Nombre | Figura de protección | Descripción |
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Valles submarinos del Escarpe de Mazarron |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este espacio incluye el medio marino comprendido entre las aguas situadas al sur de la isla del Fraile en el municipio de Águilas hasta una distancia de aproximadamente 11,79 km en dirección este trazada desde el cabo de Palos, sito en Cartagena. Alcanza en su límite exterior meridional una amplitud máxima de 88,16 km así como un ancho máximo en la parte más oriental de 26,85 km, cubriendo una superficie total de 154.080,571 ha. Encuadrado en el extremo suroeste de la cuenca Algero-Provenzal, conforma una zona de transición con el mar de Alborán, constituyendo un punto de mezcla y divergencia de aguas mediterráneas y atlánticas de gran interés a mesoescala. La profundidad varía desde 20-25 m en la zona más próxima al litoral, llegando a alcanzar los 2000 metros de profundidad en su sector más meridional. El escarpe de Mazarrón, como elemento más relevante de la fisiografía de la zona, es una imponente pared submarina resultado de la expresión morfológica de un sistema de grandes fallas de desgarre que delimitan la plataforma y talud continental de la extensa llanura abisal Argelo-Balear, de más de 2.600 m de profundidad. Considerado como parte del conjunto de escarpes que de forma continua llegan desde cabo de Gata hasta el Promontorio Balear a través del escarpe Emile Boudot, se encuentra atravesado a la altura del espacio protegido por distintos valles submarinos en cárcava entre los que cabe destacar los denominados Negrete, Tiñoso y Espada, entre otros. La proximidad a costa de este escarpe va a dar lugar a una plataforma continental muy reducida que llega a alcanzar una amplitud mínima de 2,5 km frente a cabo Tiñoso, siendo considerado uno de los puntos del Mediterráneo occidental donde la plataforma es más estrecha. Leer más
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Islas Chafarinas |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
Las Islas Chafarinas son un espacio natural protegido por la singular figura legal de Refugio Nacional de Caza desde 1982 (Real Decreto 1115/1982, de 17 de abril, de creación del Refugio Nacional de Caza de las Islas Chafarinas).
Por otra parte, este enclave norteafricano bajo soberanía española desde 1.848, tiene un status militar que implica cierto régimen peculiar en cuanto a los usos y actividades que en él se pueden desarrollar. Leer más
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Calamocarro-Benzu |
Lugares de Importancia Comunitaria, Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
El lugar forma parte del piso bioclimático termomediterráneo inferior con un ombroclima de tipo subhúmedo, alrededor de 600 mm. de precipitación media anual. Fitocorológicamente se encuadra en la Provincia Tingitana, dentro de la Región Mediterránea. Además, debe destacarse la importancia de las criptoprecipitaciones en esta zona, ya que son fenómenos frecuentes que contribuyen a reducir notablemente el efecto del déficit hídrico estival.
Los materiales geológicos mayoritarios son las filitas color de humo, pertenecientes a la Unidad de Beni-Mesala y las calizas alabeadas del Devónico, del Grupo del Sinclinal Hadú-Fnideq. Intercaladas entre las citadas filitas aparecen barras de cuarcitas, responsables de los resaltes topográficos del lugar.
Además, aparecen calizas, dolomías y una serie cuarcítica flyschoide, también integradas dentro de la Unidad de Beni-Mesala, un pequeño afloramiento de flysch oligoceno (Unidad de Beliunex), y esquistos y grauvacas grises de la Unidad del Fuerte de Isabel II.
La presencia de cuatro unidades estructurales distintas refleja la complejidad geotectónica de la zona donde se ubica el lugar, situada en el margen interno del punto de inflexión del Arco Bético-Rifeño. Toda esta zona se caracteriza por presentar materiales afectados por un metamorfismo alpino notable y por la relativa antiguedad de los fenómenos tectónicos que los han deformado.
Las filitas color de humo, cuya edad se remonta al Pérmico, han sufrido un metamorfismo de grado medio-bajo y se presentan alabeadas y plegadas de forma isoclinal, localmente muy trituradas y con un fuerte grado de esquistosidad. Estas características tienen como consecuencia un importante incremento de los fenómenos erosivos en determinadas zonas.
El relieve del lugar es muy accidentado, dominando las pendientes muy fuertes (30 - 50 %), particularmente en las áreas más elevadas. A medida que disminuye la altitud, pasan a predominar las pendientes de tipo fuerte (20 - 30 %).
Los elementos estructurales dominantes en el paisaje del lugar son los bióticos, con trazas de elementos abióticos y antrópicos. Desde un punto de vista funcional, puede calificarse como un paisaje rural, aunque en progresión por la recuperación espontánea de la vegetación natural debida al abandono casi total de las prácticas agropecuarias.
El atractivo paisajístico del lugar es muy elevado, lo que obedece a la geomorfología de la zona, con grandes variaciones en las pendientes, a la enorme heterogeneidad del paisaje vegetal con numerosas formaciones distintas y a la presencia inmediata de masas de agua marina. Tanto la calidad visual intrínseca como la del entorno inmediato del lugar son especialmente relevantes en los puntos más elevados, que poseen una gran profundidad de su cuenca visual.
Como hábitat especialmente importante, no incluido en el Anexo I de la Directiva 92/43/CEE, destaca la comunidad Rupicapnetum africanae, la única formación calcícola exclusivamente norteafricana de todo el territorio español y de la Unión Europea. Dicha comunidad cuenta con elementos vegetales de excepcional interés al tratarse de endemismos de areal muy reducido y que además, en la mayoría de los casos, presentan una alta fragilidad y grandes dificultades para su regeneración natural.
Finalmente, debe precisarse que del 48% indicado como monocultivos forestales, una tercera parte está integrada por pinares (Pinus sp.), formaciones que permiten cierto grado de desarrollo de las comunidades arbustivas autóctonas. Además, en determinadas zonas ocupadas por matorral puede constatarse la presencia de alcornoques (Quercus suber) dispersos, alrededor de los cuales existe una regeneración natural del alcornocal. Leer más
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Zona maritimo-terrestre del Monte Hacho |
Lugares de Importancia Comunitaria (Categoría UICN: No aplica) |
Los materiales presentes en el lugar son los denominados gneises ocelados del Hacho, pertenecientes a la Unidad Monte Hacho-Sierra Blanca de la zona interna profunda del Arco Bético-Rifeño, constituida por materiales afectados por un metamorfismo de gran intensidad que ha aumentado la cristalinidad de los mismos.
Esta formación se presenta fuertemente diaclasada, con planos de fractura característicos con dirección media de 96º y 16º N, y buzamiento subvertical y 70º S, respectivamente. Estas direcciones de fractura conforman los entrantes y salientes de los acantilados. Además, una importante falla con dirección 155º N origina la "Cala del Desnarigado", la única playa del lugar de cierta extensión.
En el aspecto geomorfológico, el lugar presenta dos zonas diferenciadas: una de orientación E constituida por acantilados verticales o subverticales de 30-50 m. de altura, con numerosos entrantes y salientes y una playa formada por materiales de depósito de textura muy gruesa; y otra de orientación NO que presenta afloramientos de roca madre de 15 m. de altura máxima, intercalados con depósitos de reducida extensión formados por materiales de textura media-gruesa.
En la zona Este del macizo se forman gran cantidad de calas y zonas protegidas del hidrodinamismo dominante; además en algunos lugares los entrantes son muy angostos y las zonas oscuras y frescas muy abundantes. Debido a lo escarpado del territorio, las zonas intermareales son estrechas y existe un buen número de pequeñas cuevas que quedan al descubierto con la marea baja. El aspecto geomorfológico descrito anteriormente se mantiene en los primeros metros del submareal, los fondos cercanos a los acantilados suelen ser arenosos y arenoso-pedregosos. Hay un gran número de peñas y roques en las cercanías de los acantilados y los fondos alejados de éstos son mucho más aplacerados, combinándose las plataformas inclinadas con extensiones de grandes bloques sumergidos.
La zona NO es mucho menos escarpada y los arrecifes costeros intermareales son amplios y abundantes. Los fondos crecanos a la costa son arenosos y los más alejados combinan los fondos de arena con plataformas sumergidas que en algunos sectores ofrecen grandes desniveles.
Las condiciones oceanográficas del lugar son el resultado de una combinación de características físico-químicas producida por el encuentro de los dos mares que bañan las costas. Además se producen una serie de fenómenos locales que tienen gran repercusión en las comunidades marinas, como son: el efecto de masa de masa de isla que produce el propio macizo del Monte Hacho al interponerse a las corrientes marinas y los afloramientos de aguas profundas que se producen en las inmediaciones de la zona propuesta y son una consecuencia directa de la geomorfología de los fondos marinos y de las corrientes de salida del agua mediterránea profunda. Leer más
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Zona maritimo terrestre de los acantilados de Aguadu |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La zona marítimo terrestre de los acantilados de Aguadú están situados en el extremo norte del territorio de Melilla, ocupando la línea de costa acantilada que sin solución de continuidad se prolonga hasta la punta del Cabo Tres Forcas en Marruecos. Se trata de un acantilado de alrededor de 100 metros de altura, protegido por una plataforma de abrasión que forma la Punta de Rostrogordo y que al tiempo, provoca la existencia de fondos rocosos de enorme limipieza que presentan un gran valor ecológico por la presencia de coralígeno mediterráneo hasta una profundidad aproximada de 20 metros.
En esta fachada acantilada se presenta una columna estratigráfica visible a lo largo de la carretera que baja hasta la punta de Rostrogordo. Los materiales, sedimentarios en su mayoría, sufrieron la influencia de las erupciones volcánicas datadas en el Plioceno, por lo que presenta en su parte superior capas intercaladas de cineritas andesíticas. Los materiales sedimentarios, comenzando desde la parte superior del acantilado situado en la meseta de Rostrogordo están compuestos por una primera capa de travertinos procedentes de depósitos carbonatados de hasta 4 metros de espesor. Bajo la capa de travertinos aparecen las coladas de cineritas que dan paso a un nivel superior de molasas formadas por calcarenitas o calizas clásticas de color pajizo en donde se distinguen fenómenos de disolución cárstica que han formado simas y depósitos de arcillas rojas de descalcificación. Bajo esta capa de molasas se presentan unos potentes sedimentos de areniscas, de 45 metros, entre los que destacan fenómenos de erosión diferencial provocados por el viento de levante que combate la costa, y laminaciones convulsionadas y estratificación entrecruzada. Bajo las areniscas, se encuentra un nivel inferior de molasas, que en la punta de Rostrogordo entran en el mar, formando la plataforma de abrasión. Bajo estos sedimentos existe una capa de margas grises que en la punta de Rostrogordo no es visible pero que aparece en el nivel del mar en las porciones más al norte del acantilado.
La existencia de pozos en Melilla se explica en esta sucesión de sedimentos por la gran porosidad de las areniscas, por la acción cárstica sobre los carbonatos superiores y por la presencia de las margas grises, que con su carácter impermeable permiten la existencia de acuíferos. De aquí viene el nombre de "Aguadú" para la zona, que refiere la presencia de "agua dulce" a orillas del mar en aquellos lugares en que la capa de margas grises aparece sobre la cota 0, apareciendo surgencias en las molasas de aguas de infiltración.
La erosión de la zona es importante debido a la acción del viento de levante y del mar. El efecto de esta erosión y la presencia de sedimentos carbonatados y silíceos ha provocado la existencia de suelos, que aunque inestables debido a frecuentes desprendimientos y a deslizamientos de las acumulaciones de arcillas, han permitido la colonización de aquellos lugares de menor pendiente, presentando una diversidad de hábitats que aporta diversidad a la vegetación entre los que destacamos la presencia de matorral halonitrófilo (Pegano-Salsoletea) y vegetación de acantilados mediterráneos con Limonium.
La porción de acantilado más vertical y más alejada de la punta de Rostrogordo se encuentra protegida del mar por una superficie amplia sobreelevada de la orilla del mar por unos 10 metros en la que se presenta matorral termomediterráneo calcícola, con intrusiones de vegetaciones próximas, como Pinus halepensis, Phoenix canariensis, Ficus carica...
En la parte superior del acantilado, en contacto ya con los límites fronterizos, la erosión ha abierto barrancos que dejan en superficie suelos silíceos originados por la capa interpuesta de cineritas, apareciendo especies que no se pueden encontrar en otros lugares de Melilla, destacando varias especies de jaras (Cistus), con influencia de pinos y acacias de la repoblación próxima, y la presencia de Helyanthemum caput-felis.
En el contexto de la Ciudad de Melilla, la zona de acantilados de Aguadú ocupa una situación privilegiada desde el punto de vista paisajístico, pues la existencia de miradores sobre el acantilado a 100 metros sobre el nivel del mar, ponen a la población en contacto con el único paisaje no urbanizado del territorio en donde la conjunción tierra-mar, especialmente a la luz y transparencia del aire originados por los vientos de poniente, constituye un auténtico espectáculo visual. Leer más
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Barranco del Nano |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El barranco del Nano es una zona agreste por tratarse de la caída desde las alturas de la meseta de Rostrogordo, que llega a ser de 123 metros, hasta el valle del Río de Oro, sólo a 30 metros. En las últimas décadas ha escapado a la influencia negativa humana al ser terrenos de utilización militar excluidos de la circulación de personas y vehículos. Forma un profundo valle con vertientes de alta pendiente que pueden ser superiores a los 80 metros de desnivel, y por lo tanto con un grado de insolación bajo durante gran parte del día. En la cabecera del valle, en la meseta, se presentan terrernos menos inclinados dominados por una costra travertínica que ha desaparecido aguas abajo debido a la erosión fluvial y eólica. Conforme se baja por el valle van apareciendo los materiales sedimentarios existentes bajo la costra travertínica, dominando las areniscas y más localmente las molasas.
Los terrenos superiores, desprovistos de cubierta vegetal, han originado litosoles poco desarrollados que son colonizados por Asphodelus, constituyendo una pseudoestepa de gamones. Los terrenos excavados por las fuertes lluvias torrenciales dan paso en las laderas a la aparición de fluvisoles, que a veces pueden tener un espesor superior a 100 cems y que han originado la existencia de algunas huertas y más puntualmente, arenosoles producto de la erosión de las areniscas.
La fuerte pendiente general del terreno, con las consiguientes dificultades de acceso y el uso militar han evitado la completa sustitución de la vegetación ancestral por vegetación nitrófila, al tiempo que ha evitado algunas formas de contaminación orgánica de gran influencia en terrenos cercanos por la presencia de un Parque periurbano de uso social y recreativo.
Estas son las causas de que, tanto en estos barrancos como en terrenos militares próximos existan algunos ejemplares de Tetraclinis articulata, especie sólo presente en Europa en la Comunidad española de Murcia, lo que constituye el principal valor ecológico del terreno desde el punto de vista botánico.
Una parte de las laderas están cubiertas por pequeñas masas de Pinus halepensis de repoblación, apareciendo en el resto del terreno algarrobos, higueras y acebuches (Ceratonia siliqua, ficus carica y Olea europaea).
Otra singularidad de la zona es la presencia del arroyo de Tigorfaten, que entrando desde Marruecos, confluye en territorio melillense con el barranco del Nano propiamente dicho. La entrada de este cauce es importante debido al efecto de barrera biogeográfica para algunas especies de las alambradas que establecen los límites fronterizos. Ningún animal de tamaño medioo o grande puede atravesar las alambradas salvo por los dispositivos de control de caudal situados bajo los puentes. Por ello, este terreno es visitado por especies como chacales, por ejemplo. Leer más
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Barranco Oscuro |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La reserva delimita un tramo de unos 2 Km de longitud del barranco Oscuro, justo antes de su desembocadura en el barranco de la Virgen-Azuaje. está encajado en materiales pertenecientes a la serie basáltica II.
En sus laderas más húmedas persisten restos de laurisilva que antaño cubría una superficie muy extensa en el noreste de Gran Canaria, y que hoy sobrevive puntualmente en contadas localidades. También hay buenas muestras de fayal-brezal y algunos restos de bosques en galerías, representados sobre todo por saucedas. Los restos de laurisilva se distribuyen en el barranco de dos manchones separados entre sí por un centenar de metros. En esta zona intermedia y tanto en el cauce como en las partes más altas de las laderas, hay cultivos de huerta y pequeñas edificaciones dispersas de poca importancia.
la flora de este reducto es muy rica, con elementos muy raros y amenazados tales como el chagorro (Sideritis discolor), la cresta de gallo (Isoplexis chalcantha) o la margarita (Argyranthemum adauctum jaciobaeifolium), que son endemismos locales. La flora arbórea de este lugar es propia de laurisilva, pero con algunos componentes que no se corresponden con dicha comunidad natural. Así aparecen poblaciones de álamos (Populus alba), cañas (Arundo donax), castaños (Castanea sativa), etc. Leer más
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El Brezal |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La unidad delimitada comprende un área montana en las medianías del norte de la isla, enclavada en una zona de materiales de la serie II.
La vegetación actual es un fayal-berezal en buen estado de conservación , testigo último de un extenso bosque que en otro tiempo cubría toda la zona entre el Palmital y la montaña de Galdar. Entre los elementos arborescentes hay algún acebuche (Olea europaea) y lentiscos (Pistacia lentiscus), y el estrato arbustivo es muy abundante el granadillo (Hypericum canariense). En la actualidad, el fayal-brezal está rodeado de cultivos que impiden su expansión, por lo que constituye una mancha de monte restringida y limitada, aunque con una alta capacidad regenerativa.
En este espacio concurre una fauna ornítica diversa y propia de monteverde, junto a su correspondiente biocenosis de invertebrados. Cerca de su límite noroeste se encuentra la presa de Mondragones, un reservorio de agua que suele ser visitado por aves migradoras.
Hay usos agrícolas dispersos sobre todo en la zona marginal, y en lugares concretos se detectan vertidos incontrolados de basuras y acúmulo de escombros. Toda la unidad está atravesada por la carretera de Moya-Guía, por lo que soporta un tránsito elevado de personas. Aunque no hay asentamientos humanos dentro del espacio protegido, sí en sus alrededores, con la consiguiente presión de uso que ello implica (roturación para su transformacoón en campos de cultivo, etc). Leer más
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Azuaje |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Sector de unos 5 Km de barranco, abierto a l norte y profundamente excavado en materiales basálticos recientes de la serie II. Presenta un alto grado de encajamiento con importantes acúmulos de aluviones que han sido nuevamente incididos por el cauce actual. Esto determina la existencia de laderas fuertemente inclinadas con escarpes de hasta 200 m de altura.
Por el barranco discurre un curso de agua permanente de pequeño caudal, que forma un hábitat natural acuático poblado por especies dulceacuícolas típicas. la vegetación, muy transformada y abierta, se consituye básicamente por especies rupícolas y de fayal-brezal, junto a algunas de laurisilva (Dracunculus, Isoplexis, etc.) o especies como la rejaldadera (Solanum palmensis), que tienen aquí las únicas poblaciones conocidas en toda la isla. Se trata de un reducto de vegetación donde están representadas diversas facies regresivas de casi desaparecido monteverde que cubría el noreste de la isla.
En la parte norte del barranco, en si ladera derecha, hay pequeños bancales que atestiguan un uso agrícola poco intenso. Por lo demás, no se conocen mayores aprovechamientos, a no ser el de las aguas que circulan por el cauce. Los nacientes son visitados con frecuencia, y ello se asocia también a actividades más o menos recreativas. En el interior del barranco hay ruinas de un antiguo hotel-balneario, hoy abandonado, y una fuente pública donde acude gran número de personas a provisionarse de agua. Leer más
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Los Tilos de Moya |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Tramo de unos 2 Km del barranco de los Tilos, donde se localiza una buena muestra de laurisilva. Se trata de un barranco estrecho encajado en materiales de la serie II de Gran Canaria, por donde antiguamente circulaba un importante caudal de agua.
La vegetación de monteverde se distribuye por el lecho y las laderas, y se constituye de formas arbóreas entremezcladas con especies herbáceas propias del sotobosque. En el mismo cauce hay plantas ligadas a ambientes acuáticos (cañas, etc) y en algunos lugares de la reserva -sobre todo en las laderas- hay especies introducidas, a veces extendiéndose por amplias superficies como las tuneras (Opuntia).
El área protegida como reserva está atravesada de norte a sur por una estrecha carretera asfaltada que discrurre por el lecho del barranco y lleva hasta Fontanales. En la actualidad la mayor parte del espacio está gestionado por el Cabildo de la isla, contando para ello con varias instalaciones en su entrada norte, y se ha prohibido el acceso a las zonas naturales a ambos lados de la carretera, al tiempo que se desarrolla un programa específico de restauración de la laurisilva. Leer más
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Los Marteles |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Área de montaña, limitada principalmente en su parte sur, por grandes escarpes, donde se asientan comunidades propias de hábitats rupícolas. Son particularmente interesantes por su riqueza en endemismos las que bordean San Bartolomé (risco Blanco), el Rincón de Tenteniguada, el Paso de la Plata y Temisas, ademas de las vertientes abruptas de las zonas altas de los barrancos de Guayadeque y los Cernícalos. Aunque la mayor parte de los materiales de esta zona pertenecen a serie antiguas, también hay manifestaciones volcánicas recientes como La Calderilla y la caldera de los Marteles (serie IV).
En las cotas altas de la zona y en el centro de la reserva hay pinares de repoblación que alcanzan incluso lo alto de los escarpes del Paso de la Plata al suroeste del espacio, y que se distribuyen en mosaico por la mitad norte. Igualmente resultan destacables las magníficas poblaciones de acebuches y saucedas en la parte alta del barranco de los Cernícalos, posiblemente las mejores de la isla. Las cumbres desprovistas de pinar están ocupadas por matorrales de sustitución constituidos por tabaibas (Euphorbia obtusifolia), retamas de cumbre (Teline microphylla) y escobones (Chamaecytisus proliferus), principalmente. La flora de escarpes es particularmente rica en endemismos como el abundante pastel de risco (Greenovia aurea) o una de las pocas orquídeas de las islas (Orchis patens canariensis); algunos están muy amenazados como la bencomia (Bencomia brachystachya) o la mata de risco (Globularia sarcophylla). También hay especies, como es el caso del tomatero silvestre (Solanum lidii), que sólo se encuentran en puntos concretos del interior de la reserva. En los escarpes que bordean San Bartolomé se sabe que llegaron a nidificar halcones (Falco spp.), que están protegidos por abundante normativa nacional e internacional.
La reserva está atravesada por la carretera que une Telde con Tejeda, por lo que registra una afluencia de visitantes de paso importante. Por lo demás, el uso recreativo o educativo es escaso, a no ser en La Calderilla donde todos los años se organizan campamentos juveniles. Aunque hay algunos asentamientos humanos, los más importantes se disponen en la periferia, fuera del espacio protegido, persistiendo dentro tan sólo algunas casas aisladas que suelen ser construcciones abandonadas o cuartos-refugio de cazadores. La agricultura, constituida por cultivos tradicionales de secano, se concentra en contados lugares y tiende a desaparecer. Más significación tienen los frutales que aparecen en zonas marginales y son recolectados de forma esporádica, cuando no están totalmente abandonados. El pastoreo es también una actividad en franco retroceso. Leer más
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Las Dunas de Maspalomas |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La reserva se sitúa en el margen sureste de una extensa plataforma sedimentaria en las desemobcaduras de los barrancos de Fataga, Ayagaures y Chamoriscán. Está formada por campos de dunas fundamentalmente fonolíticas, orientadas en la misma dirección que los vientos dominantes. En realidad, las dunas se encuentran sobre una de las tres terrazas aluviales, producto de diversas regresiones del nivel del mar debido a cambios de clima durante el Cuaternario. Prueba de ello es la presencia tierra adentro, cerca de la costa oriental y a dos metros sobre el nivel del mar, de depósitos de cantos rodados que recuerdan que el mar tenía en otra época un nivel superior al actual. El límiete oriental de la reserva se corresponde con un promontorio sobre el cual se asentó la urbanización Playa de Inglés, situada en segunda terraza, a más de 55 m sobre el nivel marino actual se encuentra fuera del espacio protegido, más al norte.
La mayor parte de las dunas son activas y se desplazan de Este a Oeste con relativa regulariad, pero un sector al norte del espacio y protegido por la terraza de la urbanización Playa del Inglés carece de movilidad. En este último existe una interesante concentración de vegetación halófilo arenosa de tarajales (Tamarix canariensis), palmeras (Phoenix), juncos (Juncus acutus) o el endemismo local de esta zona de la isla, el salado (Schizogyne glaberrima).
La vegetación actual se compone de comunidades psamófilas, más o menos halofíticas. La franja inmediata a la costa está dominada por poblaciones de balancón (Traganum moquini) y, más hacia el interior -al norte del espacio-, destaca un bosquete de tarajales y juncos, con aulagas y palmeras. En la zona arenosa se observan tanto comunidades internudares dominadas por la juncia propia de zonas salitrosas (Cyperus capitatus) y una meloja (Ononis serrata).
Esta reserva comprende también la llamada charca de Maspalomas, con una riqueza ornítica y florística muy destacada en el pasado pero considerablemente empobrecida en la actualidad. La flora sobreviviente se limita a un denso cañaveral (Phragmites australis), varias fanerógamas marinas y algunas algas, mientras que de la antigua fauna que visitaba el lugar (águila pescaora, milanos, multitud de especies migratorias), sólo perviven algunas limícolas y especies de reciente aparición en las islas como el estornino pinto (Sturnus vulgaris). La mayoría de los limícolas son migradores, pero recientemente se ha constatado la nidificación de la polla de agua (Gallinula chloropus) y la focha común (Fulica atra), lo cual denota la mejoría que se está produciendo en el hábitat desde hace pocos años.
En determinadas épocas estivales, cuando las temperaturas son altas y el nivel de oxígeno disuelto en el agua es bajo, se producen mortandades en masa de algunas de las especies de peces de la charca. Otras veces tienen lugar auténticas explosiones de mosquitos que han generado notorio malestar en la población circundante. Ambos procesos ocurren debido al desequilibrio ecológico provocado por las alteraciones urbanas del entorno, que han modificado el escosistema natural.
Todo el área soporta una fuerte presión de uso proviniente de los núcleos turísticos que rodean la reserva. La afluencia de personas es mayor en las proximidades de la costa, donde bañistas y vehículos motorizados se adentran con frecuencia en las dunas, y se organizan excursiones en dromedario. Por otro lado, la reserva está flanqueada al norte por un campo de golf, que actúa como tampón entre las zonas más antropizadas y el espacio protegido. Ocasionalmente las dunas son objeto de prácticas militares con lanzamientos en paracaídas que provocan importantes alteraciones en las condiciones naturales del espacio. Leer más
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Güigüi |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Área de Gran Canaria constituida por materiales del primer ciclo, que forma parte del antiguo edifico en escudo que dió origen a lo que hoy conocemos como Tamarán o paloe-Gran Canaria. Presenta un relieve altamente erosionado en incidido por numerosos barrancos que salvan en un corto recorrido más de 1.000 m de altura, naciendo y desembocando dentro de este espacio protegido. La comarca está delimitada de forma natural por una serie de montañas (Hogarzales, El cedro, Amurgar, etc.) que lo aislan de la depresión del valle de La Aldea. El perfil costero es generalmente acantilado y sólo en la desembocadura de algunos barrancos se acumulan cantos y arenas que forman pequeñas playas.
Por todo el espacio hay cardonales dispersos y, en determinadas zonas, buenas poblaciones de palmeras (Phoenix canariensis), almácigos (Pistacia atlantica) y tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera). En las cotas más altas, sobre los 700 m, abundan las jaras y escobones, lo que evidencia que esta zona pertenece al área de distribución potencial del pinar. en el cauce de algunos barrancos hay buenos palmerales y acebuchales acompañados de lestiscos. Abundan los endemismos, como taginaste (Echium callithyrsum) y un cabezón (Cheirolophus falcisectus), este último exclusivo del área protegida.
Los acantilados costeros son adecuados para la nidificación de aves marinas como petreles y pardelas y, en ocasiones, se han visto sobrevolando el área de rapaces en peligro como el águila pescorada y el halcón de Berbería.
Los usos son escasos en casi todo el espacio, pero algo mayores y más consistentes en las vertientes del norte, hacia La Aldea de San Nicolás. En esta zona se detectan cultivos en la base de la ladera y en torno al caserío de Artevejez, que conforman un área característica de usos tradicionales. En el barranco de Güigüí Grande hubieron prácticas agrícolas en el pasado, como prueban los deteriorados abancalados de sus márgenes y la presencia en su desembocaura de los restos de un almacén de la compañía Fyttes, dedicada a la exportación de tomates. En la actualidad, sólo se conoce una familia que viva de forma permanente en este barranco, que cultiva una superficie no mayor a una hectárea y posee una veintena de cabezas de ganado cabrío.
La playa de Güigüí chico registra una afluencia relativamente importante de excursionistas que descienden desde la cumbres por distintas rutas del interior del barranco. Leer más
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Pilancones |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El parque natural se encuentra en una de las zonas más antiguas de Gran Canaria formada por materiales traquítico-fonolíticos del primer ciclo volcánico. la edad de los materiales supera posiblemente los 12 millones de años. En este lugar, los intensos procesos morfogenéticos han labrado un paisaje de barrancos encajados entre interfluvios en meseta que evolucionan paulatinamente hacia afiladas crestas.
El sector septentrional de este espacio está ocupado por un extenso pinar de repoblación donde viven especies orníticas interesantes como el picapinos (Dendrocopos major thanneri) y el pinzón azul de Gran Canaria (Fringilla teydea polatzeki). Por debajo del pinar se extiende una zona de matorrales de sustitución con jaras (Cistus monspeliensis) y escobones (Chamaecytisus proliferus) y, de forma muy esporádica, alguna sabina aislada (Juniperus phoenicea). Justo al suroeste del parque hay poblaciones de cardones y tabaiba dulce. Por otro lado, la existencia de pequeños cursos de agua y varias presas, ha favorecido la implantación de cañaverales, donde se ha instalado el pico de coral (Estrilda astrild), un pájaro reciente colonizador de la isla. Entre las especies florísticas amenazadas destacan el heliantemo (Helianthemum tholiforme), la corregüela gris (Convolvulus preeeaudieri) y la ruda de risco (Ruta oreojasme).
Los asentamientos humanos son casi inexistentes. Hay algunos caseríos dispersos por la zona sur del parque -a veces segundas residencias- destacando localidades como Ayagaures alto, y los pobladores del lomo de Pedro Alfonso, que ocupan de forma marginal el espacio protegido. En torno a estos caseríos se practica una agricultura modesta y de regadío destinada a autoconsumo. La intensidad de los cultivos es mayor al sur y en localidades concretas al oeste, donde hay huertas con plantaciones de mangos, aguacateros, naranjos, etc., que en pequeña proporción abastecen a los núcleos turísticos del sur de Gran Canaria. Otra característica de la zona sur del parque natural es la abudancia de presas, algunas de grandes dimensiones, como la de Ayagaures. También hay muchas pistas, algunas ilegales y fuertemente impactantes, como la del barranco de los Vicentes, construida para instalar un tendido eléctrico. Leer más
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Amagro |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Pequeño macizo montañoso sobre la vega de Gáldar, de 500 m de altura, constituido por materiales volcánicos de la serie II en la periferia de una estructura geológicamente más antigua (Serie I), aparentemente desgajada del primitivo edificio de la isla.
La vegetación actual está formada por tabaibales (Euphorbia balsamifera y Euphorbia aphylla) y cardonales (Euphorbia canariensis), con presencia de jaras a media ladera y en las cumbres. En algunos puntos hay también almácigos aislados, testigos de antiguos bosques termófilos más extensos en el pasado. Entre la flora es digna de mención la presencia de la llamada siempreviva de Amagro (Limonium sventenii), un endemismo amenazado presente en contadas localidades del oeste de Gran Canaria.
El pastoreo es intenso, mientras que la agricultura es prácticamente inexistente. En las laderas meridionales hay cierto uso recreativo (como de la Tosca) consistente en un centro de la sociedad de cazadores y en un zoológico especializado en reptiles (Reptilandia).
Además de una pista principal que accede a lo alto del macizo, hay otras secundarias para plantaciones forestales, ya que buena parte de Amagro es terreno consorciado con particulares para su repoblación. En las laderas se han efectuado aterrazamientos para la repoblación con especies exóticas (casuarinas, acacias, etc.), que no han prosperado mucho. En el ámbito de este espacio se localizan también explotaciones de cantería y una vieja estación de bombeo. Esta última proviene de una infraestructura iniciada en 1915 por la compañía John Davis Leacock, para elevar el agua desde la playa del Agujero hasta lo alto del macizo. Leer más
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El sistema de referencia nativo de los datos es WGS 84 (CRS84) en coordenadas geográficas - EPSG 4326.
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