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Espacios protegidos

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Nombre Figura de protección Descripción
Rias occidentales y Duna de Oyambre Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Sistemas litorales compuestos por estuarios y marismas, dunas y playas, acantilados verticales y matorrales de caracter mediterraneo y atlántico situados sobre diferentes niveles de rasas marinas.
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Rio Deva Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Corredores fluviales de 25 metros de anchura a ambos lados de las orillas
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Sierra de Gredos Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
En el centro de la península Ibérica, actuando de divisoria entre las cuencas del Duero y del Tajo, se levanta la cordillera Central, que alcanza en la sierra de Gredos su mayor relevancia. El tramo más ancho tiene 40 km en dirección Norte-Sur, y su longitud supera los 140 km en dirección Este-Oeste. Los materiales de la cordillera Central se originaron con el proceso tectónico que hizo emerger la península Ibérica de las aguas de un mar poco profundo, hace unos 300 millones de años, conformando estos materiales granítico-metamórficos la fracción más antigua del territorio hispano. Durante la Orogenia Alpina, estos materiales de nuevo fueron oprimidos entre dos placas terrestres. La consecuencia fue el levantamiento de la cordillera Central, fracturándose en bloques, unos elevados llamados «horsts» y otros hundidos, «grabens». Ya en el Cuaternario, la sierra sufrió importantes modificaciones a causa de la erosión de las aguas torrenciales, muy significativa en la vertiente meridional, y de la acción glaciar, principalmente en la vertiente septentrional, que impuso su peculiar morfología: valles en forma de ?U?, circos y lagunas glaciares, hombreras y morrenas. Se han contabilizado 41 glaciares en Gredos, con sus tres subtipos más característicos: de valle (Glaciar de la Nava, Glaciar de Bohoyo, Glaciar de Gredos...), de circo (Glaciar de la Cruz, Glaciar de Gamellones...) y de ladera (Glaciar de las Chorreras, Glaciar del Canchito...), constituyendo así el mejor conjunto de glaciarismo cuaternario en el interior de la Península. El corazón del Parque lo constituye el Circo de Gredos, en cuyo fondo se ubica la Laguna Grande, rodeada de un entorno en el que los cuchillares, galayos, riscos, gargantas y cubetas marcan los contrastes de un relieve accidentado, presidido por el pico Almanzor, que con sus 2.592 metros, es la máxima altura de todo el Sistema Central. El modelado periglaciar, mediante la gelifracción o rotura de las rocas por el aumento de volumen del agua infiltrada en sus grietas cuando se congela, origina el aspecto picudo de estas cumbres, con sus cuchillares ?«Los Galayos»?, canchales, etc. Debido a su situación geográfica, a los fuertes desniveles y a la distinta orientación de sus laderas, la sierra de Gredos representa un lugar excepcional en cuanto a su diversidad florística. Las diversas especies vegetales aparecen distribuidas en pisos superpuestos que alcanzan su culminación en el piso alpino, el más interesante de todos ya que en el mismo se han localizado un gran número de endemismos botánicos. En la cara norte el matorral es predominante, ya sea el piornal o la mezcla de leguminosas. La escasa vegetación arbórea de la cara norte está constituida principalmente por los pinares de Pinus sylvestris de Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino, así como por manchas de rebollo en el valle del Tormes. La encina se presenta predominante en estrato arbustivo con algunas formaciones adehesadas muy escasas. El mosaico de la vegetación se completa con la existencia de praderías naturales, pastos de siega, frutales y cultivos en los alrededores de los pueblos. En la cara sur, por el contrario, abundan los pinares de Pinus pinaster, alternándose con cultivos de olivos, viñas, cerezos e higueras en terrazas y bancales, o pequeñas masas de castaños (Castanea sativa) en las laderas que cobijan a los núcleos de población. La zona llana se dedica a cultivos o pastos extensivos y abiertas dehesas de encina, alcornoque o rebollo. Aparecen aquí jarales y brezales ocupando grandes extensiones. En las márgenes de todos los cursos de agua se instalan especies ripícolas de un modo testimonial. Reseñar la presencia de pequeños grupos o ejemplares aislados de loros (Prunus lusitanica) que se encuentra en la parte baja de las gargantas de esta cara meridional. La elevada altitud de esta Sierra, unida a la mayor continentalidad del clima en los pisos superiores, ha favorecido los fenómenos de aislamiento poblacional y la presencia de especies de fauna y flora de distribución típicamente eurosiberiana. Es de destacar la presencia de varias especies de flora rupícola endémicas de la sierra.
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Valle del Tietar Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este Espacio incluye gran parte de la zona castellano leonesa del valle del Tiétar, de la vertiente sur del macizo oriental de la Sierra de Gredos y de las sierras del Cabezo y del Valle. Se trata de un espacio con un gran desnivel altitudinal, desde los 2178 m del pico del Cabezo hasta los escasos 290 m en el punto menos elevado del valle del Tiétar en Castilla y León. Geológicamente, la fosa tectónica del Tiétar delimita al sur la sierra de Gredos, predominando en ambas estructuras las litologías graníticas paleozoicas. Son destacables también, aunque menos importantes que en la sierra de Gredos, las formas del modelado glaciar y periglaciar presentes en este Espacio. El Espacio cuenta con un rico elenco de hábitats de muy variada naturaleza. Entre ellos se pueden destacar los diferentes tipos de bosques, como las formaciones esclerófilas de encinas y alcornoques, los melojares de Quercus pyrenaica, los pinares relictos de Pinus nigra salzmannii, los pinares de pino resinero (Pinus pinaster) o los pinares de pino piñonero (Pinus pinea), sin olvidar las fresnedas y saucedas vinculadas a las zonas con niveles freáticos elevados. Los matorrales también presentan esta variedad, con medios tan diferentes como los cantuesares y tomillares de las zonas basales y los piornales de altura. Esta riqueza de hábitats se ve aumentada si cabe con los pastizales, entre los que destacan los crioturbados de las cotas más elevadas, los cervunales, muy importantes como pastos de verano, o los muy diferentes vallicares y majadales que se pueden encontrar en las dehesas. El carácter térmico del valle permite el cultivo de olivos. En la vega del río Tiétar existen formaciones de bosque de ribera bastante bien conservadas, alternando con huertas, pequeños cultivos y pastizales adehesados. El tramo inferior del río Tiétar en el Espacio se encuentra embalsado por el embalse de Rosarito, de interés para las aves acuáticas. Destaca también la existencia de numerosas gargantas y pequeños ríos que vierten al río Tiétar, caracterizados por presentar un régimen estacional irregular, permanente pero con fluctuaciones a lo largo del año, condicionado por un elevado gradiente altitudinal, dada la proximidad entre su cabecera y su desembocadura. Los tramos medios están encajados y presentan bandas laterales de vegetación riparia que otorgan protección ante las arroyadas regulares que provocan grandes arrastres de material. En el tramo medio de los ríos Arenal, Arbillas y Muelas encuentran refugio pequeñas loreras (Prunus lusitanica) de gran interés botánico.
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Picos de Europa en Castilla y Leon Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Amplio Espacio de la región atlántica de más de 100.000 ha situado al noreste de la provincia de León, ocupando la parte occidental del macizo de los Picos de Europa. Abarca diez términos municipales que se extienden por los valles del Alto Porma, Valdeburón, Tierra de la Reina, Riaño, Crémenes, Alión, Alto Cea y cabecera del río Grande. Toda la zona se caracteriza por un relieve muy abrupto, presentando grandes desniveles, oscilando entre menos de 1.000 metros en los valles más profundos y más de 2.000 metros en los picos más altos, como el Tres Provincias (2.480 m), Pico Murcia (2.349 m), los Mampodre (2.190 m), Peña Ten (2.140 m) y Cuerna (2.155 m). Entre los materiales litológicos destacan las cuarcitas y areniscas en la sierra de Riaño y las calizas en el macizo de Mampodre. El área incluye interesantes lagos glaciares como el Lago de Isoba, Lago del Ausente, Lagunas de los Hoyos de Vargas y Pozo Butrero. En las zonas más elevadas, por encima de 1.700 metros, abundan los pastizales, cervunales y turberas, alternando con afloramientos rocosos. Los matorrales alternan entre los piornales en los mejores sustratos y las ericáceas en las áreas más degradadas. En las zonas de afloramientos rocosos abunda el matorral de enebros rastreros con Juniperus nana o Juniperus sabina acompañado de arándanos y gayubas. Son frecuentes las comunidades rupícolas que se desarrollan en las grietas y repisas de los paredones rocosos así como en los canchales de ladera. Los hayedos acidófilos son el bosque principal del Espacio, los tejos crecen en los barrancos umbríos y los robledales (rebollo, carballo y roble albar) ascienden por las laderas de sus montañas descarnadas. Es también característica la existencia de sabinares que se sitúan sobre suelos muy pobres del sur de Espacio, en torno al municipio de Crémenes. El abedul está representado por bosques que forman el límite natural de los hayedos silíceos de la zona y el acebo suele aparecer como acompañante en masas mixtas. Son de destacar los enclaves del Pinar de Lillo (pinar autóctono de Pinus sylvestris acompañado de hayas, abedules, acebos, etc.) y los bosques de Pardomino y Hormas, masas mixtas de robles albares, hayas y un abundante cortejo florístico. Las forestaciones con pino silvestre sobre brezales o piornales resultan frecuentes. En el Espacio se ubican las cabeceras de los ríos Esla, Porma y Cea, presentando profundos valles fluviales, a menudo encajonados, donde se mantienen puntualmente algunos bosques de ribera bastante bien conservados. En las llanuras de inundación se mantienen prados de siega y sebes. Tienen especial importancia asimismo, las comunidades propias de medios hidrófilos como turberas, brezales y praderas húmedas. En su interior se localiza además el embalse de Riaño, constituyendo el embalse del Porma una de sus fronteras al oeste.
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Sierra de los Ancares Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio situado en el extremo occidental de la cordillera Cantábrica. Importantes alineaciones montañosas en forma de arco constituyen su límite norte y occidental, con altitudes máximas de 1987 msnm en el Pico Cuiña. Estas elevaciones contrastan con los profundos fondos de valle, que en ocasiones se sitúan por debajo de los 800 m de altitud, y recorren todo el Espacio. El importante gradiente altitudinal condiciona la existencia de ambientes muy heterogéneos en el conjunto de un Espacio que presenta una evidente morfología glaciar y unos valores etnográficos de gran interés paisajístico. La orogenia herciniana y más tarde alpina, junto al proceso de modelado glaciar, configuran este espacio como un conjunto de elevadas cumbres, con altitud entre 1.500 y 2.000 m, en el que una amplia red de fallas y fracturas ha favorecido la apertura de los valles, mientras que la acción del hielo ha dado lugar a profundos valles glaciares en forma de ?U?, circos y lagunas glaciares, y a depósitos morrénicos. Si bien la acción de los glaciares fue similar en los valles de ambas laderas de la sierra, fue superior en los valles orientales incluidos en el Espacio. Los materiales predominantes son las pizarras, areniscas y cuarcitas, aunque también se pueden encontrar calizas. Resulta notorio el contraste entre las cumbres talladas sobre duras cuarcitas y los valles encajados en terrenos pizarrosos. En lo referente a las formaciones vegetales, destacan las grandes extensiones de matorral producto de un intenso uso del fuego con objeto de crear zonas de pasto, hoy abandonadas en gran medida. En zonas protegidas del fuego, de difícil acceso o mayor grado de humedad, aparecen valiosas masas boscosas: castañares, robledales albares, puntuales hayedos, abedulares, acebedas y tejedas. En zonas de carácter más mediterráneo y de menor altitud se pueden encontrar rebollares y pequeños encinares con madroño (Arbutus unedo). Una importante superficie del Espacio se encuentra ocupada por forestaciones de coníferas. En el piso subalpino, la etapa clímax es un matorral bajo y denso formado por enebro rastrero y arándanos, alternando con las crestas, los pastizales psicroxerófilos, cervunales y turberas. Roquedos, lagunas (incluye la laguna de El Miro) y prados de siega completan este mosaico de formaciones, aportando ambientes de menor extensión pero de gran riqueza florística y faunística. En los cursos fluviales como en los ríos Cúa y Ancares, pertenecientes a la cuenca del Sil, aparecen alisedas y saucedas, en ocasiones, bastante bien conservadas.
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Valle de San Emiliano Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio situado en el extremo norte de la provincia de León, de elevado contraste desde el punto de vista geomorfológico, ecológico y paisajístico. El relieve varía desde las abruptas siluetas y elevadas altitudes de Peña Ubiña, el Alto de la Cañada, los Picos Albos o Peña Orniz, hasta las suaves y amplias vegas de los ríos caracterizadas por ricos prados, especialmente en el valle del río Luna. Se conservan en este Espacio numerosos rasgos morfológicos de origen glaciar (circos, morrenas laterales y frontales, horns o valles en artesa) y muestras de actuación de procesos kársticos debido a la relativa abundancia de formaciones carbonatadas (dolinas, uvalas, etc.), destacando los paredones rocosos calizos como uno de los elementos más llamativos y espectaculares del paisaje de la zona. Resulta destacable, además, la existencia de lagunas de origen glaciar y de ambientes higroturbosos. Entre ellas destacan la laguna de Las Verdes, las lagunas de La Mata, la laguna Grande, la laguna Lago y las turberas de La Fuente de La Bruja, de La Cueta y del Puerto de Somiedo. Además, la intensa actividad ganadera (con importante tradición trashumante y trasterminante) ha dejado su impronta en un territorio altamente manejado por el hombre, recorrido por numerosas vías pecuarias, pero que conserva una excelente calidad paisajística. El rasgo fundamental de la vegetación viene dado por el hecho de ser un punto de confluencia entre la vegetación atlántica y la mediterránea. Dentro de la zona delimitada se dan buenos ejemplos de ambos tipos de vegetación, pues la vegetación del norte del Espacio, típicamente atlántica, contrasta con los valles meridionales, en los que se aprecia un cierto grado de mediterraneidad, como demuestra la presencia de sabinares, junto con otros taxones propios de la región mediterránea. La existencia del sabinar constituye, sin duda, la característica más peculiar de la zona, pues esta formación, reliquia del Terciario, alcanza aquí el límite occidental de su área de distribución en Europa. En las zonas típicamente atlánticas la vegetación arbórea está dominada por los bosques caducifolios de roble, principalmente de roble albar, aunque son frecuentes, en la vertiente meridional, las formas híbridas con el melojo y el carballo. Puntualmente, en los enclaves septentrionales y de elevada humedad, aparecen formaciones de haya. Avellanares y abedulares completan, a grandes rasgos, el mosaico arbóreo. Pastos y prados ocupan sus ricos valles, acompañando a las variadas representaciones de la vegetación de ribera.
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Montaña Central de Leon Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio de montaña de grandes contrastes que cuenta con una interesante complejidad litológica donde se alternan sustratos calcáreos y silíceos, en el que predomina un relieve acusado, -pero donde también tienen cabidas excepcionales y amplios valles - que conserva rasgos morfológicos de origen glaciar y muestras de procesos kársticas. Este Espacio se caracteriza asimismo, por su importante grado de fragmentación, como consecuencia de la presencia de un importante corredor de infraestructuras de transporte y de los usos que se desarrollan sobre el Espacio, estando segregado en dos sectores discontinuos a causa de la presencia de la Estación de Esquí de San Isidro. La clara dominancia de las formaciones de matorral y de pastizal es el resultado de la intensa actividad ganadera extensiva ligada al uso del fuego, que presenta hoy un considerable grado de abandono o de cambio de manejo. La escasa representación de la vegetación arbórea corresponde en las zonas calizas con hayedos, sabinares, quejigares, encinares o avellanares, mientras que en las zonas de naturaleza silícea aparecen robledales, hayedos y abedulares. Es importante también señalar la presencia de amplias superficies de forestaciones de coníferas. Hábitats rocosos y de turbera completan un paisaje en el que encuentran su nacimiento los ríos Bernesga, Torío y Curueño.
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Las Batuecas-Sierra de Francia -ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Zona montañosa, constituida por varias sierras, en las estribaciones occidentales del sistema Central, al sur de la provincia de Salamanca, lindando con las Hurdes cacereñas. Se ubica en la comarca de la sierra de Francia, separada de la sierra de Béjar por la gran fosa del río Alagón. En su paisaje destacan las alineaciones montañosas y una red fluvial marcada por la divisoria de las cuencas hidrográficas del Duero y del Tajo, con mayor magnitud del corredor descendente hacia el río Alagón. Los ríos Alagón, Francia y Batuecas vierten al Tajo mientras que el Agadón discurre hacia la cuenca del Duero. Son de destacar varios manantiales que surgen en los grandes peñascales (Canchales del Zarzalón, de las Cabras Pintás, del Risco del Ciervo). Los materiales que se encuentran en los diferentes sustratos del Espacio son de origen paleozoico, dominando los metamórficos como pizarras y cuarcitas en el centro y oeste del Espacio, y los graníticos en la parte oriental, dispuestos sobre un zócalo granítico muy rígido y cristalino con una estructura interna en bloques originados por un sistema de fallas. Se produce así un relieve de enormes lomas de cimas suaves y laderas muy activas, localizadas en los escarpes de las fallas, y de valles en artesa muy profundos correspondientes a los bloques hundidos. Todo ello explica la presencia de grandes canchales rocosos en las partes altas. Merece la pena reseñar algunos sinclinales colgados como el de la Peña de Francia. El territorio circundante de la Peña de Francia es de por sí agreste, pero va cerrándose hacia las Batuecas hasta hacerse intrincado y frondoso en extremo, cortándose en gargantas y profundos valles. Sus cotas más altas se sitúan en el pico Hastiala (1.735 msnm) y en la cresta de la peña de Francia, existiendo una gran diferencia altitudinal hasta la orilla del río Alagón, en Sotoserrano, situada a 400 msnm. En las cumbres montañosas, en torno a las crestas cuarcíticas y canchales verdosos, se desarrolla una vegetación dominada por piorno (Cytisus purgans) y erizón (Echinospartum horridum). En cotas menores las formaciones forestales se convierten en el elemento característico del paisaje, apareciendo en los valles más frescos y húmedos rebollares, castañares e, incluso, en las zonas con mayor influencia atlántica, algunos abedulares y ejemplares de roble carballo (Quercus robur), mientras que en exposiciones más térmicas, en los fondos de valle y barrancos orientados al sur y al este, el encinar se constituye en el hábitat dominante, presentando una notable biodiversidad en sus especies acompañantes que incluyen alcornoque (Quercus suber), pies aislados de tejos (Taxus baccata), madroño (Arbutus unedo), acebo (Ilex aquifolium), enebro (Juniperus oxycedrus), lentisco (Pistacia lentiscus) e, incluso, de forma puntual, almez (Celtis australis). Presentan además gran interés los bosques de ribera, con las alisedas y las fresnedas como elementos más reseñables. Dentro de los matorrales dominan los brezales (Erica sp.) en las partes más frías y húmedas y jarales (Cistus sp.) en las más cálidas y secas. Son también muy abundantes las forestaciones realizadas con pino silvestre (Pinus sylvestris) en las partes altas, y con pino negral (Pinus nigra), en el extremo sureste del Espacio.
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Candelario - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Candelario es un Espacio de montaña situado en la sierra de Béjar, macizo Paleozoico perteneciente a la cordillera Central, que se localiza en el extremo occidental de la sierra de Gredos, al sureste de la provincia de Salamanca. La zona incluye sierras elevadas (2.401 metros de altitud máxima en el pico Calvitero). La sierra de Candelario fue conformada por el levantamiento de los materiales paleozoicos durante la Orogenia Alpina provocando la fractura del conjunto, estructurándose así en un relieve de grandes bloques elevados que constituyen las alineaciones montañosas, entre las que se disponen las zonas de fractura o fallas. Las glaciaciones ocurridas durante el Cuaternario modelaron el relieve, dejando entre otros aparatos glaciares: nichos de nivación, circos embrionarios, circos escalonados y circos bien desarrollados como lolos circos glaciares de Peña Negra de Becedas y Hoya Moros. La litología de la sierra de Béjar está formada por materiales paleozoicos de naturaleza silícea, granitos y gneises en su mayoría. Su ubicación determina que el Espacio, aún situado dentro del contexto biogeográfico mediterráneo, presente unas claras influencias atlánticas que condicionan las características de la vegetación de la zona. Esta circunstancia añadida a las diferencias altitudinales, con casi 1.600 m. de diferencia entre la cumbre de El Calvitero y los 848 m que constituyen su cota inferior y a un relieve en cuyo modelado la última glaciación jugó un papel importante han configurado un entorno de gran biodiversidad de flora, fauna y paisajes. Así en las cumbres y laderas de mayor altitud se desarrolla una vegetación dominada por piorno (Cytisus oromediterraneus), si bien se pueden encontrar asimismo otras formaciones de matorrales almohadilladlos o brezales, con cierta presencia de enebros rastreros (Juniperus oxycedrus subsp. alpina), todo ello en mosaico con pastizales de alta montaña, entre los que, en función de la humedad edáfica, dominan los prados de Festuca indigesta o las zonas de cervunal. En este entorno cabe destacar además la presencia de varias lagunas, como las del Trampal y del Duque, turberas de origen glaciar y de interesantes roquedos y canchales. En zonas más bajas las formaciones forestales dominan el paisaje, con rebollares, castañares y pinares de repoblación, generalmente de pino albar (Pinus sylvestris) pero también, en ocasiones de pino negral (Pinus pinaster), como elementos más característicos, apareciendo tejedas y acebedas en las zonas con mayor influencia atlántica. Como sotobosque en estas zonas o sustituyendo a éste en entornos degradados son frecuentes los brezales, que en algunas zonas se enriquecen con distintas especies de genisteas y labiadas. Respecto a la red fluvial especial mención merece el río Cuerpo de Hombre con nacimiento en el paraje de Hoya Moros. Los numerosos ríos y arroyos existentes mantienen bosques de ribera bien conservados y, en ocasiones, forman profundos barrancos. Se incluye un pequeño embalse montano (Las Angosturas). La vegetación de galería resulta muy interesante y variada, con las alisedas y fresnedas como formaciones más frecuentes pero acompañadas por saucedas o especies como el abedul o el álamo temblón y con un rico sotobosque con majuelos, serbales, arandaneras y distintas especies de megaforbios.
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El Rebollar Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEC ?El Rebollar? se encuentra situada en la sierra de Gata al suroeste de la provincia de Salamanca, en las estribaciones occidentales del sistema Central. Sus formas son redondeadas, suaves y escasamente abruptas. Se localiza sobre los materiales más antiguos del zócalo ibérico aflorando pizarras, granitos y cuarcitas. La altitud oscila entre los 650 m y los 1.580 m, destacando el Pico Jálama con 1.492 m. El clima es mediterráneo subatlántico atemperado, con precipitaciones medias abundantes que alcanzan los 1.500 mm en algunos puntos. En relación a la vegetación del espacio, en el pie de monte destacan los excelentes bosques de roble rebollo (Quercus pyrenaica). Estos bosques se encuentran entre las manifestaciones más extensas de esta formación en la península Ibérica, si bien la presión antrópica ha hecho que su superficie se vea algo mermada. Son también significativos en el entorno los pinares, tanto naturales de pinos mesogeanos endémicos como de repoblación, constituidos en este último caso por pino negral (Pinus pinaster) y, de forma más reducida ocupando las estribaciones serranas, pino silvestre (Pinus sylvestris). Ya con una representatividad superficial marcadamente inferior, aparecen otras formaciones boscosas como castañares, que ocupan zonas con influencias atlánticas o, en las zonas más xéricas, encinares. En las cotas más altas abundan los matorrales pirófitos, principalmente de Erica australis, herencia de los grandes incendios que han afectado a esta sierra. El Espacio constituye la cabecera del río Águeda, en cuyas márgenes y la de sus afluentes encontramos excelentes bosques de galería, predominando por su estado de conservación las alisedas, pero también con buenas manifestaciones de fresnedas y saucedas. Aunque aparecen de forma puntual es también relevante la existencia de determinados hábitats azonales como zonas higroturbosas, roquedos y cuevas.
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Candelario Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Candelario es un Espacio de montaña situado en la sierra de Béjar, macizo Paleozoico perteneciente a la cordillera Central, que se localiza en el extremo occidental de la sierra de Gredos, al sureste de la provincia de Salamanca. La zona incluye sierras elevadas (2.425 metros de altitud máxima en el pico Canchal de la Ceja). La sierra de Candelario fue conformada por el levantamiento de los materiales paleozoicos durante la Orogenia Alpina provocando la fractura del conjunto, estructurándose así en un relieve de grandes bloques elevados que constituyen las alineaciones montañosas, entre las que se disponen las zonas de fractura o fallas. Las glaciaciones ocurridas durante el Cuaternario modelaron el relieve, dejando entre otros aparatos glaciares: nichos de nivación, circos embrionarios, circos escalonados y circos bien desarrollados como los circos glaciares de Peña Negra de Becedas y Hoya Moros. La litología de la sierra de Béjar está formada por materiales paleozoicos de naturaleza silícea, granitos y gneises en su mayoría. Su ubicación determina que el Espacio, aún situado dentro del contexto biogeográfico mediterráneo, presente unas claras influencias atlánticas que condicionan las características de la vegetación de la zona. Esta circunstancia añadida a las diferencias altitudinales, con casi 1.600 m. de diferencia entre la cumbre del Canchal de la Ceja y de El Calvitero y los 848 m que constituyen su cota inferior y a un relieve en cuyo modelado la última glaciación jugó un papel importante han configurado un entorno de gran biodiversidad de flora, fauna y paisajes. Así en las cumbres y laderas de mayor altitud se desarrolla una vegetación dominada por piorno (Cytisus oromediterraneus), si bien se pueden encontrar asimismo otras formaciones de matorrales almohadilladlos o brezales, con presencia puntual de enebros rastreros (Juniperus communis subsp. alpina), todo ello en mosaico con pastizales de alta montaña, entre los que, en función de la humedad edáfica, dominan los pastos psicroxerófilos o las zonas de cervunal. En este entorno cabe destacar además la presencia de varias lagunas, como las del Trampal y del Duque, turberas de origen glaciar y de interesantes roquedos y canchales. En zonas más bajas las formaciones forestales dominan el paisaje, con rebollares, castañares y pinares de repoblación, generalmente de pino albar (Pinus sylvestris) pero también, en ocasiones de pino negral (Pinus pinaster), como elementos más característicos, apareciendo tejedas y acebedas en las zonas con mayor influencia atlántica. Como sotobosque en estas zonas o sustituyendo a éste en entornos degradados son frecuentes los brezales, que en algunas zonas se enriquecen con distintas especies de genisteas y labiadas. Respecto a la red fluvial especial mención merece el río Cuerpo de Hombre con nacimiento en el paraje de Hoya Moros. Los numerosos ríos y arroyos existentes mantienen bosques de ribera bien conservados y, en ocasiones, forman profundos barrancos. Se incluye un pequeño embalse montano (Las Angosturas). La vegetación de galería resulta muy interesante y variada, con las alisedas y fresnedas como formaciones más frecuentes pero acompañadas por saucedas o especies como el abedul o el álamo temblón y con un rico sotobosque con majuelos, serbales, arandaneras y distintas especies de megaforbios.
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Las Batuecas-Sierra de Francia Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Zona montañosa, constituida por varias sierras, en las estribaciones occidentales del sistema Central, al sur de la provincia de Salamanca, lindando con las Hurdes cacereñas. Se ubica en la comarca de la sierra de Francia, separada de la sierra de Béjar por la gran fosa del río Alagón. En su paisaje destacan las alineaciones montañosas y una red fluvial marcada por la divisoria de las cuencas hidrográficas del Duero y del Tajo, con mayor magnitud del corredor descendente hacia el río Alagón. Los ríos Alagón, Francia y Batuecas vierten al Tajo mientras que el Agadón discurre hacia la cuenca del Duero. Son de destacar varios manantiales que surgen en los grandes peñascales (Canchales del Zarzalón, de las Cabras Pintás, del Risco del Ciervo). Los materiales que se encuentran en los diferentes sustratos del Espacio son de origen paleozoico, dominando los metamórficos como pizarras y cuarcitas en el centro y oeste del Espacio, y los graníticos en la parte oriental, dispuestos sobre un zócalo granítico muy rígido y cristalino con una estructura interna en bloques originados por un sistema de fallas. Se produce así un relieve de enormes lomas de cimas suaves y laderas muy activas, localizadas en los escarpes de las fallas, y de valles en artesa muy profundos correspondientes a los bloques hundidos. Todo ello explica la presencia de grandes canchales rocosos en las partes altas. Merece la pena reseñar algunos sinclinales colgados como el de la Peña de Francia. El territorio circundante de la Peña de Francia es de por sí agreste, pero va cerrándose hacia las Batuecas hasta hacerse intrincado y frondoso en extremo, cortándose en gargantas y profundos valles. Sus cotas más altas se sitúan en el pico Hastiala (1.735 msnm) y en la cresta de la peña de Francia, existiendo una gran diferencia altitudinal hasta la orilla del río Alagón, en Sotoserrano, situada a 400 msnm. En las cumbres montañosas, en torno a las crestas cuarcíticas y canchales verdosos, se desarrolla una vegetación dominada por piorno (Cytisus purgans) y erizón (Echinospartum horridum). En cotas menores las formaciones forestales se convierten en el elemento característico del paisaje, apareciendo en los valles más frescos y húmedos rebollares, castañares e, incluso, en las zonas con mayor influencia atlántica, algunos abedulares y ejemplares de roble carballo (Quercus robur), mientras que en exposiciones más térmicas, en los fondos de valle y barrancos orientados al sur y al este, el encinar se constituye en el hábitat dominante, presentando una notable biodiversidad en sus especies acompañantes que incluyen alcornoque (Quercus suber), pies aislados de tejos (Taxus baccata), madroño (Arbutus unedo), acebo (Ilex aquifolium), enebro (Juniperus oxycedrus), lentisco (Pistacia lentiscus) e, incluso, de forma puntual, almez (Celtis australis). Presentan además gran interés los bosques de ribera, con las alisedas y las fresnedas como elementos más reseñables. Dentro de los matorrales dominan los brezales (Erica sp.) en las partes más frías y húmedas y jarales (Cistus sp.) en las más cálidas y secas. Son también muy abundantes las forestaciones realizadas con pino silvestre (Pinus sylvestris) en las partes altas, y con pino negral (Pinus nigra), en el extremo sureste del Espacio.
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Valle del Cuerpo de Hombre Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
El Valle del Cuerpo de Hombre es un Espacio situado entre las sierras de Béjar y Francia, al sur de la provincia de Salamanca, formando parte de las estribaciones occidentales del sistema Central. El elemento en torno al cual se estructura la ZEC es el propio valle del río Cuerpo de Hombre, aguas abajo de la localidad de Béjar, delimitado por laderas más o menos abruptas que en algunas zonas generan un considerable encajonamiento del curso fluvial. Al sur de este encajonado valle, la sierra, densamente forestada, configura varios pequeños valles que vierten al río Ambroz, presentando una orientación meridional que les proporciona una mayor termicidad, si bien también existen pequeñas zonas de altiplanicie suavemente onduladas, situadas en torno a los 900 msnm, aprovechadas desde antiguo para cultivos. La vertiente septentrional presenta, con carácter general, menor densidad de arbolado, constituyéndose en amplias zonas el matorral como elemento predominante. Los bosques ocupan algo más de dos terceras partes del Espacio y están formados principalmente por melojares, si bien también aparecen formando masas puras castañares y encinares, o bosques mixtos en los que las especies anteriores conviven en distintas proporciones. En los valles esta vegetación deja paso a pequeños pastizales aprovechados por el ganado, cultivos agrícolas y vegetación de galería en la ribera de los cursos fluviales, constituida por alisedas y fresnedas, aunque sustituida en algunas zonas por choperas de producción. Los mosaicos de matorral-pastizal y los cortados rocosos también revisten gran interés.
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Rios de la cuenca media del Guadiana y laderas vertientes Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Tramo medio del Río Guadiana en la Comarca de los Montes de Ciudad Real, y vertiente septentrional de las sierras ubicadas en la margen izquierda del Río Guadiana, aguas abajo de Luciana, incluyendo sus principales afluentes: Río Tierteafuera y Arroyo de Río Frío, este último con comunidades vegetales insólitas en estas latitudes, como es el abedular, Río Valdehornos, Río Esteras con su afluente Rivera de Riofrío, así como los Ríos Estenilla, Estomiza y Fresnedoso con sus principales arroyos vertientes, en las rañas de la Comarca de Anchuras, hasta su desembocadura en el guadiana, en las colas del Embalse de Cijara. En cuanto a la litología, además de las pizarras del Precámbrico Superior y las cuarcitas armoricanas del tramo inferior del Ordovícico, que son las rocas en que se labran las crestas más abrupas que coronan las sierras en las márgenes del Guadiana, están presentes materiales sedimentarios de finalesdel Terciario (depósitos detríticos compuestos por cantos de cuarcitas y arenas y arcillas que tapizan las depresiones de la zona, conocidos como rañas), y los derrubios o coluviones del Cuaternario que se derraman por las laderas de las sierras, siendo el soporte de una interesante vegetación. También están presentes manifestaciones volcánicas, que tanta importancia adquieren en el Campo de Calatrava, representadas en esta zona al Oeste de Luciana, destacando la Laguna de Michos, de origen volcánico (maar resultante de una explosión freatomagmática). Los materiales más recientes en esta zona son los aluviones, depósitos fluviales acarreados y sedimentados por los ríos más importantes (Guadiana, Bullaque, Tierteafuera, etc.). La principal unidad morfológica presente es la alargada y estrecha cuenca sinclinal de Luciana-Puebla de Don Rodrigo. En cuanto a las formas de modelado, además de las pedrizas y coluviones de ladera, destacan especialmente las formas fluviales. entre las acciones más llamativas de la red fluvial hay que señalar la fragmentación de las superficies de raña, especialmente en relación con el Río Guadiana. Este modelado también se observa en los arroyos afluentes al Guadiana aguas abajo de Luciana, especialmente si son cortos, de pequeñas cuencas y de gran eficacia como el Río Frío o el Arroyo de Santa María y tramo final del Río Tierteafuera, y es especialmente aparante en el caso de los ríos Estomiza, Estenilla y Fresnedoso y sus arroyos afluentes, en las rañas de Anchuras. La red fluvial secundaria modela, tanto en laderas como en zonas más bajas, un conjunto de pequeños valles, abarrancamientos y hoyas, generalmente sólo funcionales en época de lluvias. En ciertos casos, también se han generado formas de acumulación como los típicos niveles de terrazas fluviales, en forma de gradas (Río Guadiana, al oeste de Luciana, o Río Tierteafuera, aguas abajo de Abenójar). En cuanto a los recursos geomorfológicos singulares, cabe destacar el Estrecho de las Hoces del Guadiana, en el extremo occidental de la cuenca sinclinal, donde el río Guadiana corta las hiladas de cuarcita armoricana en una clus, profundizando una garganta de varios kilómetros de recorrido.
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