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Espacios protegidos

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Nombre Figura de protección Descripción
Sierra de Guadarrama - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El espacio incluye la vertiente norte segoviana de la Sierra de Guadarrama, situada en el extremo oriental del Sistema Central, gran cordillera de disposición zonal (E-W) que separa las mesetas centrales de la Península Ibérica, alcanzando altitudes superiores a los 2.000 m. El relieve montañoso, su altitud y variable orientación, producto de la disposición de las unidades montañosas que se entrecruzan y confluyen en el Puerto de Navacerrada, elevan notablemente la diversidad de las condiciones ambientales de la Sierra de Guadarrama, otorgándole una gran variedad de ambientes y hábitats, con una flora y fauna singulares y de gran riqueza. La sierra de Guadarrama forma parte del zócalo hercínico ibérico. La constitución litológica de la sierra de Guadarrama es fundamentalmente paleozoica y está dominada por rocas silíceas metamórficas y plutónicas de carácter ácido: granitos, granitoides, gneises, cuarcitas, esquistos y pizarras. En el piedemonte aparecen zonas con restos de las cubiertas sedimentarias mesozoicas y cenozoicas que fueron más o menos desmanteladas en el proceso de la orogenia alpina. Se trata de rocas carbonatadas cretácicas (calerizos), arenas y margas miocenas, intercaladas entre glacis arenosos o limosos pliocenos o cuaternarios. Los enclaves calizos se conservan de forma alineada en las proximidades de las fallas principales que delimitan los bloques elevados centrales de la Sierra. Destaca la estratificación de la vegetación según el gradiente altitudinal, encontrándose, por encima de los 1.800 m de altitud pastos de montaña y vegetación arbustiva como piornales o enebros rastreros. Entre los 2.000 y los 1.000 m de altitud se encuentran extensas superficies de bosques de pino silvestre (Pinus sylvestris), cuya distribución se ha visto ampliada hacia las cotas basales de la sierra, acompañados de manera aislada por abedules, fresnos, tejos, acebos o serbales. Por debajo de los 1.400 m predominan los bosques de rebollos, encinas, quejigos y sabinas, acompañados de diversas formaciones arbustivas como tomillares, estepares y retamares. Numerosos arroyos y pequeños ríos atraviesan el área, formando en algunos casos profundos barrancos, y manteniendo algunos de ellos buenos ejemplos de bosques de ribera. Los paisajes de entornos rurales del piedemonte de la Sierra presentan una alternancia de setos arbustivos y arbóreos entre prados de siega y diente favorecidos por antiguas regueras, donde predominan fresnos y robles, frecuentemente trasmochados para aumentar la productividad y favorecer el pasto, dando lugar a las características dehesas boyales.
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Monte de El Pardo Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA Monte de El Pardo, cuyo origen es un antiguo coto de caza real, limita al sur con el casco urbano de la ciudad de Madrid. El monte se localiza en un entorno de clima mediterráneo de influencia continental, y se caracteriza por sus relieves suaves con pequeñas elevaciones y valles encajados sobre conglomerados y arenas arcósicas. En sus suelos predominan arenas de origen granítico procedentes de la erosión de la sierra de Guadarrama, localizada al norte de la ZEPA. Éstos se encuentran sometidos a algunos procesos erosivos que originan, localmente, barrancos y torrenteras. En la vegetación predominan las masas de quercíneas (Quercus rotundifolia) bien desarrolladas. La red fluvial se encuentra representada por el río Manzanares y el embalse de El Pardo, en el cual invernan y residen numerosas poblaciones de aves acuáticas. Por otro lado, la red viaria es escasa, apareciendo únicamente dos tramos de carretera y uno de vía férrea.
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Soto de Viñuelas Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El territorio de la ZEPA se caracteriza por su relieve suave y ondulado, dominado por un marcado clima mediterráneo-continental, con un doble periodo húmedo (primavera-otoño) y otro seco (verano). En lo relativo a su litología, destaca por la abundancia de arenas y conglomerados poco compactados que forman las facies detríticas del borde de la depresión terciaria de Madrid. Estos elementos presentan un origen mayoritariamente granítico, aunque pueden aparecer cantos metamórficos o calizos procedentes de otros lugares. La vegetación típica de la ZEPA se compone de encinares acompañados de jarales (Cistus sp.) y torviscos (Daphne gnidium). La red fluvial se encuentra escasamente representada, distinguiéndose únicamente unos pocos arroyos con desembocadura al río Jarama. Del mismo modo, la red viaria es prácticamente inexistente.
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Encinares del rio Alberche y rio Cofio Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA abarca una amplia área forestal que se extiende por todo el suroeste de la Comunidad de Madrid, limitando con las provincias de Ávila y Toledo. Se caracteriza por un clima mediterráneo templado con escasas precipitaciones. Se asienta sobre rocas graníticas, y suelos arenosos procedentes de la alteración de estas, y sobre rocas metamórficas constituidas por gneises glandulares y micáceos. Además, aparecen algunas calizas cristalinas y afloramientos de rocas filonianas, perteneciendo todo el conjunto al Paleozoico. En cuanto a la vegetación, se distinguen dos zonas claramente diferenciadas. Al norte aparece un relieve montañoso dominado por formaciones de Quercus ilex, Pinus pinea y Pinus pinaster. La zona centro y sur es de suaves relieves dominada por dehesas de Quercus ilex, más o menos densas, con manchas de matorral mediterráneo, pastos y encinares mixtos. La red fluvial principal se compone de los ríos Alberche y Cofio, incluyendo el primero los embalses de Picadas y de San Juan. La red viaria es bastante compleja al estar compuesta por diversas carreteras.
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Alto Lozoya Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA del Alto Lozoya se caracteriza por el gran desnivel altitudinal de su territorio y por la dominancia de pinares montanos, con predominio de la especie Pinus sylvestris. Su cota máxima es 2.428 m, que se alcanza en el pico de Peñalara, siendo la mínima 1.148 m. Limita por el oeste con la provincia de Segovia y se caracteriza climatológicamente por abundantes lluvias (que superan los 1.000 mm anuales), siendo los inviernos largos y fríos. El territorio de la ZEPA se corresponde con una depresión tectónica que separa en dos formaciones montañosas la sierra de Guadarrama. Se encuentra constituida mayoritariamente por granitos y esquistos metamórficos, dominando posteriormente, según avanzamos al norte, los gneises y cuarcitas. En la franja altitudinal de los 1.700-2.100 metros dominan las formaciones vegetales de Pinus sylvestris y Juniperus communis, constituyendo este el hábitat dominante para la especie principal de la ZEPA: Aegypius monachus. De su red fluvial, cabe destacar la red de arroyos que confluyen para dar lugar al río Lozoya. La red de vías de comunicación es escasa.
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Obarenes-Sierra de Cantabria Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Con una superficie de 5.166 ha, el espacio “Obarenes-Sierra de Cantabria” está constituido por una alineación montañosa con orientación preferente este-oeste y litologías calcáreas, con abundancia de cortados rocosos, que comprende las sierras que limitan por el norte la Depresión del Ebro y la separan de las cuencas de Miranda y Treviño. El espacio está formado por dos unidades separadas por el cañón que forma el río Ebro en las Conchas de Haro: una occidental correspondiente a los Montes Obarenes con altitudes medias de 800-900 m, y otra oriental al este del Ebro, la Sierra de Cantabria-Toloño, de aspecto más compacto y con una línea de cumbres entre los 1.000 y los 1.264 m de altitud. Predominan las orientaciones a mediodía sobre materiales calcáreos en las que el paisaje, como consecuencia de las antiguas prácticas ganaderas, se caracteriza por la abundancia de matorrales (bujedos, sabinares de Juniperus phoenicea, coscojares y aulagares), a los que acompañan extensos encinares y quejigares en las laderas al pie de los cortados y extensas repoblaciones de pinos. Destacan por su singularidadlos bosques de encinas con abundancia de madroño, muy escasos en La Rioja, así como las extensiones de matorrales arborescentes con sabinas y coscojas.
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Sierra de Alcarama y Valle del Alhama Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Con una superficie de 10.216,79 ha, el espacio denominado “Sierra de Alcarama y Valle del Alhama” constituye un espacio representativo de la montaña ibérica de carácter más mediterráneo en La Rioja. Está formado por un conjunto de sierras de escasa altitud, con cortados rocosos, que encuentran la cota más alta en el Cerro Monegro (1.187 m), en un territorio con predominio de suaves relieves en torno a los corredores fluviales del Alhama y sus afluentes. El matorral mediterráneo con romero, tomillo, aulaga, sabina mora y coscoja es el claro protagonista del paisaje, fruto de la intensa utilización agrícola y ganadera de otras épocas. La presencia de sustratos ricos en yesos propicia además el desarrollo de interesantes matorrales gipsícolas.
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Peñas de Iregua, Leza y Jubera Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Conjunto de roquedos que marcan la transición entre el Valle del Ebro y el Sistema Ibérico, en los que se encajan los ríos Leza, Iregua y Jubera. El sustrato lo forman conglomerados, calizas (generando alguna forma kárstica) y yesos, sobre el que aparecen extensas superficies de matorral, bosques de encinas y quejigos, y repoblaciones forestales con pino laricio (Pinus nigra) y pino silvestre (Pinus sylvestris).
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Peñas de Arnedillo. Peñalmonte y Peña Isasa Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Con una superficie de 3.436,63 ha las Peñas de Arnedillo, Peñalmonte y Peña Isasa componen una alineación de sierras calizas con altitudes medias entre los 1.100 m y 1.200 m (con su punto más alto en Peña Isasa, 1.474 m) que se suceden a lo largo de aproximadamente 15 km en dirección noroeste-sureste, en el contacto entre el Sistema Ibérico y el Valle del Ebro. El espacio presenta fuertes pendientes que, en más de la mitad del territorio superan el 25%. Las máximas inclinaciones se registran en el sector occidental, concretamente en las Peñas de Arnedillo y en la ladera meridional de Peñalmonte. En su interior se encuentran algunas vetas de carbón, lo que explica que todavía hoy sean visibles restos de antiguas excavaciones mineras, instalaciones, pozos y galerías. También emergen de las entrañas de estas tierras aguas termales con grandes propiedades terapéuticas, de las que se puede disfrutar en el balneario de Arnedillo y las pozas aledañas que surgen a orillas del río Cidacos. El sustrato calizo y la climatología de carácter mediterráneo, unidas a una fuerte degradación de los suelos, hacen que la formación vegetal que predomine sea el matorral. Testigos de la vegetación potencial de la zona, persisten algunos bosquetes de carrasca. Desde los años sesenta las repoblaciones de coníferas han protegido de la erosión estos suelos que se encontraban intensamente deforestados; en las últimas décadas, al disminuir la presión humana, los matorrales mediterráneos han recolonizado el territorio.
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Sierras de Demanda, Urbion, Cebollera y Cameros Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Gran espacio de montaña ibérica en el sur de La Rioja, que comprende las Sierras de la Demanda, Urbión, Cebollera y Cameros, junto a los valles de los ríos Oja, Najerilla, Iregua y Leza. Este es el espacio de mayor extensión, abarcando un tercio de la superficie de La Rioja, en el que las condiciones ambientales favorecen la presencia de grandes masas forestales. La cabaña ganadera todavía es importante predominando el ganado vacuno y ovino, aunque hasta hace unos 100 años era mucho mayor y predominaba el ganado lanar trashumante. Son importantes los aprovechamientos forestales que se gestionan en el marco de los Montes de Utilidad Pública, y también los cinegéticos, coincidiendo con la Reserva Regional de Caza Demanda - Cameros. Con una superficie de 138.607 ha constituye el gran espacio de la Red Natura representativo del Sistema Ibérico Septentrional en La Rioja, se extiende por las cuencas altas de los ríos Oja, Najerilla, Iregua y Leza, y reúne las sierras y cimas más elevadas de la región, con altitudes que oscilan entre los 1.500 m de Monte Real y los 2.271 m del pico San Lorenzo. La localización de este espacio en el nexo geográfico entre la región atlántica y la mediterránea, la altitud y orientación de las sierras dotan a este espacio de unas características bioclimáticas muy singulares en el conjunto de la región biogeográfica mediterránea en España. Hábitats y especies de distribución predominantemente eurosiberiana (hayedos, bosques mixtos de frondosas, perdiz pardilla, etc.) encuentran en este espacio montañoso uno de los pocos enclaves en los que aparecen dentro de la región Mediterránea en España Sin duda, su principal seña de identidad son los extensos bosques. Los encinares, rebollares y quejigares de las zonas más bajas van dando paso conforme se gana en altura a los hayedos, la formación más extensa de todas. En las zonas de cumbres, dominadas por los matorrales y pastizales de alta montaña ibérica, aparecen también algunos rodales de pino negro, como los del Castillo de Vinuesa. Mención especial merecen el conjunto de humedales de la sierra de Urbión, una reliquia glaciar totalmente aislada desde el punto de vista biogeográfico que acoge un alto porcentaje de endemismos y especies de montaña.
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Valle de Iruelas Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El valle de Iruelas se encuentra situado en la vertiente norte de la sierra de Gredos, en su límite más oriental, estando conformado por un valle fluvial con importantes gargantas y arroyos laterales que tributan al Alberche, siendo el principal el de Iruelas. Estas sierras se formaron en la era Primaria y aunque toda la zona de Gredos sufrió una remodelación en el Cuaternario, aquí fue poco notable, presentando, por lo tanto y debido a su antigüedad, unos perfiles redondeados, incluso en los cerros más altos tales como la Escusa o la Cabeza la Parra. Sus suelos son de textura arenosa, muy permeable, básicos y pobres en nutrientes. Pese a sus reducidas dimensiones, este Espacio se caracteriza por su intrincada orografía, lo que propicia una considerable gama de orientaciones y exposiciones que posibilitan ciertos microclimas capaces de acoger una variada vegetación que contrasta con las cumbres y los pequeños neveros. Se caracteriza por ser un relieve típicamente germánico, donde la reactivación de las fallas ha provocado su compartimentación en horst y grabens, dos de los cuales están relacionados con el Valle de Iruelas, el horst de Gredos Oriental y el graben del Alberche. Junto a ellos se pueden destacar las superficies de cumbres, por encima de los 1600-1700 m, que forman lomas o crestas con fenómenos periglaciares y pequeños neveros que conservan la nieve hasta primavera y los rellanos, lomas y hombreras son zonas planas o de escasa pendiente con aparición de navas, consecuencia de fenómenos hidromórficos y coluviones en las laderas más bajas. Una de las características de este Espacio son las cuencas de recepción torrencial, localizadas a partir de la línea de cumbres, recogen el agua de las precipitaciones y dan origen a torrentes y gargantas en las que la erosión lineal es más importante que la areolar, creando pequeños valles en forma de V. El fondo de los barrancos, torrentes y arroyos están recubiertos por depósitos aluviales. Siendo la variable que más influye sobre la vegetación el gradiente altitudinal, la mayoría de sus laderas aparecen cubiertas por un valioso bosque formado por una gran diversidad de especies donde el pino resinero (Pinus pinaster), implantado en antiguas repoblaciones, se presenta como especie principal, favorecido por su explotación histórica, aunque pueden localizarse rodales con ejemplares de gran porte de pino albar (P. sylvestris) y de pino laricio (P. nigra). Además de estas coníferas, en las laderas y el fondo del valle se pueden encontrar rodales de roble melojo o rebollo (Quercus pyrenaica), tejos (Taxus baccata), enebros (Juniperus communis), acebos (Ilex aquifolium) y castaños (Castanea sativa). Asociados a los cursos de agua del fondo del valle encontramos alisedas (Alnus glutinosa) junto a las que se pueden observar pies de olmo de montaña (Ulmus glabra). Los incendios forestales, la ganadería y la tala secular de quercíneas han modificado la cubierta vegetal del Espacio Natural, favoreciendo la extensión del matorral, a base de cambrón (Echinospartum barnadesii), piorno serrano (Cytisus purgans), enebro rastrero (Juniperus alpina), escobonales (Genista florida), jara pringosa (Cistus ladanifer) o piorno florido (Cytisus multiflorus) entre otros. En los enclaves más rocosos aparece un caméfito interesante, la manzanilla de Gredos, planta muy apreciada en la medicina popular que debe ser conservada debido a la regresión que sufre en el resto del macizo gredense. Los pastizales de las cotas más altas se encuentran formados por los cervunales típicos de toda la sierra de Gredos.
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Carrizales y sotos de Aranjuez Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio localizado al sur de la Comunidad de Madrid, que limita con el curso medio del río Tajo. Abarca tanto este curso fluvial y sus riberas, como los abundantes arroyos que confluyen por su margen izquierdo, incluyendo las laderas y cerros que lindan con sus terrazas. Esta abundancia de arroyos que drenan el páramo toledano (mesa de Ocaña) favorece el establecimiento de importantes formaciones de saladares (como en los arroyos de la Cavina y del Corralejo en la finca de la Flamenca), carrizales (como el de Villamejor o el del Soto del Lugar), humedales (como el mar de Ontígola) y pastizales en terrenos encharcados (como la finca de las Infantas). La climatología se caracteriza por precipitaciones escasas, con un promedio anual de 450 mm, y por tener veranos secos y calurosos. Geológicamente, se encuentra dominado por terrazas bajas asociadas al río Tajo, llanuras de inundación y antiguos canales o meandros abandonados. Los materiales dominantes son las gravas aluviales y de terrazas y los limos en las llanuras de inundación. En las laderas aparecen materiales terciarios, margas yesíferas y areniscas, favoreciendo de esta forma la dominancia de ambientes halófilos. La vegetación se encuentra representada por formaciones arbustivas y subarbustivas, siendo destacables las formaciones palustres (Phragmites sp. y Typha sp.), los tarayales y los matorrales halófilos (sapinares, juncales, orzagales, fenalares). La red hidrográfica principal se encuentra dominada por el río Tajo, mientras que la red viaria incluye carreteras, autopistas y líneas férreas.
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Embalse de las Cañas Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Desde el punto de vista geológico, este humedal se asienta sobre sedimentos cuaternarios asociados al sistema aluvial del río Ebro, en contacto con los depósitos detríticos datados como del Mioceno, asociados al terciario continental de la Cuenca del Ebro (arcillas y areniscas). El factor principal que determina el emplazamiento geológico de este humedal esta definido por la evolución de los sistemas aluviales del río Ebro, que han dado lugar a la formación de pequeñas depresiones que, posteriormente, se ven agrandadas mediante procesos de lavado de finos y compactación, además de la construcción de diversas obras de infraestructura que han modificado el volumen de agua almacenada. Litológicamente se localiza sobre un conjunto detrítico formado por arcillas y limos con cantos, con un espesor medio de unos 5 m, que constituyen los cauces fluviales de los arroyos principales que desembocan en este embalse. La alimentación de esta zona húmeda se realiza mediante el aporte de aguas superficiales procedentes de los ríos y arroyos que desaguan en este humedal, por aguas subterráneas procedentes del acuífero aluvial cuaternario constituido por las terrazas bajas y por la llanura de inundación del Ebro, y por la precipitación directa del agua de lluvia sobre el propio humedal. La aportación que garantiza actualmente el llenado del embalse se produce mediante una derivación controlada desde el arroyo Longar. Estas aportaciones las recibe directamente la balsa vieja, llenándose en primer lugar hasta rebasar el dique que separa ambas balsas por su límite norte. A partir de este momento, comienza a llenarse la balsa nueva. El desagüe del humedal se realiza por dos salidas de riego, una en cada embalse. La principal, situada en la balsa nueva, y la otra, de uso secundario, ubicada en la balsa vieja. El máximo uso del agua del embalse se realiza durante los meses de primavera y verano para satisfacer las necesidades de riego. Los niveles mínimos se alcanzan en agosto. El volumen de agua acumulado por el embalse en un año medio se estima en 1,158 hm3 por los aportes del río Longar y 0,428 hm3 por precipitación directa. Las salidas se cuantifican en 0,623 hm3 por evaporación y 0,274 hm3 de evapotranspiración. Estas cifras nos dan un total de 0,7 hm3 acumulados para un año medio. Las aguas de este humedal presentan facies del tipo sulfatado-clorurado sódico, lo que indica su relación con los materiales del arcillo-evaporíticos del Terciario continental. Atendiendo a la concentración salina, son aguas subsalinas (entre 1.200 y 1.500 µS/cm), aunque hay que señalar que se detecta un pequeño aumento en la salinidad del agua de la balsa respecto a la de entrada, lo que se refleja en los valores de conductividad. La composición del agua de entrada al Embalse es de tipo bicarbonatada cálcica y evoluciona a sulfatada sódica ya en el embalse. Los parámetros físico-químicos característicos aumentan de valor en el agua del embalse, salvo en el caso del CO2 libre, cuya concentración disminuye ligeramente. El embalse se sitúa en un área dominada por usos agrícolas. La mayor parte del área está ocupada por cultivos herbáceos (cereal). También existen olivares y viñedos completando la gama del policultivo mediterráneo (vid-olivo-cereal). Próximos a la laguna también se encuentran áreas ocupadas por plantaciones forestales (cipreses), huertas, y un polígono industrial cercano a la ciudad de Logroño. Las aguas del embalse han sido tradicionalmente utilizadas para el riego de las vegas del río Ebro. La titularidad del embalse es del Ayuntamiento de Viana y la Comunidad de Regantes de Viana es la que tiene una concesión de la Confederación Hidrográfica del Ebro para el aprovechamiento de las aguas (del río Perizuelas) para riegos desde el Embalse. A su vez el Ayuntamiento de Viana tiene una importante concesión de agua para riego desde el río Ebro, de 450 l/seg. en 16 horas, de los cuales 353 l/seg están cedidos al Sindicato de Riego, para atender a las necesidades de la Zona Regable Viana I. Solo esta concesión desde el río Ebro es superior a las necesidades de riego actual, que según datos aportados por Riegos de Navarra las estima en torno a 1,8 hm3, con un consumo medio de 4.760 m3/ha anuales. El principal uso que se produce en el Embalse de las Cañas es el recreativo. Más de 3.000 personas visitan la zona anualmente. El espacio cuenta con una oferta consolidada de recursos para el uso público (Observatorio de aves, senderos, folleto divulgativo, materiales educativos, etc.), a la que se ha unido en los últimos años un proyecto de ámbito regional de turismo ornitológico.
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Estepas cerealistas de los rios Jarama y Henares Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA se encuentra comprendida entre los cauces de los ríos Jarama (al oeste) y Henares (al sur). Se caracteriza por un clima mediterráneo semiárido (precipitaciones medias anuales de 350-400 mm) y un largo periodo de sequía estival. Su territorio presenta un relieve suave con ligera pendiente hacia el suroeste. Sobre las terrazas fluviales se localizan depósitos aluviales y detríticos, compuestos por cuarcitas mezcladas con limos rojos. La vegetación potencial en las cuestas y terrazas altas son los encinares, observándose importantes manchas seriales de degradación de los mismos en las que predominan formaciones de retamares (Retama sphaerocarpa). La red fluvial principal en el lugar se compone de un único río: el Torote. La red viaria es bastante densa, incluyendo carreteras y autopistas.
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Cortados y cantiles de los rios Jarama y Manzanares Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA incluye las zonas de páramos, vegas, cuestas y cantiles asociadas a los cursos bajos de los ríos Jarama y Manzanares. La climatología en esta zona se caracteriza por importantes variaciones en las temperaturas medias (entre 6ºC en invierno y 25ºC en verano) y por una precipitación media anual de entre 440 y 490 mm. En general abundan los relieves llanos, con suaves ondulaciones, aunque con importantes escarpes de disposición paralela a los cursos fluviales principales. La ZEPA incluye dos dominios geológicos principales: por un lado materiales neogénicos terciarios de yesos, arcillas, margas, conglomerados, arenas y calizas y silex en las zonas altas; y por otro lado materiales cuaternarios en las terrazas, llanuras de inundación y abanicos aluviales. Esta abundancia de materiales sedimentarios ha favorecido la gran proliferación de actividades extractivas de áridos para abastecer las necesidades urbanísticas de una gran ciudad como Madrid. La red fluvial principal se encuentra asociada a los ríos Jarama y Manzanares, mientras que la red viaria, dada su cercanía al área metropolitana de Madrid, es muy compleja y se compone de carreteras, autopistas y líneas férreas.
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