza, por tanto, por una alternancia entre grandes zonas llanas dedicadas mayoritariamente al cultivo de cereal de secano (con alguna forestación de coníferas) y pequeños oteros o cerros testigo (restos de antiguos páramos), en los que se encuentran, tanto en su paramera como en las cuestas, pastizales, matorrales y algún encinar y quejigar, generalmente degradados.
Rompiendo la tónica general del paisaje aparecen vaguadas formadas por pequeños arroyos con juncales y praderas, cultivos de chopos y pequeñas lagunas, charcas o lagunillas, con aguas permanentes o temporales, siendo los medios más característicos del Espacio. Por tanto, nos estamos refiriendo a un paisaje mesetario de pseudoestepa cerealista en el que los ecosistemas ligados al medio acuático resultan de gran valor ecológico, tanto por su escasez relativa, como por su posición en el entramado paisajístico, constituyendo verdaderas islas de biodiversidad. Entre estas zonas húmedas, destacan la laguna Cifuentes, La Segoviana, la laguna Grande de Valverde Enrique; la laguna Linos o la laguna de los Adobes, por su importancia para el mantenimiento de algunos hábitats y especies de flora. Se trata de lagunas endorreicas, generalmente temporales y con fuertes oscilaciones estacionales de agua que aparecen en el nivel inferior de la unidad geológica denominada Borde Norte de la Cuenca Terciaria del Duero, entre los ríos Esla y Cea, coincidiendo con una red fluvial de escasa competencia, sobre amplias terrazas cuaternarias medias y altas, escalonadas, de poca pendiente, muy desarrolladas y bien conservadas, con abundante material arcilloso, que recubren los materiales terciarios compuestos por gravas y cantos en una matriz arenosa-limosa, con carbonatos y una porción importante de arcillas que impiden la percolación en profundidad de las aguas superficiales. A esta escasa pendiente y marcado hidromorfismo de los terrenos se une una escorrentía superficial caracterizada por arroyos estacionales con escasa capacidad de incisión y transporte. Leer más
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Omaña | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Situado en el noroeste de la provincia de León, este Espacio se caracteriza por un paisaje abrupto donde conviven el modelado glaciar y fluvial y en el que están presentes tanto sierras, con picos que superan los 2.000 m y que delimitan este espacio al oeste y al suroeste, como profundos valles asociados básicamente al río Omañas y a su tributario, el río Vallegordo. En las zonas más altas se intercalan pastizales de montaña y matorrales rastreros. En las vertientes de umbría de los principales valles aparecen manchas de bosques entre los que destacan los más extensos abedulares de la cordillera Cantábrica, mientras que el resto del territorio está dominado por melojares, en general, fuertemente explotados y por brezales y escobonales, resultado de fuegos continuados o del abandono de cultivos de centeno.
En menor medida se desarrollan los pastizales (de muy distinta composición según el grado de manejo y la altura) y otras formaciones boscosas como los hayedos, pinares, robledales albares, acebedas (como pequeños rodales dentro de otros bosques o formando masas por si solos de gran valor y con un sotobosque distinto al de las masas con las que contacta), y avellanares (que aparecen de modo puntual en contacto con robledales).
En los fondos de valle destacan los prados de siega, ricos en elementos de importancia en la conectividad ecológica como las sebes, persistiendo tramos fluviales con notables bosques de ribera, principalmente alisedas. En los valles encajados de alta montaña las saucedas ocupan los bordes de los cursos fluviales y torrenteras. En este territorio es destacable la fuerte participación de los abedules en los bosques riparios. Aparecen también en los fondos de valle, aunque escasamente, plantaciones de chopos. De forma más puntual, asociados a los arroyos y los abedulares son frecuentes los herbazales megafórbicos y las comunidades fontinales de escasa extensión. Asimismo, en vaguadas o zonas donde se encharca el agua, podemos encontrar brezales higrófilos y comunidades turbícolas.
Completan este paisaje silíceo dominante los abruptos resaltes rocosos silíceos y los pedregales y canchales silíceos asociados a ellos; los más llamativos aparecen en zonas de gran altitud donde comparten Espacio con enebrales rastreros y vegetación quionófila y turbícola. Por lo excepcional que resulta en este entorno, destacan también algunos roquedos de calizas y dolomías. Leer más
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Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina | Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio situado al norte de la provincia de Palencia, formando parte de la Montaña Palentina en la vertiente meridional de la cordillera Cantábrica. Se trata de un territorio muy montañoso y que se caracteriza por las elevadas altitudes de sus cumbres con picos de más de 2.000 metros como el Curavacas (2.528 m), Peña Prieta (2.538 m) o el Espiguete (2.450 m) y por los fuertes desniveles en los fondos del valle que pueden situarse sobre los 1.000 metros.
Desde el punto de vista geomorfológico, las calizas de la Montaña Palentina han permitido un importante modelado kárstico, sobre todo tipo hipógeo (Sima del Espigüete, Sima del Anillo, Cueva del Cobre, Cuevas de Tremaya). Durante el Cuaternario, el glaciarismo fue muy importante como así lo atestiguan los circos, umbrales, valles en artesa y sistemas morrénicos terminales que constituyen un conjunto típicamente alpino. Se trata de un territorio bastante complejo geológicamente con sustratos paleozoicos de diferente naturaleza (calizas, pizarras, conglomerados, areniscas...). La variedad de sustratos, exposiciones, pendientes y condiciones climáticas (algunas zonas del sur del Espacio están sometidas a condiciones de clima mediterráneo, mientras la mayor parte del mismo está inmerso en condiciones atlánticas), así como el rango altitudinal (están representados los pisos supramediterráneo, montano y subalpino) favorecen la presencia de una gran variedad de comunidades vegetales y de gran interés botánico.
En este espacio nacen los dos ríos más importantes de la provincia, el río Carrión, en la Laguna de Fuentes Carrionas (2.230 m) y el río Pisuerga en la Cueva del Cobre, al sur de la Sierra de Peña Labra. En el valle del río Carrión contrastan las fuertes pendientes de escasa cobertura vegetal y predominio de roca con valles de amplia cobertura arbustiva, mientras en la cuenca del Pisuerga destacan por el contrario la presencia de extensas masas arboladas que se asientan sobre un relieve menos acentuado. Estos dos ríos y sus afluentes presentan tramos embalsados dentro del espacio (embalses de Compuerto, Camporredondo, Requejada y Cervera-Ruesga). Asimismo, se encuentran presentes numerosas turberas y zonas húmedas de gran interés como la Turbera de Cantos, Turbera del Sel de la Fuente, Turbera del Ves, Lago del Pozo de Curavacas, Laguna de Fuentes Carrionas, Laguna de las Lomas, Laguna del Ves y Laguna de Pozo Oscuro.
Entre las formaciones boscosas encontramos encinares (Quercus ilex subsp. ballota), melojares (Quercus pyrenaica), quejigares (Quercus faginea subsp. faginea) y hayedos acidófilos y calcícolas (Fagus sylvatica). A estos tipos de bosque hay que añadir los enebrales de sabina albar (Juniperus thurifera), aquí en su límite norte de distribución en la península Ibérica. Cabe mencionar la existencia de una pequeña y singular tejeda (Taxus baccata) con ejemplares de gran talla y las acebedas (Ilex aquifolium).
Los matorrales son también muy variados, destacando los del piso subalpino con enebrales de Juniperus communis subsp. alpina en zonas elevadas sobre sustratos silíceos y sabinares de sabina rastrera (Juniperus sabina) a las mismas alturas, pero sobre sustratos calcáreos. Los pastizales de siega y de diente y los diferentes pastos de altura, añaden riqueza al conjunto. Son destacables además las ricas comunidades de pedreras y roquedos. Leer más
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