Nombre | Figura de protección | Descripción |
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Cueva del Sudor |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio cavernícola situado en el término municipal de Morata que constituye un sistema endokárstico singular situado en el Sistema Ibérico Zaragozano, en un afloramiento calcáreo.
La especial relevancia del espacio radica en la fauna de quirópteros (Rhi Leer más
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Cueva del Muerto |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio cavernícola situado en el término municipal de Ricla que constituye un sistema endokárstico singular situado en el Sistema Ibérico Zaragozano, en un afloramiento calcáreo.
La especial relevancia del espacio radica en la fauna de quirópteros (Rhin Leer más
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Reserva Natural de Los Galachos de La Alfranca de Pastriz, La Cartuja y El Burgo de Ebro |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio fluvial situado en el tramo medio del Río Ebro, ocupando una serie de meandros abandonados ("galachos") del río Ebro, producto del típico modelado de los ríos meandriformes que divagan sobre la llanura aluvial, con fuertes oscilaciones de caudal y Leer más
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La Lomaza de Belchite |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio situado entre los barrancos del Forcino y el de Val de Cordellas, en el término municipal de Belchite. Se localiza sobre una gran llanura de yesos ligeramente expuestos al sur, con materiales continentales miocénicos. Está drenada por una red enca Leer más
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Picos de Europa en Castilla y Leon |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Amplio Espacio de la región atlántica de más de 100.000 ha situado al noreste de la provincia de León, ocupando la parte occidental del macizo de los Picos de Europa. Abarca diez términos municipales que se extienden por los valles del Alto Porma, Valdeburón, Tierra de la Reina, Riaño, Crémenes, Alión, Alto Cea y cabecera del río Grande. Toda la zona se caracteriza por un relieve muy abrupto, presentando grandes desniveles, oscilando entre menos de 1.000 metros en los valles más profundos y más de 2.000 metros en los picos más altos, como el Tres Provincias (2.480 m), Pico Murcia (2.349 m), los Mampodre (2.190 m), Peña Ten (2.140 m) y Cuerna (2.155 m). Entre los materiales litológicos destacan las cuarcitas y areniscas en la sierra de Riaño y las calizas en el macizo de Mampodre. El área incluye interesantes lagos glaciares como el Lago de Isoba, Lago del Ausente, Lagunas de los Hoyos de Vargas y Pozo Butrero.
En las zonas más elevadas, por encima de 1.700 metros, abundan los pastizales, cervunales y turberas, alternando con afloramientos rocosos. Los matorrales alternan entre los piornales en los mejores sustratos y las ericáceas en las áreas más degradadas. En las zonas de afloramientos rocosos abunda el matorral de enebros rastreros con Juniperus nana o Juniperus sabina acompañado de arándanos y gayubas. Son frecuentes las comunidades rupícolas que se desarrollan en las grietas y repisas de los paredones rocosos así como en los canchales de ladera.
Los hayedos acidófilos son el bosque principal del Espacio, los tejos crecen en los barrancos umbríos y los robledales (rebollo, carballo y roble albar) ascienden por las laderas de sus montañas descarnadas. Es también característica la existencia de sabinares que se sitúan sobre suelos muy pobres del sur de Espacio, en torno al municipio de Crémenes. El abedul está representado por bosques que forman el límite natural de los hayedos silíceos de la zona y el acebo suele aparecer como acompañante en masas mixtas. Son de destacar los enclaves del Pinar de Lillo (pinar autóctono de Pinus sylvestris acompañado de hayas, abedules, acebos, etc.) y los bosques de Pardomino y Hormas, masas mixtas de robles albares, hayas y un abundante cortejo florístico. Las forestaciones con pino silvestre sobre brezales o piornales resultan frecuentes.
En el Espacio se ubican las cabeceras de los ríos Esla, Porma y Cea, presentando profundos valles fluviales, a menudo encajonados, donde se mantienen puntualmente algunos bosques de ribera bastante bien conservados. En las llanuras de inundación se mantienen prados de siega y sebes. Tienen especial importancia asimismo, las comunidades propias de medios hidrófilos como turberas, brezales y praderas húmedas. En su interior se localiza además el embalse de Riaño, constituyendo el embalse del Porma una de sus fronteras al oeste. Leer más
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Sierra de los Ancares |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio situado en el extremo occidental de la cordillera Cantábrica. Importantes alineaciones montañosas en forma de arco constituyen su límite norte y occidental, con altitudes máximas de 1987 msnm en el Pico Cuiña. Estas elevaciones contrastan con los profundos fondos de valle, que en ocasiones se sitúan por debajo de los 800 m de altitud, y recorren todo el Espacio. El importante gradiente altitudinal condiciona la existencia de ambientes muy heterogéneos en el conjunto de un Espacio que presenta una evidente morfología glaciar y unos valores etnográficos de gran interés paisajístico.
La orogenia herciniana y más tarde alpina, junto al proceso de modelado glaciar, configuran este espacio como un conjunto de elevadas cumbres, con altitud entre 1.500 y 2.000 m, en el que una amplia red de fallas y fracturas ha favorecido la apertura de los valles, mientras que la acción del hielo ha dado lugar a profundos valles glaciares en forma de ?U?, circos y lagunas glaciares, y a depósitos morrénicos. Si bien la acción de los glaciares fue similar en los valles de ambas laderas de la sierra, fue superior en los valles orientales incluidos en el Espacio. Los materiales predominantes son las pizarras, areniscas y cuarcitas, aunque también se pueden encontrar calizas. Resulta notorio el contraste entre las cumbres talladas sobre duras cuarcitas y los valles encajados en terrenos pizarrosos.
En lo referente a las formaciones vegetales, destacan las grandes extensiones de matorral producto de un intenso uso del fuego con objeto de crear zonas de pasto, hoy abandonadas en gran medida. En zonas protegidas del fuego, de difícil acceso o mayor grado de humedad, aparecen valiosas masas boscosas: castañares, robledales albares, puntuales hayedos, abedulares, acebedas y tejedas. En zonas de carácter más mediterráneo y de menor altitud se pueden encontrar rebollares y pequeños encinares con madroño (Arbutus unedo). Una importante superficie del Espacio se encuentra ocupada por forestaciones de coníferas. En el piso subalpino, la etapa clímax es un matorral bajo y denso formado por enebro rastrero y arándanos, alternando con las crestas, los pastizales psicroxerófilos, cervunales y turberas. Roquedos, lagunas (incluye la laguna de El Miro) y prados de siega completan este mosaico de formaciones, aportando ambientes de menor extensión pero de gran riqueza florística y faunística. En los cursos fluviales como en los ríos Cúa y Ancares, pertenecientes a la cuenca del Sil, aparecen alisedas y saucedas, en ocasiones, bastante bien conservadas. Leer más
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Valle de San Emiliano |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio situado en el extremo norte de la provincia de León, de elevado contraste desde el punto de vista geomorfológico, ecológico y paisajístico. El relieve varía desde las abruptas siluetas y elevadas altitudes de Peña Ubiña, el Alto de la Cañada, los Picos Albos o Peña Orniz, hasta las suaves y amplias vegas de los ríos caracterizadas por ricos prados, especialmente en el valle del río Luna. Se conservan en este Espacio numerosos rasgos morfológicos de origen glaciar (circos, morrenas laterales y frontales, horns o valles en artesa) y muestras de actuación de procesos kársticos debido a la relativa abundancia de formaciones carbonatadas (dolinas, uvalas, etc.), destacando los paredones rocosos calizos como uno de los elementos más llamativos y espectaculares del paisaje de la zona. Resulta destacable, además, la existencia de lagunas de origen glaciar y de ambientes higroturbosos. Entre ellas destacan la laguna de Las Verdes, las lagunas de La Mata, la laguna Grande, la laguna Lago y las turberas de La Fuente de La Bruja, de La Cueta y del Puerto de Somiedo. Además, la intensa actividad ganadera (con importante tradición trashumante y trasterminante) ha dejado su impronta en un territorio altamente manejado por el hombre, recorrido por numerosas vías pecuarias, pero que conserva una excelente calidad paisajística.
El rasgo fundamental de la vegetación viene dado por el hecho de ser un punto de confluencia entre la vegetación atlántica y la mediterránea. Dentro de la zona delimitada se dan buenos ejemplos de ambos tipos de vegetación, pues la vegetación del norte del Espacio, típicamente atlántica, contrasta con los valles meridionales, en los que se aprecia un cierto grado de mediterraneidad, como demuestra la presencia de sabinares, junto con otros taxones propios de la región mediterránea. La existencia del sabinar constituye, sin duda, la característica más peculiar de la zona, pues esta formación, reliquia del Terciario, alcanza aquí el límite occidental de su área de distribución en Europa. En las zonas típicamente atlánticas la vegetación arbórea está dominada por los bosques caducifolios de roble, principalmente de roble albar, aunque son frecuentes, en la vertiente meridional, las formas híbridas con el melojo y el carballo. Puntualmente, en los enclaves septentrionales y de elevada humedad, aparecen formaciones de haya. Avellanares y abedulares completan, a grandes rasgos, el mosaico arbóreo. Pastos y prados ocupan sus ricos valles, acompañando a las variadas representaciones de la vegetación de ribera. Leer más
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Montaña Central de Leon |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Espacio de montaña de grandes contrastes que cuenta con una interesante complejidad litológica donde se alternan sustratos calcáreos y silíceos, en el que predomina un relieve acusado, -pero donde también tienen cabidas excepcionales y amplios valles - que conserva rasgos morfológicos de origen glaciar y muestras de procesos kársticas. Este Espacio se caracteriza asimismo, por su importante grado de fragmentación, como consecuencia de la presencia de un importante corredor de infraestructuras de transporte y de los usos que se desarrollan sobre el Espacio, estando segregado en dos sectores discontinuos a causa de la presencia de la Estación de Esquí de San Isidro.
La clara dominancia de las formaciones de matorral y de pastizal es el resultado de la intensa actividad ganadera extensiva ligada al uso del fuego, que presenta hoy un considerable grado de abandono o de cambio de manejo. La escasa representación de la vegetación arbórea corresponde en las zonas calizas con hayedos, sabinares, quejigares, encinares o avellanares, mientras que en las zonas de naturaleza silícea aparecen robledales, hayedos y abedulares. Es importante también señalar la presencia de amplias superficies de forestaciones de coníferas. Hábitats rocosos y de turbera completan un paisaje en el que encuentran su nacimiento los ríos Bernesga, Torío y Curueño. Leer más
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Sierra del Moncayo - ZEPA |
Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Enclavado en el extremo oriental de Castilla y León, el macizo del Moncayo alberga la cota más elevada del sistema Ibérico (Pico de San Miguel 2.314 msnm). El Espacio también incluye una pequeña superficie de la sierra del Tablado, al sur del mismo. Desde el punto de vista geológico, el Espacio está dominado por los materiales silíceos (areniscas, lutitas, conglomerados) que constituyen el núcleo del macizo, si bien en las zonas periféricas aparecen materiales calcáreos (calizas y dolomías).Si al hecho de disponer de un gran rango de altitud y exposiciones, le añadimos la presencia tanto de sustratos silíceos como calcáreos y un cierto carácter de "insularidad", por estar aislado del resto de las montañas que configuran el sistema Ibérico, permiten al Moncayo albergar una flora muy diversa, con un enorme número de comunidades vegetales en muy poco espacio.
La vegetación se muestra claramente en pisos. En las zonas más bajas los melojares son la formación dominante, si bien puntualmente, ligados a los sustratos básicos, como en las inmediaciones del pico del Águila o de la muela de Beratón, se encuentran buenas representaciones de encinares y quejigares. Por encima de estos se presentan los hayedos acidófilos que forman grandes extensiones, especialmente en la cara norte. En este piso y en el inferior, son frecuentes las forestaciones de pino silvestre (Pinus sylvestris). También se pueden encontrar mosaicos de abedulares, temblonares, avellanedas, saucedas o acebedas. De enorme interés en este macizo es la presencia de las dos especies de robles atlánticos; el roble albar (Quercus petraea), relativamente común en el sistema Ibérico y el roble pedunculado (Quercus robur), que se encuentra confinado en la inmediaciones del piso oromediterráneo, estando al límite de sus exigencias ecológicas.
Por encima del límite del bosque aparece una banda de piornales dominados por Cytisus oromediterraneus, los cuales son sustituidos en las orientaciones umbrías por enebros rastreros (Juniperus communis subsp. nana) y arándano (Vaccinium myrtillus) y en niveles todavía inferiores, por brezales. En las planas calizas cerca de Beratón, aparece una interesante comunidad de matas pulviniformes entre las que destaca la presencia de sabina rastrera (Juniperus sabina), elemento que contacta este macizo con la flora del sistema Ibérico meridional. En los sustratos silíceos de niveles supraforestales, por encima de los 2000 msnm. y hasta la misma cumbre del Moncayo predominan los pastizales silicícolas crioturbados, los cuales contactan y forman mosaicos con cervunales.
Una de las formaciones más raras y finícolas en este Espacio natural son las turberas oligótrofas con esfagnos y brezos, cuya presencia se limita a unas pocas áreas de escasa superficie y aisladas unas de otras. Destaca también la presencia de roquedos calizos abruptos, de carácter umbrófilo, como la muela de Beratón en cuyas fisuras se instalan comunidades de casmófitos calcícolas. Leer más
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Sabinares de Ciria-Borobia |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Esta situado en el extremo occidental de la Comunidad Autónoma, ya en el límite con la provincia de Zaragoza. Las calizas mesozoicas conforman una altiplanicie cortada ocasionalmente por barrancos con abundancia de roquedos y canchales como los asociados al cañón del río Manubles donde, además, aparecen pequeñas cuevas y cavidades como consecuencia de la generación de procesos kársticos. Merece la pena destacar las lagunas endorreicas temporales de Ciria y Borobia por presentar una vegetación acuática de elevado interés.
Las duras condiciones climáticas y la poca profundidad de la mayoría de sus suelos, favorecen el dominio de la sabina albar (Juniperus thurifera) en este territorio. Sin embargo, no es raro que entre los sabinares aparezcan zonas donde dominan las carrascas o incluso los quejigos. Un paisaje muy interesante con quejigos y sabinas, aparece en la zona de La Mata, donde una dehesa de quejigos está siendo colonizada por sabinas. De un modo puntual aparecen formaciones de sabina mora (Juniperus phoenicea), especie que en este territorio suele buscar los enclaves más térmicos. El estrato inferior de todas estas formaciones suele estar ocupado por diferentes comunidades de pastizales y matorrales.
Los suelos más profundos de este espacio se han dedicado tradicionalmente al cultivo de cereal, aprovechamiento que se sigue manteniendo. En la actualidad ante el descenso de la presión ganadera, se viene produciendo una recuperación de las superficies de sabinares. Separada de la zona principal del espacio natural se encuentra el alto de la Bigornia, con una importante muestra de vegetación adaptada a ambientes rocosos y de pedreras de clara influencia prepirenaica. Leer más
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Sabinares del Jalon |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Forma parte de la paramera que sirve de unión entre el sistema Central y el Ibérico. El norte del espacio, con una menor altitud media, está compuesto mayoritariamente por materiales terciarios (conglomerados, arenas, lutitas y arcillas). Al sur predominan los materiales mesozoicos, fundamentalmente calizas, aunque puntualmente aparecen arenas y afloramientos de yesos. El paisaje está formado por suaves anticlinales erosionados en las zonas superiores y pequeños valles excavados por los afluentes del Jalón. En la zona oriental la paramera se mantiene menos erosionada.
El Espacio se encuentra caracterizado por albergar importantes formaciones forestales, fundamentalmente sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera), siendo representativo de estas formaciones en el Espacio la existencia de una alta densidad de pies, comparada con otros sabinares peninsulares. Es también característica la existencia de encinares de diferentes estados de desarrollo, situados fundamentalmente al amparo de barrancos y vaguadas, entremezclándose y compitiendo, en algunas zonas, con el propio sabinar. La variedad de hábitats se ve enriquecida además por la presencia de matorrales con especies de interés como Tanacetum vahlii, pequeños cauces fluviales y lagunas, y hábitats azonales como pequeños cortados fluviales, roquedos y canchales.
Dentro de los medios acuáticos destaca la laguna de Judes, situada sobre una amplia depresión de origen kárstico que marca el nivel freático del acuífero de la zona, teniendo un carácter marcadamente estacional y presentando comunidades vegetales adaptadas a la inundación temporal. Leer más
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Sierra del Moncayo |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Enclavado en el extremo oriental de Castilla y León, el macizo del Moncayo alberga la cota más elevada del sistema Ibérico (Pico de San Miguel 2.314 msnm). El Espacio también incluye una pequeña superficie de la sierra del Tablado, al sur del mismo. Desde el punto de vista geológico, el Espacio está dominado por los materiales silíceos (areniscas, lutitas, conglomerados) que constituyen el núcleo del macizo, si bien en las zonas periféricas aparecen materiales calcáreos (calizas y dolomías).Si al hecho de disponer de un gran rango de altitud y exposiciones, le añadimos la presencia tanto de sustratos silíceos como calcáreos y un cierto carácter de "insularidad", por estar aislado del resto de las montañas que configuran el sistema Ibérico, permiten al Moncayo albergar una flora muy diversa, con un enorme número de comunidades vegetales en muy poco espacio.
La vegetación se muestra claramente en pisos. En las zonas más bajas los melojares son la formación dominante, si bien puntualmente, ligados a los sustratos básicos, como en las inmediaciones del pico del Águila o de la muela de Beratón, se encuentran buenas representaciones de encinares y quejigares. Por encima de estos se presentan los hayedos acidófilos que forman grandes extensiones, especialmente en la cara norte. En este piso y en el inferior, son frecuentes las forestaciones de pino silvestre (Pinus sylvestris). También se pueden encontrar mosaicos de abedulares, temblonares, avellanedas, saucedas o acebedas. De enorme interés en este macizo es la presencia de las dos especies de robles atlánticos; el roble albar (Quercus petraea), relativamente común en el sistema Ibérico y el roble pedunculado (Quercus robur), que se encuentra confinado en la inmediaciones del piso oromediterráneo, estando al límite de sus exigencias ecológicas.
Por encima del límite del bosque aparece una banda de piornales dominados por Cytisus oromediterraneus, los cuales son sustituidos en las orientaciones umbrías por enebros rastreros (Juniperus communis subsp. nana) y arándano (Vaccinium myrtillus) y en niveles todavía inferiores, por brezales. En las planas calizas cerca de Beratón, aparece una interesante comunidad de matas pulviniformes entre las que destaca la presencia de sabina rastrera (Juniperus sabina), elemento que contacta este macizo con la flora del sistema Ibérico meridional. En los sustratos silíceos de niveles supraforestales, por encima de los 2000 msnm. y hasta la misma cumbre del Moncayo predominan los pastizales silicícolas crioturbados, los cuales contactan y forman mosaicos con cervunales.
Una de las formaciones más raras y finícolas en este Espacio natural son las turberas oligótrofas con esfagnos y brezos, cuya presencia se limita a unas pocas áreas de escasa superficie y aisladas unas de otras. Destaca también la presencia de roquedos calizos abruptos, de carácter umbrófilo, como la muela de Beratón en cuyas fisuras se instalan comunidades de casmófitos calcícolas. Leer más
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Rentos de Orchova y Páramos de Moya |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Los Rentos de Orchova es un espacio natural de clima frío y continental conformado por abruptas hoces y cañones, con dos valles muy patentes formados por los ríos Arcos y Turia, a las que acompañan de un conjunto de sierras de naturaleza principalmente caliza, relativamente elevadas y que en ocasiones superan los 1.500 m.
El lugar destaca por su elevada biodiversidad florística, al ser territorio de contacto entre los sectores biogeográficos Maestracense y Valenciano-Tarraconense, con presencia puntual de especies propias de climas mas septentrionales en umbrías frescas y enclaves más termófilos de influencia levantina en solanas. Leer más
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Serrania de Cuenca |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
La Serranía de Cuenca presenta un paisaje muy singular en el que abundan caprichosas formas geológicas derivadas de la incansable labor del agua sobre las calizas y dolomías. Entre los fenómenos kársticos más impresionantes se encuentran las simas, algunas con un gran desarrollo de espeleotemas, o las formas más evolucionadas de los lapiaces que constituyen tormos y callejones de referencia mundial (?La Ciudad Encantada?, ?Los Callejones de las Majadas? o el ?Tormagal de Muela Pinilla?). En la Serranía de Cuenca se encuentran las manifestaciones de campos de dolinas más destacables de toda España. Estas dolinas kársticas, cerradas por escarpes y localmente conocidas como torcas se encuentran muy bien representadas en las ?Torcas de los Palancares?, ?Lagunas de Cañada del Hoyo? y en las Torcas de Lagunaseca.
La acción erosiva de los principales cauces fluviales sobre las duras dolomías ha originado espectaculares escarpes y hoces. La mitad norte del espacio, encuadrada en la cuenca hidrográfica del Tajo, se encuentra surcada por sus principales afluentes que han originado importantes hoces como la Hoz de Beteta y la de Tragavivos, labradas por el río Guadiela, el cañón del río Cuervo a su paso por Solán de Cabras, el Estrecho de Priego abierto por el río Escabas o los barrancos generados por el río Trabaque. La mitad sur, perteneciente a la cuenca del Júcar, presenta numerosos farallones rocosos a lo largo de todo su recorrido, como ocurre en el límite sur de la Muela de la Madera. La gran cantidad de agua superficial y subterránea existente, aflora en interesantes manaderos originando lagunas o zonas húmedas de gran interés por sus comunidades de flora y fauna, como la Laguna del Marquesado o la Laguna de Uña. La precipitación de los carbonatos que contienen las aguas de estos ríos ha dado lugar a distintas formaciones tobáceas de singular belleza teniendo su mejor manifestación en la cascada del nacimiento del río Cuervo.
La Serranía de Cuenca cuenta con las masas forestales de pinar natural continuo más importantes de la Península Ibérica, siendo la especie principal el pino negral o laricio (Pinus nigra ssp. salzmannii). Los pinares de negral constituyen el paisaje más representativo y extenso de este espacio, estando muy asociados a su aprovechamiento maderero. Las formaciones arbustivas que suelen aparecer asociadas a estos pinares son los aliagares, los guillomares y los bujedales.
En las zonas más altas aparece preferentemente el pino albar (Pinus sylvestris), mientras que en las zonas con sustratos arenosos silíceos está presente el pino rodeno (Pinus pinaster).
También se encuentran bien representados los quejigares (Quercus faginea) y los sabinares, destacando los sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera) de Tierra Muerta donde la especie encuentra las condiciones ideales para vegetar sin competencia. Los sabinares de sabina mora (Juniperus phoenicea) dominan las laderas pronunciadas y pedregosas orientadas a solana, mientras que los sabinares rastreros (Juniperus sabina) transforman la superficie de los páramos más altos en una auténtica piel de leopardo dando lugar a formaciones de gran belleza paisajística.
Los matorrales y pastizales aparecen frecuentemente de forma salpicada en el seno de los pinares, estando muy relacionados con la actividad humana, particularmente con el pastoreo. Tal es el caso de las zonas más elevadas de Tragacete, Huélamo, Valdemeca y Zafrilla, en donde las frecuentes tormentas estivales mantienen siempre verdes los pastos de verano acogiendo al ganado ovino trashumante procedente de otras provincias.
En la Sierra de Valdemeca, enclave de naturaleza silícea, aparece un bosque relíctico de roble albar (Quercus petraea), presente también, aunque de forma puntual en Carrascosa de la Sierra, mientras que en la hoz del río Chico (Masegosa), lejos de su área de distribución podemos encontrar algunos ejemplares aislados de Quercus orocantabrica. También llegan con carácter finícola hacia el sureste el abedul (Betula pendula), así como multitud de helechos y comunidades de brezales y piornales oromediterráneos.
Al refugio de las hoces fluviales, donde se dan unas condiciones microclimáticas propias, aparece una flora singular propia de ambientes eurosiberianos (tilos, tejos, acebos, avellanos, fresnos, olmos de montaña, serbales, mostajos, álamos temblones, etc.).
La Laguna del Marquesado alberga una comunidad de plantas acuáticas únicas en España como Sparganium natans y otras extremadamente raras como Hippuris vulgaris y Utricularia australis. La orla lagunar sustenta magníficas comunidades de grandes cárices amacollados y comunidades megafórbicas de aguas frías destacando en éstas especies como Aconitum napellus, Filipendula ulmaria y Geranium collinum. En la laguna de El Tobar destacan las comunidades flotantes de nenúfares (Nymphaea alba).
Este espacio alberga uno de los núcleos de distribución de la especie Atropa baetica, considerada En Peligro de Extinción en Castilla-La Mancha debido a sus reducidas poblaciones. Presenta también otras muchas especies de flora amenazada o raras. Especies anfibias como Apium repens, que aparece en charcas temporales someras de montaña, especies propias de turberas como el junco lanudo y la pequeña carnívora (Drosera rotundifolia) o raros helechos como Phyllitis scolopendrium que aparece en zonas rupícolas umbrosas al igual que Convallaria majalis y Actaea spicata. Destaca la presencia de algunas especies de flora endémica como Armeria trachyphyla (presente solamente en suelos rocosos de Cuenca, Guadalajara y Teruel) u otros endemismos ibéricos como Saxifraga fragilis ssp. paniculata que habita en cortados calizos.
El bonetero de hoja ancha (Euonymus latifolius) también aparece en este espacio de forma relíctica en determinados microhábitat favorables, siendo una especie de distribución muy restringida en la Península Ibérica.
La Serranía de Cuenca alberga una de las mejores representaciones de los árboles monumentales de la provincia de Cuenca, como es el caso de la Zona de Palancares y Tierra Muerta que cuenta con un gran número de ejemplares susceptibles de ser considerados árboles singulares por sus excepcionales dimensiones como es el caso de los ejemplares de Pinus nigra ssp. salzmannii del Pino Abuelo (cuya edad estimada es de 500 años), el Pino Candelabro o el grupo de pinos del Tío Rojo o las sabinas albares (Juniperus thurifera) como la Sabina de la Majada del Churro, la Sabina Retratá, o el Sabinorro, etc.
El grupo faunístico es muy variado dentro de este espacio. Las rapaces tienen gran relevancia en la Serranía de Cuenca, tanto rupícolas como forestales, con importantes poblaciones de alimoche común, buitre leonado, águila culebrera, águila real, aguililla calzada, azor, águila-azor perdicera, halcón peregrino y búho real. También son abundantes la chova piquirroja y otras pequeñas aves asociadas a los cantiles, como vencejo real, avión roquero, roquero solitario y rojo, colirrojo tizón, etc. Los grandes pinares ofrecen refugio a las comunidades de pequeños paseriformes forestales como carboneros, herrerillos, mitos, agateadores, pinzones, etc.
En cuanto a los mamíferos, destacan las poblaciones de carnívoros como nutria, gato montés, garduña, tejón, zorro, etc., así como las del endémico topillo de Cabrera, que cuenta en el entorno de la Serranía Media con buenas poblaciones ibéricas, aprovechando las praderas-juncales asociadas a manantiales y pequeños arroyos.
Las colonias de quirópteros, tanto forestales como cavernícolas, abundan en las masas de bosques, así como en las cavidades existentes en la Serranía, como ocurre en la Microrreserva de la Cueva de los Morceguillos, en Valdecabras.
Las especies de ungulados silvestres, tanto autóctonas como introducidas son importantes, destacando por su interés cinegético la cabra montés.
Con respecto a los invertebrados, destaca la riqueza entomológica de la Serranía, especialmente en lepidópteros donde se han llegado a inventariar más de 140 especies de mariposas diurnas, muchas de ellas endémicas y amenazadas como la mariposa apolo (Parnassius apollo), Maculinea arion o la interesante mariposa isabelina (Graellsia isabelae).
Además están presentes insectos endémicos del Sistema Ibérico como el escarabajo Zabrus castroi o el pequeño saltamontes Steropleuros ortegai. Lucanus cervus y Buprestis splendis, especies amenazadas a nivel nacional dependen de la existencia en los bosques de madera muerta de grandes dimensiones.
El cangrejo de río (Austropotamobius pallipes) cobra un especial interés en este espacio ya que aparece relegado a las cabeceras de arroyos, manteniendo en la Serranía de Cuenca el máximo número de reductos a nivel provincial.
La zona presenta buenas características para albergar a distintas especies de reptiles y anfibios protegidos, tales como la culebra lisa europea, el eslizón ibérico, u otros como sapo partero común, el sapo corredor, el sapo de espuelas, la ranita de San Antón, el sapillo moteado común o el sapillo pintojo meridional.
Dentro de la ictiofauna, cabe señalar la población de trucha común (Salmo trutta) principal reservorio genético de la cuenca del Júcar. Otras especies piscícolas de interés son la boga de río (Chondrostoma polylepis), la colmilleja (Cobitis taenia) y la bermejuela (Rutilus arcasii).
Este espacio Natura 2000 cuenta además con numerosas figuras de protección dentro de la Red de Áreas Protegidas de Castilla La Mancha, entre las que se encuentra el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, la Reserva Natural de la Laguna del Marquesado, siete Monumentos Naturales (Hoz de Beteta y Sumidero de Mata Asnos, Serrezuela de Valsalobre, Muela Pinilla y El Puntal, Torcas de Lagunaseca, Palancares y Tierra Muerta, Nacimiento del río Cuervo y Lagunas de Cañada del Hoyo) y la Microrreserva de la Cueva de los Morceguillos. Contacta además con el Parque Natural, LIC y ZEPA del Alto Tajo, que es una continuidad de este espacio natural.
La Serranía de Cuenca es una de las zonas más despobladas de Europa, su actividad económica siempre ha estado vinculada al aprovechamiento maderero de sus bosques y al aprovechamiento de sus pastos a través de una ganadería extensiva de ovino principalmente. Dadas las características topográficas y climáticas, la agricultura se desarrolla de forma puntual en las zonas más frías del espacio, y con un desarrollo algo mayor en las zonas más bajas basado en el cultivo extensivo de cereal de secano y girasol. El cultivo del mimbre es una seña de identidad de la Serranía de Cuenca donde todavía se cultiva en las vegas de los ríos. El aprovechamiento hidráulico es muy importante en el río Júcar y Guadiela apareciendo distintas infraestructuras como embalses, canalizaciones y saltos de agua que abastecen a diversas centrales hidroeléctricas. Leer más
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Alto Tajo |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Este lugar se articula sobre la base territorial de la red de cañones y hoces fluviales que definen el río Tajo y sus principales afluentes (Hoz Seca, Tajuelo, Cabrillas, Bullones, Gallo, Arandilla y Ablanquejo), desde prácticamente su nacimiento hasta el denominado "Hundido de Armallones", lugar donde el Tajo abandona la cobertera secundaria del Sistema Ibérico adentrándose en la orla paleógena. Aguas abajo de este punto, la zona se prolonga por el curso fluvial hasta alcanzar la subzona denominada "Hoces de Arbeteta y Oter", sendos profundos barrancos de menor altitud en el dominio de los pinares de Pinus halepensis y los encinares. Tras dejar esta subzona, por vía fluvial, se conecta con la siguiente subzona "Quejigares y encinares de Trillo-La Puerta", para finalizar en la cabecera del Embalse de Entrepeñas.
Al atravesar dolomías y calizas secundarias, los ríos y arroyos se encajan en profundas hoces de escarpadas laderas y frecuentes escarpes, con frecuentes formas en cuchillos, agujas o monolitos, hábitat de una flora y fauna excepcional. La zona de Alto Tajo incluye el sistema de hoces más extenso y mejor desarrollado de Castilla-La Mancha.
La fenomenología kárstica está muy bien desarrollada en esta zona, siendo frecuentes en las superficies de erosión de estratigrafía subhorizontal (denominadas "Muelas") los campos de lapiaces, tormos, simas, cuevas, dolinas y poljes (Muela de Alcorón, Muela de Valsalobre, Muela del Machorro), los manantiales tobáceos (Puente de San Pedro, el travertino más extenso de Europa Occidental).
Donde afloran areniscas rojas triásicas (Buntsandstein) y conglomerados del permo-trías, denominados "rodenales", los ríos Gallo, Arandilla y Ablanquejo han socavado originales hoces en las que no faltan monolitos de gran espectacularidad. Aquí la vegetación predominantes es un pinar natural de Pinus pinaster con sotobosque de Quercus pyrenaica y matorral acompañante de brezal-jaral o jaral.
Existen también dos afloramientos paleozoicos de pizarras y cuarcitas, uno de los cuales (Checa-Orea-Alustante), por encontrarse a mayor altitud, conserva buen ejemplo de modelado periglaciar con importantes canchales. Es en esta zona donde las especiales características del clima (frío y húmedo) y la litología (silícea) posibilitan la aparición de comunidades higrófilas propias de otras regiones biogeográficas más norteñas, como son turberas ácidas (Caricetum fuscae), cervunales (Nardetum gudaricum, Genisto anglicae-Nardetum strictae) y brezales higrófilos (Ericion tetralicis). Es en esta zona donde aparece, aislado, un pequeño afloramiento de andesitas pérmicas que asienta una notable población de Astragalus granatensis.
Aparte de estas áreas de litología silícea, la mayor parte de la zona posee litologías básicas (con la excepción de un estrato de arenas caoliníferas facies "Utrillas" de edad albense). La vegetación aquí sigue un patrón altitudinal y climático claro, resultando dominantes en las partes altas los bosques de Pinus sylvestris y los matorrales de Juniperus sabina, en las partes intermedias, en función de la exposición y la profundidad y capacidad de retención hídrica del suelo alternan pinares de Pinus nigra ssp. salzmannii, sabinares de Juniperus thurifera, quejigares o encinares supramediterráneos. Las partes basales están ocupadas bien por pinares de Pinus halepensis, bien por encinares mesomediterráneos o quejigares. Leer más
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