Aller au contenu principal

Espacios protegidos

Seleccionar filtros

Nombre Figura de protección Descripción
Urkiola Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Los montes del Duranguesado, en el sureste de Bizkaia, se caracterizan por la alineación de grandes crestas calizas que se elevan, casi en vertical, sobre los valles atlánticos del Atxondo, Arratia, Otxandio y Aramaio, entre las cuencas de los ríos Ibaizabal y Arratia. Forman esta alineación, de oeste a este, Aramotz-Mugarra-Untzillatx-Aitztxiki-Alluitz-Anboto, con cimas máximas que alcanzan los 1.300 m. Esta cadena se ve cortada por dos angostos desfiladeros: Mañaria y Atxondo. De esta cadena principal salen hacia el sur dos ramales: Eskuagatz y Arangio. Desde el extremo meridional de Eskuagatz los roquedos van perdiendo altura en dirección oeste hasta las proximidades de Dima. Todos estos montes tienen una topografía sumamente abrupta, con roquedos, lapiaces y canchales. Desde Eskuagatz parte una cresta de perfiles redondeados que, pasando por Saibigain, Urkiola y Urkiolamendi, llega hasta Pol-pol y, además de servir de divisoria de aguas entre el Cantábrico y el Mediterráneo, cierra por el sur las cubetas de Mañaria y Atxarte y va cayendo con suaves pendientes hacia Otxandio y Olaeta. Desde el punto de vista paisajístico, estas peñas y montes conforman un entorno de gran belleza y espectacularidad, que, además, es observable desde una amplia cuenca, dada la relativa amplitud de los valles adyacentes. Toda la zona de cresteríos y roquedos está conformada por calizas arrecifales del Aptiense-Albiense (Cretácico Inferior) fuertemente karstificadas, por lo que se forman numerosas cuevas, grietas, dolinas, simas, etc. Estos peñascos se elevan bruscamente de los valles gracias a la erosión diferencial, que ha preservado las rocas más duras. Las calizas arrecifales dan lugar a suelos básicos pero de escasa cobertura. La zona comprendida entre Atxarte, Saibigain, Oleta y Zabalandi, es decir, la mayor parte del resto del área, está formada por areniscas del Albiense (Cretácico Inferior). Este sustrato da lugar a suelos ácidos y de textura arenosa. Además existe una banda de margas y arcillas del Aptiense-Albiense (Cretácico Inferior) entre Mañaria e Iturriotz. Los suelos a que da lugar suelen ser de carácter ácido, debido fundamentalmente al lavado por las fuertes precipitaciones que se registran en la zona. El pastoreo extensivo, ancestral, ha sido la base de subsistencia para un buen número de habitantes de la comarca. Esta actividad ha propiciado una fuerte deforestación en la zona. A este fenómeno han contribuido también la tala de árboles para madera de construcción, el carboneo y la extracción de leñas. Buena parte de los matorrales de sustitución y algunos bosquetes más o menos alterados que quedaban a principios de siglo han sido utilizados para la plantación de especies arbóreas de crecimiento rápido, principalmente coníferas, como Pinus radiata, Chamaecyparis lawsoniana y Larix kaempferi. Los trabajos forestales han traído consigo la construcción de numerosas pistas y la remoción de muchas parcelas. Las rocas calizas que conforman estos montes han gozado de gran fama por su calidad para la construcción en general, por ello son numerosas las canteras que se han explotado en el área de Urkiola. Una parte de ellas se encuentran cerradas y abandonadas, aunque las de mayor envergadura, siguen en activo. Para las existentes en el interior del espacio, en el desfiladero de Atxarte, se ha aprobado un plan de restauración. La afluencia de público a estos montes es muy elevada, especialmente en el área del puerto de Urkiola. En ella se sitúa el Santuario de San Antonio, de gran tradición religiosa y donde se celebran gran número de peregrinaciones, romerías, etc. Además, es un buen punto de partida para muchas rutas montañeras y está dotado de aparcamientos, bares-restaurante y áreas recreativas. Estos montes han sido y son unos de los más frecuentados por los amantes de los deportes de montaña y en ellos, concretamente en Atxarte, se sitúa una veterana escuela de escalada.
Leer más
Lea ibaia / Rio Lea Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
El río Lea es un río cantábrico cuya cuenca abarca 82 km2. El curso principal recibe los aportes de un gran número de pequeños arroyos, desde su nacimiento en el monte Oiz hasta su desembocadura en la localidad costera de Lekeitio. Se trata de una cuenca menos poblada que otras vecinas, sin grandes núcleos de población ni zonas industriales, siendo Aulestia en su tramo medio y Lekeitio, en su estuario, los dos enclaves urbanos más importantes. Los prados y las plantaciones forestales (pinos y eucaliptos) dominan el paisaje. Del bosque autóctono quedan pequeños reductos de robledal y algunas laderas cubiertas de encinar cantábrico. El estrecho fondo del valle por donde discurre el río Lea está aprovechado con cultivos, prados y, en menor medida, plantaciones forestales. En muchos casos, la aliseda se ve reducida a una fila discontinua de árboles, llegando los mencionados usos prácticamente hasta el cauce. Enlos tramos altos la vegetación de ribera está mejor conservada y en ella crecen alisos, robles, fresnos y avellanos. El angosto valle del Lea está formado por terrenos de areniscas y arcillas en su tramo alto y calizas en buena parte de su recorrido. El lecho fluvial es pedregoso hasta su desembocadura, en la que la arena y limos dominan al conformarse una pequeña marisma.
Leer más
Artibai ibaia / Rio Artibai Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La cuenca del río Artibai, de unos 103 km2 de superficie, es la más oriental de Bizkaia y se extiende en dirección sur-noreste. Prácticamente toda la longitud del río (unos 25 km) se ha integrado en el espacio, desde su nacimiento en el monte Oiz (1.026 m) hasta su desembocadura en el pueblo pesquero de Ondarroa. En la zona alta de la cuenca dominan los usos agropecuarios y forestales, siendo frecuente que los prados y las repoblaciones de pinar (Pinus radiata) lleguen hasta el mismo cauce o bien la ribera se encuentre deforestada y colonizada por zarzas y herbáceas. Sin embargo, todavía subsisten retazos de vegetación de ribera bien conservada, con aliso, fresno y avellano. Como restos de los bosques autóctonos en la cuenca quedan algunos encinares cantábricos, principalmente sobre las calizas de la margen izquierda del río. El lecho fluvial es pedregoso, con predominio de bloques o piedras, que alternan con gravas y arenas. Esto es reflejo de la variedad de sustratos por los que discurre el río Artibai, alternando las calizas con la arcilla y arenisca. Sobre las piedras del lecho del río es muy abundante la vegetación de algas y musgos. En los bordes del cauce crecen graccantidad de helechos y hepáticas. En el tramo más bajo del río Artibai las condiciones cambian sustancialmente. En Markina se convierte en un río urbano, con canalizaciones para evitar las inundaciones y riberas deforestadas en su mayor parte, por lo que prolifera la vegetación herbácea, tanto en las riberas como dentro del cauce. La actividad industrial en los márgenes del río adquiere cierta importancia. De esta forma, la ría y el estuario del Artibai carecen de elementos ecológicos sobresalientes.
Leer más
Artikutza Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Se encuentra en el extremo occidental de la cadena pirenaica, apenas a 25 kms de la costa cantábrica. Con un limite bien perfilado por un circo de montañas de relieve accidentado y laderas pronunciadas, forma la cabecera de la cuenca del Añarbe, dirigiendo sus aguas por el río Urumea hasta la desembocadura en el mar Cantábrico. El sustrato geológico está constituido mayoritariamente por esquistos y pizarras aunque destaca la presencia de granitos en la parte norte y pequeños afloramientos de areniscas cuarcíticas y calizas marmorizadas intercalados en el resto. Caracterizado por una climatología de tipo atlántico, muy húmeda y templada, con precipitaciones superiores a los 2.700 mm anuales, muestra una red hidrográfica extensa con gran profusión de manantiales, arroyos, regatas y ríos que mantienen caudal permanente durante todo el año. En el año 1919 este territorio fue adquirido por el Ayuntamiento de Donostia - San Sebastián con el fin de dedicarlo al abastecimiento de agua de la ciudad, debido a sus abundantes recursos hídricos y la calidad de sus aguas. A partir del momento de su adquisición, se abandonaron actividades económicas anteriores y se iniciaron trabajos de mejora y protección de la cuenca, incluyendo la construcción del embalse de Enobieta dentro de la finca, para favorecer la captación y el abastecimiento. La finca de Artikutza se caracteriza por presentar dos zonas bien diferenciadas. Las zonas con mejor accesibilidad se caracterizan por una fuerte intervención humana que ha traído consigo la implantación de especies de forma artificial desde los años 30. Las zonas abruptas, sin accesos, albergan formaciones naturales de bosque maduro principalmente de haya. Esta distribución corresponde a los usos pasados realizados sobre el territorio. Las ferrerías que inicialmente se explotaron, pronto dejaron paso a la producción de carbón de madera y explotaciones de madera y de hierro, lo que trajo como consecuencia una muy importante merma de la superficie forestal. Esta se fue poblando de especies implantadas de forma artificial, que ocupan gran parte de la superficie. La vegetación potencial, según las series de vegetación de Navarra (LOIDI y BASCONES, 1995) corresponde a: 1- Serie cantabroeuskalduna de los robledales pedunculados, cuya vegetación potencial es un bosque alto y espeso, constituido casi en exclusiva por el roble común, y esporádicamente otras especies como el abedul, mostajo o serbal. También está presente el marojo o roble pirenaico. 2- Serie cantabroeuskalduna y pirenaica occidental de los hayedos acidofilos, cuya vegetación potencial es un hayedo de elevada talla y esbelto porte, que raramente comparte con otra especie: algún roble, abedul o serbal de cazadores. El sotobosque es muy pobre. 3- Geoserie fluvial cantabroatlántica oriental de las alisedas, que se disponen a lo largo de las márgenes del río Urumea y de las regatas, formando un bosque en galería. Este aliso convive también con el fresno y a veces con el avellano. Se trata de un bosque húmedo y sombrío sobre suelos turbosos, siempre húmedos. La vegetación actual, como ya hemos descrito, se corresponde en parte con la potencial, sobretodo en la mitad sur del territorio, con el haya y el roble como especies más destacadas. Las repoblaciones artificiales están presentes en Artikutza, ocupando 283 hectáreas las de coníferas (pino silvestre, pino laricio, abeto rojo…) y 86 hectáreas las de frondosas (roble americano…). Se distribuyen principalmente en la zona norte de la finca, por encima del embalse, aunque hay también presencia en la zona más central. Son inexistentes en el Sur, coincidiendo con las zonas de mayor pendiente e inaccesibilidad.
Leer más
Rio Bidasoa Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Desde el punto de vista geológico, el ámbito del Lugar se encuentra en el subdominio Nor-Pirenaico del Dominio Pirenaico, formado por el Macizo de Aya-Cinco Villas. En él afloran materiales que abarcan edades desde el Paleozoico al Cuaternario, con la ausencia de formaciones sedimentarias correspondientes al Terciario. Respecto a la distribución geográfica de estos materiales, el paleozoico está principalmente representado en la zona norte del Lugar y, a grandes rasgos, esta época está representada por una amplia serie de formaciones metamórficas, que abarcan desde el Ordovícico al Carbonífero, constituidas principalmente por litologías de pizarras con areniscas y grauwacas, pizarras carbonosas, esquistos y esquistos con intercalaciones arenosas, de carácter impermeable, que ocupan la mayor parte de la región, y de afloramientos de areniscas, cuarcitas, dolomías y calizas, de carácter permeable, que ocupan superficies de menor extensión dentro de la cuenca del Bidasoa. En cambio, en los tramos más altos del Lugar afloran, principalmente, los materiales del mesozoico; calizas y dolomías del jurásico; arcillas, areniscas y conglomerados del triásico y flysch del cretácico. Respecto a la geomorfología de la cuenca, la zona más alta del Lugar, entre el puente de acceso a Bertiz y Doneztebe/Santesteban, el río Bidasoa tiene una dirección predominante E-O, con un perfil amplio y con pendientes suaves, donde existen tramos con llanuras de inundación amplias. Una vez que el río recibe las aguas de la regata Ezkurra en Doneztebe/Santesteban, la dirección dominante es S-N, transcurriendo por un valle mucho más estrecho con un relieve mucho más abrupto. Los materiales paleozoicos por donde transcurre, han permitido la formación de niveles de terraza y depósitos aluviales importantes, proporcionando tramos donde el valle se amplia y el relieve se suaviza. En numerosas ocasiones se forman marcados meandros. La zona se encuentra fuertemente influenciada por el Macizo de Cinco Villas. Tanto el Bidasoa como los tributarios incluidos en el Lugar tienen un marcado carácter pluvial-oceánico, caracterizado por las abundantes precipitaciones que principalmente se producen entre los meses de noviembre y abril. Y es en esta fase invernal fundamentalmente, cuando se registran las crecidas, con una media de 10 crecidas al año. El estiaje tan sólo dura 80 días, con aportaciones que superan los 12 hm3 en los meses de menor caudal, pudiendo provocarse un mayor estiaje debido a las derivaciones de caudal provocadas por los aprovechamientos hidroeléctricos, especialmente en el río Bidasoa. En la cuenca del Bidasoa existen cinco estaciones de aforo que miden los caudales circulantes. En el eje principal existen tres, una en la parte baja del río, en Endarlatsa, situada en el Territorio Histórico de Gipuzkoa (gestionada por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) y que aporta los datos de toda la cuenca de territorio navarro. Otra en el tramo medio, instalada en 2011 en Legasa y también perteneciente a la CHC, y otra en la parte más alta, en Oharriz. Esta última propiedad del Gobierno de Navarra. Por otro lado, la regata Zeberia y el río Ezkurra tienen la suya propia, también pertenecientes al Gobierno de Navarra. Los datos en Legasa en el centro de la cuenca (280 km2) del año hidrológico 2011-2012 indican una dinámica muy similar a la del tramo más alto. La aportación media anual es de 183,534 Hm3. Los meses con mayores precipitaciones son noviembre y abril. Por el contrario, octubre agosto y septiembre resultan ser los meses con menor caudal circulante. El caudal medio anual es de 5,820 m3/s, oscilando entre un mínimo de 1,913 m3/s y un máximo de 14,359 m3/s. En cuanto al tramo bajo, según los datos recogidos en la estación de aforos de Endarlatsa, en el periodo entre los años hidrológicos 1969/1970 y 2011/2012, la aportación media en la cuenca (671 km2) es de 765,171 Hm3/año. El caudal medio anual de la cuenca en este punto es de 24,263 m3/s, con valores medios mensuales que oscilan entre 9,90 en el año 2001/2002 y 40,77 m3/s en el 1977/1978. El Lugar se encuentra en la Región Eurosiberiana (subregión Atlántico-Centroeuropea), dentro de la provincia atlántico europea y el sector cántabro-euskaldun, distrito euskaldun oriental (Loidi & Báscones 2006). Se enmarca en un ambiente de suelos húmedos y bosques caducifolios propios de la Navarra atlántica. Sin embargo, el Lugar se limita fundamentalmente a una estrecha banda determinada por el curso de agua, que se corresponde con la geoserie fluvial cantabroatlántica oriental de las alisedas (Hyperico androsaemi-Alno glutinosae S.) y la serie climatófila asturiano-euskalduna de las fresnedas con robles pedunculados termohigrófilas (Polysticho setiferi-Fraxino excelsior S.). En ocasiones la serie cantabroreuskalduna de los robledales pedunculados (Hyperico-pulchri-Querco roboris S.) conecta directamente con el cauce en tramos dónde éste discurre encajonado. Únicamente en la zona de San Juan Xar el Lugar se amplía, abarcando una zona más extensa de la serie de las fresnedas con robles y de los robledales pedunculados. El Lugar destaca por la importancia de las comunidades animales ligadas a los cursos fluviales que alberga. Entre la ictiofauna presente en el Lugar, encontramos especies migradoras anádromas como el salmón (Salmo salar), sábalo (Alosa alosa) y lamprea marina (Petromyzon marinus) y la catádroma anguila (Anguilla anguilla). Además de estas especies, entre la ictiofauna destaca el coto o burtaina (Cottus aturi) presente en las pequeñas regatas tributarias del Bidasoa. Otras especies ligadas a los medios acuáticos con presencia en el Lugar son la nutria (Lutra lutra), el visón europeo (Mustela lutreola) y el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus). Durante los trabajos de campo para la redacción de estas bases técnicas también se ha confirmado la presencia del gasterópodo Elona quimperiana (incluida en los Anexos II y IV de la Directiva Hábitats). También está presente el odonato Oxygastra curtisii (Anexo II de la Directiva Hábitats), recientemente citado en el Lugar. Entre las aves acuáticas presentes destacan, por su inclusión en los anexos de la Directiva Hábitats, el mirlo acuático (Cinclus cinclus) y el martín pescador (Alcedo Atthis). La conexión ecológica existente con las marismas de Txingudi en Gipuzkoa repercute en la frecuente presencia de especies invernales como garzas y cormoranes. Desde el punto de vista de los hábitats, destaca la presencia de varios Hábitats de Interés Comunitario representativos del ecosistema fluvial como son los HIC 91E0*, 3240, 3260 y 3270, además de los robledales del HIC 9160 y los castañares antiguos del HIC 9260 presentes en la Reserva de San Juan Xar. En lo que se refiere a la flora, el Lugar alberga poblaciones de flora amenazada de especies propias de fuentes y arroyos de montaña como Vandesboschia speciosa y Cystopteris diaphana, también plantas amenazadas propias de diferentes hábitats fluviales como son Carex cespitosa, C. strigosa, y los bosques de la Reserva de San Juan Xar albergan una de las poblaciones más importantes de Carpinus betulus conocida en Navarra. Por último, los cursos fluviales incluidos en el Lugar, en su papel de corredor ecológico, proporcionan importantes hábitats para numerosas especies de flora y fauna, tanto residentes como migradoras. Resulta el nexo natural de las poblaciones de fauna acuática y semiacuática del Lugar Río Baztán y Regata Artesiaga y del Lugar Bidasoa en el tramo gipuzkoano (Lugar Txingudi-Bidasoa ES2120018).
Leer más
Sierra de Aralar Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Los materiales predominantes son calizas, calizas margosas y arenosas, margas y areniscas. En general, los materiales más antiguos del Jurásico y también puntualmente del Triásico aparecen al norte, en los farallones de Malloak, predominando en el resto las calizas arrecifales del Cretácico inferior. Se distinguen varias fallas inversas, en Malloak y en la parte central de la Sierra de Aralar, así como fallas transversales a las anteriores. En la sierra destaca una serie de alineaciones de caliza dura con orientación este-oeste intercaladas con tramos de margas, lo que origina un relieve con crestones, como Madalenaitz o Artxueta, separados por depresiones como Ormazarreta y Ata. La Sierra de Aralar se presenta como un anticlinal que de Oeste a Este evoluciona a anticlinal volcado y posteriormente a cabalgamiento, con la práctica desaparición del flanco Norte. El flanco Sur se sumerge con fuerte buzamiento bajo los materiales arcillosos del Cretácico inferior. Hacia la mitad sur de la masa hay otro accidente, denominado Escama de Oderitz, que hace aflorar los materiales jurásicos. La terminación de la sierra por la parte oriental se realiza mediante la zona de falla de Astitz. La Unidad Hidrogeológica de Aralar se extiende a lo largo de 208 km2 repartidos en parte por Navarra y en parte por Gipuzkoa. En la parte navarra de la unidad hidrogeológica de Aralar los acuíferos principales son el acuífero de Iribas, con una superficie de cuenca de 68 km2 y que incluye el de Aitzarrateta, ya que todos sus recursos recargan al de Iribas y el acuífero de Irañeta, con una superficie de cuenca de 23 km2. La recarga de los acuíferos procede principalmente de la infiltración directa de lluvia, aunque localmente se produce infiltración de la red superficial. La descarga se realiza por manantiales. Asociada al acuífero de Iribas, destaca la singularidad geológica de los manantiales de Aitzarrateta e Iribas y el nacimiento de los ríos Ertzilla y Larraun. Las aguas del manantial de Aitzarrateta originan un breve curso superficial sobre materiales impermeables, conocido como río Ertzilla, para sumirse en una zona de calizas; a partir de aquí esas aguas circulan subterráneamente y finalmente surgen de nuevo en el manantial de Iribas, dando lugar al río Larraun. Del acuífero de Irañeta destacan los manantiales de Urruntzure (Irañeta) y Amurgin (Uharte-Arakil). En la zona de Lizarrusti destaca el manantial de Txortxorre (en Ergoiena), mientras que en la zona de Araitz destaca el nacedero de Urtzoko (Intza). En algunos acuíferos o sectores además se realiza una descarga directa a la red de drenaje principal. Las calizas presentan una morfología kárstica típica, caracterizada por los procesos de disolución que dan lugar a dolinas, lapiaces, uvalas, simas, etc. Esto provoca que a pesar de la gran pluviometría registrada en la sierra, el agua apenas discurre superficialmente ya que es absorbida y circula preferentemente a lo largo de cursos subterráneos. Únicamente se forman pequeños cursos superficiales en valles donde afloran materiales de tipo margas como ocurre con las regatas de Usula y Unaga en el Monte Aralar. Los principales ríos que drenan la sierra son el Arakil y su afluente el Larraun en la Cuenca del Ebro; y el Aguntza, Zaldibia, Amezketa y Araxes, afluentes de Oria en la cuenca Norte. En el ámbito de la ZEC, los ríos y regatas destacables en la zona sur son los siguientes: Lizarrusti, que se encuentraal oeste de la ZEC y que desemboca en el Arakil a la altura de Lizarragabengoa, Abrein (tributario del Lizarrusti), Urrizpe y Mandubieta (Etxarri-Aranatz), Ezkiate y Saldindegi (Arbizu), Baratzerrekalde (Lakuntza), Urriztegi (entre Arruazu y Lakuntza), Amurgin (Uharte-Arakil) y Urruntzure (Irañeta). Por la zona norte se encuentra el río Ertzilla, que nace en el manantial de Aitzarrateta y desaparece en un sumidero, el río Larraun, cuyo acuífero es recargado por el ríoErtzilla, y otras regatas de menor entidad como la de Altzo (Baraibar), Errazkin (Errazkin), Ipintze (Betelu), Oroltzu, Intza y Zapalandegi (Intza), y Azpillaondo y Uztegi (Gaintza). El río Araxes, a cuyas aguas vierten las regatas de la parte septentrional de Aralar, nace en el puerto de Azpirotz. En la ZEC se incluye también un tramo del río Arakil, en Etxarri-Aranatz y, en algunos tramos, el río Arakil constituye el límite meridional del espacio (Ihabar e Hiriberri/ Villanueva de Arakil). La ZEC se encuentra en la región eurosiberiana (subregión atlántico-centroeuropea), dentro de la provincia cántabro-atlántica europea y el sector cántabro-euskaldun, a caballo entre los subsectores euskaldun oriental y navarro-alavés (Loidi & Báscones 2006). La vegetación potencial del piso montano (supratemplado) se corresponde con los hayedos basófilos y ombrófilos (Carici sylvaticae-Fagetum sylvaticae) y también, en el extremo suroccidental de la ZEC, con hayedosacidófilos (Saxifrago hirsutae-Fagetum sylvaticae). En el piso colino (mesotemplado) la vegetación potencial es el robledal de roble pubescente (Roso arvensis-Quercetum humilis) y común (Hyperico pulchri-Quercetum roboris y Crataego laevigatae-Quercetum roboris) principalmente. En áreas concretas, la vegetación potencial se corresponde con robledales de roble albar (Pulmonario longifoliae-Quercetum petraeae), melojares (Melampyro-Quercetum pyrenaicae) y también bosques mixtos de fresno y roble común (Polysticho setiferi-Fraxinetum excelsioris). Las formaciones vegetales naturales y seminaturales ocupan alrededor del 90% de la superficie de la ZEC. El territorio queda conformado mayoritariamente por hayedos, con una ocupación superior al 50%.
Leer más
Urbasa y Andia Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Las sierras de Urbasa y Andía se configuran como un espacio natural dotado de un amplio conjunto de valores geológicos, biológicos, ecológicos, estéticos, paisajísticos, arqueológicos y socioculturales. Geológicamente, conforman un extenso macizo calcáreo en el que la acción de los factores climáticos ha modelado un extenso karst con un acuífero de magnitudes sobresalientes, de interés para el abastecimiento humano de núcleos próximos, incluidos Pamplona y su entorno. A ello se añade la originalidad edafológica de los suelos podsólicos existentes. Estéticamente, este territorio se presenta como uno de los paisajes más representativos de la Navarra húmeda y transicional, dotado de una gran belleza natural que los usos silvopastorales han incrementado con el paso de los siglos, dando como resultado la aparición de nuevos sistemas seminaturales equilibrados y armónicos. El rico patrimonio arqueológico existente atestigua una ancestral cultura pastoril legada hasta nuestros tiempos. Se han inventariado 53 cuevas y más de 140 simas (Cod. UE 8310).
Leer más
Sierra de Lokiz Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este territorio pertenece al dominio pirenaico vasco-cantábrico, que se caracteriza por la presencia de formaciones calcáreas del Cretácico y del Paleoceno-Eoceno. La serie estratigráfica aflorante que domina en el territorio es del Cretácico superior y comprende tanto materiales margosos, localizados en las partes más meridionales y orientales, como calcarenitas y margas, que encuentran las mejores representaciones en los afloramientos de los cresteríos. Aparece también una pequeña representación del Terciario continental (arenas y arcillas), restringida al borde meridional, y una serie de materiales cuaternarios localizados principalmente bajo los escarpes que circundan la sierra. Desde un punto de vista geomorfológico, es destacable la presencia de numerosas superficies estructurales. En toda el área se observan escarpes estructurales, crestas y frentes de cuesta, relacionados con niveles más resistentes a la erosión. Es remarcable la cubeta del valle de Lana, que corresponde a un relieve invertido (anticlinal de Lana). El drenaje de esta depresión se realiza principalmente por el río de Galbarra, que conecta con el valle del Ega, a través de una angosta garganta. En las zonas más elevadas y suaves de la sierra, sobre las litologías calizas dominantes, se desarrollan morfologías kársticas (dolinas, uvalas y cuevas). Existen catalogadas un total de 35 cavidades, entre las que destaca la cueva de Basaula, declarada Reserva Natural. Existen dos cursos de agua reseñables en el Lugar; el río Uiarra, que discurre de oeste a este a lo largo del límite septentrional del territorio, y el río de Galbarra, que transita por el sur del espacio. El río Uiarra, con un marcado carácter estacional, fluye por el flanco septentrional del anticlinal de la sierra de Lokiz y desemboca en el río Urederra. El río de Galbarra, de carácter permanente, discurre por el valle de Lana y desemboca en el río Ega. Tanto las caídas meridionales como las septentrionales de la Sierra presentan una importante red de barrancos muy encajados y de carácter torrencial, que terminan desaguando a los ríos mencionados. Estos barrancos habitualmente presentan morfologías fluviales de arroyada en regueros. Hay que señalar la existencia de buen número de balsas artificiales, muchas de ellas de cemento, dispersas por todo el territorio. La presencia de balsas naturales es inexistente debido a la alta permeabilidad de los afloramientos de la sierra. El Lugar se encuentra a caballo entre las regiones eurosiberiana, provincia pirenaica, sector cántabro-euskaldun, subsector navarro-alavés, y mediterránea, provincia aragonesa, sector castellano-cantábrico (Loidi & Báscones 2006). La vegetación potencial del espacio se corresponde con los robledales de robles pubescente (Roso arvensis-Querco humilis S.) en el piso colino - vertiente norte de Lokiz y farallones de de Lana y Valdeallín- y con los hayedos basófilos y xerófilos (Epipactido helleborines-Fago sylvaticae S.) en el piso mesomontano. Al pie de los farallones de Valdeallín, el bosque potencial es el quejigal (Spiraeo obovatae-Quercus fagineae), en su faciación con coscoja. Finalmente, en la área meridional, la vegetación potencial son carrascales, ya sean de la serie Spiraeo obovatae-Querco rotundifoliae S. o de su faciación de foces y congostos, con Arburtus unedo.
Leer más
Rios Ega-Urederra Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEC se localiza en el dominio de las estribaciones de la Cordillera Cantábrica. Hacia el sur (a partir de la cubeta terciaria de Oco), el resto de la cuenca del río Ega se encuentra bajo el dominio de la depresión del Ebro. En la zona de cabecera de la cuenca del Ega, hasta Estella-Lizarra, destacan los materiales calcáreos mesozoicos y pleistocenos que, por su alta resistencia a la erosión, dan lugar a las sierras de Lokiz y Urbasa y Andia, relieve que se acentúa debido a que estos materiales descansan sobre una formación básicamente margosa de edad cretácica. Por otro lado, en el tramo final del Lugar destaca el diapiro de Estella, una zona donde los materiales plásticos del triásico denominados keuper (arcillas abigarradas con intercalaciones de yesos) ascienden rompiendo las capas superiores y dando lugar a estructuras más o menos circulares. Estas rupturas son debidas a presiones provocadas por la falla de Estella y provocan la subida de otros materiales de capas interiores que afloran como rarezas en el diapiro (se trata de granitos, gneises, gabros y rocas paleozoicas). El río Ega nace en las inmediaciones de Lagrán (Álava), discurriendo hasta Estella-Lizarra encajonado entre la Sierra de Lokiz al norte y las prolongaciones de Sierra de Codés al sur. El río Urederra, principal afluente del Ega, nace en el puerto de Baquedano, al sur de la Sierra de Urbasa, siendo los manantiales que constituyen su nacedero el principal drenaje del acuífero de Urbasa. Los paquetes carbonatados (calizas) sedimentados durante el cretácico y el paleoceno-eoceno junto el aluvial detrítico del cuaternario definen los principales acuíferos de la cuenca del Ega. Respecto a la zona dónde se sitúa el Lugar, cabe destacar los acuíferos de Lokiz y de Urbasa. Sus principales manantiales son Genevilla, Alborón (en Arquijas), Ancín e Itxako para Lokiz y el nacedero del Urederra para el acuífero de Urbasa. Ambos acuíferos presentan un papel importante en verano, ya que sus aportaciones de agua amortiguan el fuerte estiaje que sufre la cuenca en esta época del año. Desde el punto de vista biogeográfico de detalle, aunque la zona de cabecera del río Urederra se incluye en el sector Cántabro-Euskaldun y distrito Navarro-Alavés de la región eurosiberiana, el resto del río Urederra hasta la confluencia con el Ega y el tramo del Ega en su totalidad, se incluyen en el sector Castellano-Cantábrico y distrito Estellés de la región mediterránea (Loidi & Báscones 2006). Los ríos Ega y Urederra atraviesan una amplia zona del oeste de Navarra, dónde concurre la transición de la región eurosiberiana a la mediterránea. Esta transición queda especialmente reflejada en la vegetación de la cuenca del río Urederra, que nace en un entorno de hayedos (nacedero del Urederra perteneciente a la serie de los hayedos Epipactido helleborines-Fago sylvaticae S.), transitando hacia robledales de Quercus humilis (Roso arvensis-Querco humilis S.) en Améscoa Baja, para pasar a quejigares (Spiraeo obovatae-Querco fagineae S.), carrascales (Spiraeo obovatae-Querco rotundifoliae S.) y coscojares (faciación mesomediterránea de Quercus coccifera) aguas abajo de Baríndano, punto dónde el río se encaja entre la sierra de Lokiz y los montes de Larraitza. De igual modo, la vegetación riparia pasa de las fresnedas cantábricas a las fresnedas y las alisedas submediterráneas. El tramo del Ega, por su parte, transita en su totalidad por una región de influencia claramente mediterránea, en un entorno de carrascales y quejigares castellano-cantábricos (Spiraeo obovatae-Querco rotundifoliae S. y Spiraeo obovatae-Querco fagineae S.). Desde Zúñiga a Acedo recorre una zona medianamente montañosa (últimas estribaciones de la Sierra de Codés) y se caracteriza por ser un río estrecho, encajonado, con pendiente y que mantiene la conectividad transversal con los bosques de la zona, como el carrascal con madroño de la Reserva Natural de Lasia. A partir de Acedo, la pendiente disminuye, la llanura de inundación se amplía y los usos del territorio se intensifican, quedando, en la mayoría de los casos, el bosque ripario totalmente desconectado de los bosques mediterráneos del entorno. La vegetación riparia característica del Ega es la aliseda submediterránea. En relación a la fauna piscícola, los ríos Ega y Urederra presentan características similares, ya que ambos tramos pertenecen a la región salmonícola superior. Por último, los ríos Ega y Urederra, en su papel de corredor ecológico, proporcionan importantes hábitats para un gran número de especies de fauna tanto residentes como migratorias. El corredor fluvial representa una zona de cría, refugio y alimentación tanto para especies ligadas a medios acuáticos (visón europeo, nutria, madrilla, mirlo acuático, etc.) como para aquellas otras no estrictamente asociadas a los medios riparios (milanos, pícidos, etc.).
Leer más
Rios Eska y Binies Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Desde el punto de vista geológico, el Lugar se localiza en el contexto pirenaico, en el gran surco del flysch eoceno, conocido como Cuenca de Jaca, que queda enmarcado entre las sierras Interiores, al norte, y las Sierras Exteriores, al sur. Los materiales que la conforman son mayoritariamente margas y areniscas en facies turbidíticas con capas intercaladas, en ocasiones de gran potencia, de brechas carbonatadas y calcarenitas, que constituyen excelentes capas guía dentro del Eoceno de la región y que permiten una subdivisión dentro de estos depósitos a falta de una buena correlación micropaleontológica en las facies turbidíticas (Hernández Samaniego et al.). Desde el punto de vista estructural, la zona se caracteriza por pliegues de marcada orientación E-O, que en conjunto quedan perfectamente dibujados por las crestas que constituyen las megacapas carbonáticas. En ocasiones los pliegues son tumbados y afectados por fallas inversas, cabalgantes hacia el sur (Hernández Samaniego et al.). Geomorfologicamente los valles fluviales del Eska y Biniés presentan un carácter denudacional o erosivo (incisión lineal, que conforma redes de tipo dendrítico sobre los materiales del Flysch). Los cauces, al erosionar sobre el sustrato, han generado un complejo conjunto de aristas o interfluvios escarpados y alomados, que llegan a alcanzar más del centenar de metros de altura. Son frecuentes los modelados en gargantas o cañones fluviales, bien representados en el río Biniés (Hernández Samaniego et al.). Las formaciones o depósitos superficiales fluviales se reducen a acumulaciones en valles de fondo plano o morfología en cuna o artesa y orientación submeridiana (Eska, Biniés y Gardalar). Los procesos de vertiente, poco significativos a efectos deposicionales, se traducen en laderas de bloques, canchales y coluviones (Valles del Eska y Biniés principalmente), siendo, sin embargo numerosas las vertientes afectadas por deslizamientos y descalces de bloques, inducidos, en muchos casos, por acciones antrópicas (deforestación) (Hernández Samaniego et al.). El modelado kárstico queda reflejado en los cañones de los ríos Eska (Arrartea-Las Goteras, al Sur de la localidad de Roncal) y Biniés (aguas abajo de la población de Vidangoz) (Hernández Samaniego et al.). En cuanto al tramo alto del Eska (río Belagua), discurre en su cabecera sobre un valle en forma de artesa. Tras la erosión asociada al modelado glaciar que sufrió el valle, éste se ha visto rellenado por depósitos fluvioglaciares hasta conformar su morfología actual. En el cauce, estos depósitos están integrados por capas de gravas alternadas con cantos calcáreos y arcillas marrones. Además aparecen en el valle un conjunto de depósitos glaciares que conforman una morrena alargada y orientada paralelamente al valle, materiales calcáreos y dolomíticos muy poco consolidados de diverso tamaño. El río Biniés tiene una cuenca de alrededor de 50 Km2, enclavada en el dominio submediterráneo, presenta un régimen pluvial, con un caudal anual estimado en 24 Hm3, con un notable estiaje estival. El Eska presenta una cuenca, incluyendo al Belagua, de unos 525 Km2, 445 Km2 en el Valle de Roncal/Erronkari Ibaxa y el resto en Aragón, en la parte final del río. Su régimen es nivopluvial, aunque existe una notable diferencia entre las precipitaciones medias anuales de la cabecera, en condiciones de montaña con influencia alpina, y el tramo bajo en Burgui/Burgi, con dominio claro de las condiciones climáticas mediterráneas. El estiaje, de 160 días, incluye casi 30 de estiaje invernal, en la época de nieves. El Lugar se encuentra en la Región Eurosiberiana, dentro de la Provincia Pirenaico-Cevenense, Sector Pirenaico central y Subsector Pirenaico occidental (Loidi & Báscones 2006). Incluye terrenos de los pisos supratemplado superior (altimontano), supratemplado inferior (mesomontano) y mesotemplado superior (colino superior). El bosque de ribera potencial, tanto en el río Eska como en el Biniés, se corresponde con la fresneda del Brachypodio sylvatici-Fraxinetum excelsioris. Casi siempre estas fresnedas llevan asociadas una sauceda arbustiva del Salicetum lambertiano-angustifoliae hacia el cauce que es característica de la geoserie fluvial pirenaica. La conectividad ecológica o ambiental permite el contacto entre distintos ecosistemas, comunidades, especies o poblaciones; viene a significar la permeabilidad entre las teselas del mosaico que conforma un territorio y se basa en la existencia de corredores. Constituye un parámetro ecológico fundamental debido a que los espacios naturales aislados no son suficientes por sí mismos para conservar la biodiversidad y para cumplir otras funciones ecológicas. En su papel decorredor ecológico, los ríos Eska y Biniés proporcionan importantes hábitats para un gran número de especies de fauna,tanto residentes como migratorias.
Leer más
Sierra de Codes Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEC se sitúa en el extremo oriental del sistema montañoso vasco-cántabro, con orientación este-oeste y moderada altitud (Ioar, 1.418 m), que separa la Montaña Navarra de la Cuenca del Ebro. El relieve es abrupto, estando integrado por una serie de sierras con elevaciones de entre 900 m y 1.500 m. Se trata de una sierra montañosa que muga al norte con la cuenca del río Ega y al sur con los amplios valles de la cuenca del Ebro. Hacía el oeste se extiende su prolongación hacia la Sierra de Cantabria. La presencia de sierras con una altitud mayor de los 1.000 m. crea un relieve abrupto de laderas de gran pendiente. Dan lugar a valles encajados por los que discurren el río Ega, formando el Valle del Alto Ega, y el río Linares, que forma el Valle de Aguilar. El Valle del Alto Ega consta de dos alineaciones montañosas, una al NO y otra al SE. La alineación montañosa noroccidental corresponde al afloramiento de los conglomerados oligocénico-miocénicos y culmina a 839 m en Mondaliendres. La suroriental está formada por Sierra Chiquita (994 m). Geológicamente corresponde al afloramiento realzado por falla, de las calcarenitas y calizas del Cretácico Superior de todo el sistema montañoso, que se podría conocer con el nombre genérico de Serranía de Ioar. Finalmente, entre estas alineaciones se encuentra una depresión colmada con materiales detríticos pliocénicos. La Sierra de Codés junto con la Sierra de Dos Hermanas y Cantabria forma el frente de cabalgamiento sobre la depresión del Ebro y fosa riojana. El frente se ve interrumpido repetidamente por una serie de fallas transversales, con desplazamiento levógiro, de forma que queda dividido en una serie de sectores escalonados. La Peña de Lapoblación queda interrumpida por el Este, y se desplaza la estructura a la sierra de Codés, para continuar, tras un nuevo desplazamiento, en Peña Costalera y Dos Hermanas. El accidente afecta al Mesozoico y Terciario marinos y también a los conglomerados fluviales oligomiocenos, que cabalgan sobre el Mioceno. Aunque la mayor parte de la Sierra de Codés está formada por calizas y calcarenitas hay que destacar la existencia de afloramientos de conglomerados en varios puntos de Mendaza o el Valle de Aguilar. El tramo alto del río Ega es el único cauce principal que queda incluido en la ZEC Sierra de Codés. Tiene un recorrido de 9,23 km dentro del Lugar. La vegetación potencial de la ZEC destaca por su alta diversidad. Según Loidi y Báscones (2006) la mayor superficie se corresponde con los encinares rotundifolios (Spiraeo obovatae-Querco rotundifoliae S.) que se desarrollan prácticamente en la totalidad de las laderas meridionales de la Sierra de Codés, destacando la faciación de los encinares en foces y congostos con Arbutus unedo en los barrancos del Ega a su paso por Zúñiga y la faciación montana de roble peloso (Quercus humilis) en las sierras que rodean el Alto Ega (Sierra Chiquita al sur y la muga con Álava-Araba al norte). En los puntos más altos de la Sierra de Codés, Sierra Chiquita y Lapoblación, domina la serie de los hayedos submesofíticos neutrófilos Epipactido helleborines-Fago sylvaticae S.. La serie de los robledales de roble peloso (Roso arvensis-Querco pubescentis S.) aparece principalmente en los fondos de valle del Alto Ega, Lapoblación, Aguilar de Codés y el Valle de la Berrueza. Cabe destacar la serie cántabro-euskalduna de los marojales (Melampyro pratensis-Querco pyrenaicae S.) que se desarrolla en el Alto Ega junto a la muga con Álava-Araba, en una zona con suelos ácidos. Por último, aunque no se recoge en la cartografía de series de vegetación, se han cartografiado los hayedos acidófilos y ombrófilos de Saxifrago hirsutae-Fagetum sylvaticae en la zona del monte Ioar. En el tramo del río Ega se desarrolla la geoserie fluvial castellano-cantábrica y pamplonesa de alisedas y olmedas.
Leer más
Tramo medio del rio Aragon Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
El Aragón es un río de carácter permanente y aluvial por discurrir por materiales sedimentarios modernos aportados por el propio río. Los materiales aluviales pertenecen al cuaternario y ocupan mucha más superficie horizontal que la que ocupa el cauce actual, la llanura de inundación. En el caso del valle del río Aragón está ocupado por formaciones cuaternarias, terrazas y glacis, éstos últimos en el extremo sur. En las terrazas inferiores y nivel actual de inundación del río se forman suelos profundos que, dada la posibilidad de puesta en regadío, están ocupados por los cultivos agrícolas. La zona montañosa del Lugar está formada fundamentalmente por margas, conglomerados y areniscas continentales de final de Terciario que configuran un paisaje de pequeñas sierras. La naturaleza geomorfológica del tramo medio es de carácter meandriforme; sobre todo a su paso por Cáseda, con un único canal que presenta una fuerte dinámica. Entre Gallipienzo y Murillo del Fruto, el río se vuelve a encajonar entre sierras de tamaño medio y las llanuras aluviales se reducen a pequeñas bandas junto al río, para abrirse a una amplia llanura aluvial desde el final del Lugar. El río Aragón nace en el valle de Astún, Huesca, a 2.050 m sobre el nivel del mar. Esta cuenca drena una parte muy importante del sector occidental pirenaico hacia el Mediterráneo. Tras entrar en Navarra por el este, después de ser represado en Yesa, desemboca en la margen izquierda del río Ebro cerca de la localidad de Milagro, aportándole 4.182 hm3 anuales, el 24’8% de la aportación total del Ebro. Los afluentes más importantes de la zona pirenaica Navarra son el Eska e Irati con Salazar y Urrobi. Fuera del ámbito pirenaico destacan las aportaciones del Arga, Cidacos y Onsella, éste último incluido en el Lugar. Su longitud total asciende a 195 km, de los cuales 106 los recorre por territorio navarro. La superficie total de cuenca es de 8.609 km2, de los cuales 1.561 km2 corresponden a la subcuenca del Irati y 2.745 km2 a la del Arga. El régimen natural de caudales del tramo medio del río Aragón se caracteriza por un caudal variable con extremos hidrológicos, es decir, sequías y crecidas debidas a su carácter pluvial y nival. En verano su estiaje dura 136 días de media y la época fría 22 días. Así, las crecidas del río Aragón registran una media de 13 crecidas anuales que suponen una media de 40 días de crecida al año, de las cuales el 60% son en la época fría. Este régimen natural del Aragón se ve fuertemente alterado por la regulación del embalse de Yesa y a través del río Irati por el embalse de Itoiz, los cuales tienen una capacidad de 470 y 417 hm3 respectivamente. Desde ambos embalses se trasvasa agua mediante canales para los regadíos del Canal de Bardenas en el caso de Yesa y regadíos del Canal de Navarra con aguas procedente de Itoiz. Respecto al caudal sólido del río Aragón a su paso por el Lugar, la retención de sólidos en los embalses está provocando la transformación de un tramo de río de carácter transportador a erosivo. Finalmente, el Lugar también incluye varios barrancos de carácter torrencial que recogen las aguas de la Sierra de Ujué para desembocar en el río Aragón a la altura de Gallipienzo.
Leer más
Bardenas Reales Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Las Bardenas se enmarcan en el sector centro-occidental de la Cuenca del Ebro y la zona está constituida por materiales continentales depositados en condiciones endorreicas. El espacio comprende una depresión erosiva central rodeada de zonas más elevadas, donde los márgenes están constituidos por arcillas terciarias miocénicas pertenecientes a la Formación Tudela. El centro de depresión está formado por arcillas y limos holocénicos poco litificados, provenientes del lavado de las arcillas terciarias circundantes. Estas arcillas se encuentran intercaladas en su mayor parte por facies aluviales distales (lutitas y areniscas con presencia de calizas lacustres), y por algunos episodios evaporíticos (lutitas y yesos) de finales del Oligoceno. Al norte de la unidad descrita se sitúa la terraza más alta del río Aragón, de posible origen pleistocénico. Desde un punto de vista geomorfológico, en el dominio terciario, en las intercalaciones de areniscas se configuran numerosos resaltes estructurales como consecuencia de su mayor resistencia a la erosión, definiendo la geometría tabular de la región. Es frecuente la presencia de superficies estructurales, como las cuestas y mesas. También se conservan formas derivadas como los cerros cónicos, resultado de procesos de erosión selectiva. Por su parte, las formaciones cuaternarias alcanzan una importante representación destacando el sistema de abanicos o piedemontes, que dan lugar a extensas y vastas plataformas, a veces tipo glacis. Sobre los fondos de valle limosos se canaliza una red hidrológica de tipo dendrítico, compuesta por un gran número de gargantas y pequeños barrancos, que se articulan entorno a los barrancos mayores. La existencia de fenómenos erosivos subterráneos de tubificación (subfusión o piping) asociados a la formación de estas gargantas y barrancos posibilita la formación de un complejo y caótico sistema de cuevas y cavidades. Las áreas septentrional y central del espacio se caracterizan por la presencia de una serie de valles de fondo plano socavados por una sinuosa y extensa red dendrítica de cárcavas y barrancos. Se trata de una red hidrológica de carácter temporal pero muy dinámica, cuyo régimen de caudales responde exclusivamente a la distribución y cantidad de las precipitaciones. El barranco Salado o de Aguasalada, el de Las Limas o Barranco Grande, el de Landarregia-Cambrones y el de Tudela, son los principales ejes hidrológicos sobre los que se articula la amplia red de cárcavas y de pequeños barrancos existente en estas zonas. Por el contrario, la red fluvial del área más meridional del territorio se ordena en torno al río Ebro. A este río acaban tributando directamente los barrancos que discurren por las laderas del Monte de San Gregorio y de La Negra. Se trata de cursos efímeros, que discurren siguiendo la dirección de las estructuras dominantes (NNE-SSO). En estos barrancos los conos de deyección son frecuentes y algunos de ellos alcanzan un gran desarrollo. Existe un importante entramado de balsas diseminadas por todo el territorio, principalmente de origen ganadero. Aunque la mayoría presenta un carácter estacional, existen algunas que mantienen agua durante todo el año. El embalse del Ferial es el humedal de mayor entidad de los existentes en el espacio. Se trata de un embalse de regulación interna integrado en el sistema de regadíos del Canal de Bardenas. Alimentada por este sistema está también la Laguna de Rada, incluida en el Inventario de Zonas Húmedas de Navarra, junto a la balsa de Cortinas y al embalse de Zapata. La litología y la climatología son los factores que determinan el “muy alto” riesgo de erosión que presenta el territorio. Las formas de erosión que se desarrollan en Bardenas están principalmente asociadas a la erosión hídrica. La gran depresión erosiva de Bardenas, asentada sobre materiales limo-arcillosos del holoceno, está caracterizada por la ausencia de relieves pronunciados y por la presencia de una densa red de barrancos. La erosión en barrancos (gullies) sobre los rellenos holocénicos constituye la principal vía de exportación de sedimentos y escorrentía fuera de la cuenca. Las coladas de barro son otro proceso erosivo constatable en Bardenas. Tienen también un carácter estacional y se dan fundamentalmente en las arcillas terciarias.
Leer más
Rio Ebro Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
El Lugar se encuentra enmarcado entre las tierras de la Ribera Tudelana por la margen derecha y el paraje natural de las Bardenas Reales por su margen izquierda. Se emplaza en la unidad geológica de la depresión del Ebro, formada por un importante paquete de materiales terciarios de naturaleza detrítica, cuya potencia supera varios cientos de metros. Litológicamente está formada por conglomerados, areniscas en bancos continuos, limos, arcillas y algunas capas delgadas de caliza y yeso. Sobre estos materiales terciarios, se ha desarrollado una importante cobertera cuaternaria, originada por los materiales de acarreo de los ríos Ebro y Queiles, en la que distinguimos al menos tres niveles de acumulación o terrazas. Los materiales que constituyen estos depósitos son gravas, arenas, limos y arcillas, abundando más una u otra granulometría en función de las características sedimentológicas del cauce. Dentro de la cobertera cuaternaria, también se encuentran los glacis de erosión, que se desarrollan tanto a partir de las terrazas aluviales antiguas, como a partir de los relieves producidos por los materiales del Terciario Continental. Los distintos materiales presentes, tienen un comportamiento hidrogeológico claramente diferenciado entre sí. Por un lado, las arcillas y los limos con niveles de areniscas y conglomerados, restringidos a paleocanales, del Terciario, dada su baja porosidad eficaz, se comportan como una unidad prácticamente impermeable, únicamente los niveles de areniscas y conglomerados, pueden proporcionar caudales exiguos, con un contenido medio-alto de sustancias disueltas. En todo caso, y dada la potencia del tramo, se debe considerar a esta unidad como un zócalo impermeable. Los materiales cuaternarios, que forman el recubrimiento detrítico existente en el área, constituyen el único nivel permeable de la misma. Las terrazas aluviales antiguas tienen pocas posibilidades como acuíferos, debido a que las gravas suelen estar cementadas, y presentan una costra calcárea en la parte superficial que dificulta la infiltración, aparte de que al quedar colgadas y desconectadas de otros materiales pierden el agua acumulada con relativa rapidez. Las terrazas bajas presentan interés como acuíferos, dada la permeabilidad de las mismas, que será tanto mayor cuanto menor sea su contenido en materiales finos. Están compuestas fundamentalmente por gravas, arenas, limos y arcillas. La recarga de estos materiales cuaternarios tiene lugar por la precipitación directa, por la infiltración de los excedentes de riego y por las aportaciones subterráneas de los glacis conectados en ocasiones con estas terrazas. El río Ebro en su tramo navarro entre Castejón y Cortes se encuentra en su curso medio, en una zona donde se imponen los procesos de sedimentación frente a los de erosión. Presenta numerosos meandros (hasta 20) con grandes radios de giro; la anchura del cauce oscila entre 60 y 200 m y se observan 4 cauces secundarios y 3 meandros abandonados. Las infraestructuras transversales hacen todavía más lento el flujo del agua en este tramo que en sus 45 km tan solo salva 40 metros de desnivel. El régimen hidrológico es pluvio-nival con influencia oceánica de la cabecera del Ebro y del Pirineo navarro y occidental que produce caudales notables en invierno además de una mayor frecuencia de crecidas. Tras la llegada del Aragón-Arga, aguas arriba del límite del Lugar, el Ebro casi duplica su caudal, y a partir de ahí las aportaciones son mínimas mientras que hay dos derivaciones importantes: Canal de Tauste (7,6 m3/s) y Canal Imperial de Aragón (23m3/s). El río Ebro atraviesa de NW a SE, todo el sector Bardenero-Monegrino de Navarra (distrito Bardenero), caracterizado por su clima seco y sus sustratos ricos en yesos (Loidi y Báscones, 2006). Presenta unos rasgos típicamente de llanura (ancho, caudaloso, encajado y con escasa pendiente) y enmarcado en una cuenca eminentemente agrícola. La banda de vegetación riparia pertenece a la geoserie mediterránea ibérica central mesomediterránea de las alamedas blancas fluviales (Loidi y Báscones, 2006). Esta geoserie está compuesta por varias series: la serie de las saucedas (Salico neotrichae S.), de las alamedas y olmedas (Rubio-Populo albae S.) y los tamarizales (Tamarico gallicae S.) (Peralta, 2002). La sauceda ocupa la banda más cercana a las aguas instalándose en la zona del cauce que se inunda por las crecidas. Inmediatamente detrás, ocupando una franja que sólo se inunda ocasionalmente en las grandes crecidas, se encuentra una vegetación dominada por grandes sauces (Salix neotricha) y sobre todo por álamos blancos (Populus alba). Las vegas de fondo de valle, más o menos amplias, a las que muy rara vez alcanza la inundación, con suelos frescos siempre húmedos, están ocupadas por un bosque dominado habitualmente por el chopo (Populus nigra). Por último, la arboleda de tarayales o tamarices, ocupa, en ocasiones, la posición más alejada del agua, entre la olmeda y la serie de vegetación de las laderas, menos influida por el incremento de humedad edáfica propio de fondos de valle y asociada en muchos casos a cierto grado de salinidad. El río Ebro en su papel de corredor ecológico, proporciona importantes hábitats para un gran número de especies de fauna residente y migratoria. Por un lado, el corredor fluvial representa una zona de cría, refugio y alimentación tanto para especies ligadas a medios acuáticos (aves acuáticas, galápago europeo, lamprehuela, fraile, visón, nutria, etc.) como para aquellas otras no estrictamente asociadas a los medios riparios (aves rapaces, paseriformes, quirópteros, etc.). Por otra parte, el corredor también es utilizado por determinadas especies migratorias como vía preferencial en sus movimientos (cigüeña negra, águila pescadora, etc.) y por algunas aves invernantes, que buscan en los sotos y/o en el río áreas de descanso (dormideros) y zonas de alimentación (cormoranes, garzas y gaviotas).
Leer más
Peñadil, Montecillo y Monterrey Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
En el Lugar cabe distinguir dos zonas claramente diferenciadas por los componentes litológicos del sustrato: aproximadamente la mitad oeste del Lugar está ocupada por yesos cristalinos de carácter muy puro, de 10?15 m de potencia máxima; y la mitad este por arcillas, con niveles de caliza y distintas concentraciones de yeso. Lo que supone una clara diferencia en la vegetación natural que aparece en ambas zonas. La mayor originalidad del Lugar desde el punto de vista litológico, y en consecuencia también la vegetación y los hábitats que soporta, se dan en el sector occidental, ya que este tipo de sustrato litológico de yesos cristalinos sólo aparece en Navarra en una estrecha banda en el extremo sur de la región entre Fitero y Ablitas. Rompiendo las planas, aparecen áreas deprimidas resultado de la erosión hídrica diferencial, donde aparecen materiales aluviales cuaternarios; con formas más o menos redondeadas y amplias, donde el agua discurre sin aflorar a la superficie (?vales?) en la zona con yesos, y más abarrancadas con agua superficial en los momentos de lluvia en la arcillosa. La pobreza de los suelos que se desarrollan en estos ambientes esteparios ibéricos, nada tienen que ver con la fertilidad de las estepas típicas del este europeo. La presencia de distintas concentraciones de yesos es el principal factor que caracteriza los suelos de las estepas del Valle del Ebro, lo que crea unas condiciones edafológicas muy difíciles de soportar por los vegetales; en ambientes que sólo pueden ser colonizados por plantas muy especificas, adaptadas a estas duras condiciones, algunas de ellas endémicas. La erosión es un proceso natural en el Lugar; aunque supone un problema importante, especialmente por pérdida y empobrecimiento de suelo: el 90% de su superficie presenta erosión potencial muy alta, alta o moderada; y el 65% presenta erosión actual moderada, fuerte o muy fuerte.
Leer más
 
 
 
 
 
 

A continuación, se ofrecen distintos enlaces de descarga de la cartografía en formato Shapefile.

Si lo desea puede descargar la cartografía completa de los distintos grupos de Espacios protegidos:

O también tiene la opción de descarga, en el mismo formato, de la selección aplicada en los filtros de su izquierda:

El sistema de referencia nativo de los datos es WGS 84 (CRS84) en coordenadas geográficas -  EPSG 4326.

marca de gota  Enlaces de interés