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Espacios protegidos

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Nombre Figura de protección Descripción
Yesos de Ulea Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Los materiales que conforman el LIC pertenecen al Mesozoico, y son rocas sedimentarias sulfatadas, fundamentalmente yesos, margas y arcillas. Incluye dos grandes núcleos compuestos de matorral y pinar rodeados de áreas agrícolas de secano y regadío. Estos dos núcleos se conectan por dos ramblas: la Rambla del Salar y la Rambla del Carrizalejo (desembocando la primera en la segunda en el Barranco del Mulo.
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Rio Quipar Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este río presenta dos tramos bastante diferenciados. En los tramos alto y medio, el cauce discurre más o menos encajado entre sustratos de roca caliza, con importantes formaciones de olmedas, alamedas, choperas y saucedas; y por otra parte, cañaverales, juncales y zarzales en los lugares peor conservados. En el último tramo del río, sobre margas yesíferas y sustratos salinos, destacan las comunidades de tarayal (Tamarix gallica), así como algunas especies halófitas.
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Rio Mula y Pliego Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Se trata de dos afluentes del río Segura por su margen derecha, si bien el río Pliego vierte sus aguas primero al propio río Mula. Ambos están embalsados en su tramo medio. El río Pliego nace en la parte noroeste de Sierra Espuña y discurre casi totalmente por suelos de conglomerados, areniscas y margo-calizas. El río Mula nace entre las Sierras de Burete y Lavia y discurre en sus tramos alto y medio por suelos principalmente calcáreos y en su último tramo sobre materiales margosos.
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Sierra de Enmedio Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Sierra de moderada altitud (855 m) situada al suroeste de la Región de Murcia en el límite provincial con Almería. Se trata de una alineación montañosa en dirección SW-NE, constituida por materiales metamórficos y volcánicos y, en menor medida calizos. La vegetación se compone de matorral bajo con formaciones de albaidal y espinar y, espartal y romeral asociados a la litología de naturaleza caliza.
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Sierra de la Torrecilla Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Sierra de baja altitud y topografía ondulada del suroeste de la Región de Murcia, donde se combinan ambientes semiáridos con ramblas y riberas. Predominan los materiales silíceos fácilmente deleznables. La vegetación predominante es el matorral (en la solana). Las zonas más húmedas están ocupadas por un bosque de pino carrasco, acompañado de carrasca y coscoja. Sin embargo existen un alto grado de fragmentación debido a los cultivo de secano, principalmente almendros, llegando incluso a convertirse en la unidad paisajísticamente dominante. Los piedemonte y la parte central de la Sierra se encuentran también cultivados, fundamentalmente de almendros de secano y olivos.
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Valles submarinos del Escarpe de Mazarron Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Este espacio incluye el medio marino comprendido entre las aguas situadas al sur de la isla del Fraile en el municipio de Águilas hasta una distancia de aproximadamente 11,79 km en dirección este trazada desde el cabo de Palos, sito en Cartagena. Alcanza en su límite exterior meridional una amplitud máxima de 88,16 km así como un ancho máximo en la parte más oriental de 26,85 km, cubriendo una superficie total de 154.080,571 ha. Encuadrado en el extremo suroeste de la cuenca Algero-Provenzal, conforma una zona de transición con el mar de Alborán, constituyendo un punto de mezcla y divergencia de aguas mediterráneas y atlánticas de gran interés a mesoescala. La profundidad varía desde 20-25 m en la zona más próxima al litoral, llegando a alcanzar los 2000 metros de profundidad en su sector más meridional. El escarpe de Mazarrón, como elemento más relevante de la fisiografía de la zona, es una imponente pared submarina resultado de la expresión morfológica de un sistema de grandes fallas de desgarre que delimitan la plataforma y talud continental de la extensa llanura abisal Argelo-Balear, de más de 2.600 m de profundidad. Considerado como parte del conjunto de escarpes que de forma continua llegan desde cabo de Gata hasta el Promontorio Balear a través del escarpe Emile Boudot, se encuentra atravesado a la altura del espacio protegido por distintos valles submarinos en cárcava entre los que cabe destacar los denominados Negrete, Tiñoso y Espada, entre otros. La proximidad a costa de este escarpe va a dar lugar a una plataforma continental muy reducida que llega a alcanzar una amplitud mínima de 2,5 km frente a cabo Tiñoso, siendo considerado uno de los puntos del Mediterráneo occidental donde la plataforma es más estrecha.
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Islas Chafarinas Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Las Islas Chafarinas son un espacio natural protegido por la singular figura legal de Refugio Nacional de Caza desde 1982 (Real Decreto 1115/1982, de 17 de abril, de creación del Refugio Nacional de Caza de las Islas Chafarinas). Por otra parte, este enclave norteafricano bajo soberanía española desde 1.848, tiene un status militar que implica cierto régimen peculiar en cuanto a los usos y actividades que en él se pueden desarrollar.
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Zona maritimo terrestre de los acantilados de Aguadu Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La zona marítimo terrestre de los acantilados de Aguadú están situados en el extremo norte del territorio de Melilla, ocupando la línea de costa acantilada que sin solución de continuidad se prolonga hasta la punta del Cabo Tres Forcas en Marruecos. Se trata de un acantilado de alrededor de 100 metros de altura, protegido por una plataforma de abrasión que forma la Punta de Rostrogordo y que al tiempo, provoca la existencia de fondos rocosos de enorme limipieza que presentan un gran valor ecológico por la presencia de coralígeno mediterráneo hasta una profundidad aproximada de 20 metros. En esta fachada acantilada se presenta una columna estratigráfica visible a lo largo de la carretera que baja hasta la punta de Rostrogordo. Los materiales, sedimentarios en su mayoría, sufrieron la influencia de las erupciones volcánicas datadas en el Plioceno, por lo que presenta en su parte superior capas intercaladas de cineritas andesíticas. Los materiales sedimentarios, comenzando desde la parte superior del acantilado situado en la meseta de Rostrogordo están compuestos por una primera capa de travertinos procedentes de depósitos carbonatados de hasta 4 metros de espesor. Bajo la capa de travertinos aparecen las coladas de cineritas que dan paso a un nivel superior de molasas formadas por calcarenitas o calizas clásticas de color pajizo en donde se distinguen fenómenos de disolución cárstica que han formado simas y depósitos de arcillas rojas de descalcificación. Bajo esta capa de molasas se presentan unos potentes sedimentos de areniscas, de 45 metros, entre los que destacan fenómenos de erosión diferencial provocados por el viento de levante que combate la costa, y laminaciones convulsionadas y estratificación entrecruzada. Bajo las areniscas, se encuentra un nivel inferior de molasas, que en la punta de Rostrogordo entran en el mar, formando la plataforma de abrasión. Bajo estos sedimentos existe una capa de margas grises que en la punta de Rostrogordo no es visible pero que aparece en el nivel del mar en las porciones más al norte del acantilado. La existencia de pozos en Melilla se explica en esta sucesión de sedimentos por la gran porosidad de las areniscas, por la acción cárstica sobre los carbonatos superiores y por la presencia de las margas grises, que con su carácter impermeable permiten la existencia de acuíferos. De aquí viene el nombre de "Aguadú" para la zona, que refiere la presencia de "agua dulce" a orillas del mar en aquellos lugares en que la capa de margas grises aparece sobre la cota 0, apareciendo surgencias en las molasas de aguas de infiltración. La erosión de la zona es importante debido a la acción del viento de levante y del mar. El efecto de esta erosión y la presencia de sedimentos carbonatados y silíceos ha provocado la existencia de suelos, que aunque inestables debido a frecuentes desprendimientos y a deslizamientos de las acumulaciones de arcillas, han permitido la colonización de aquellos lugares de menor pendiente, presentando una diversidad de hábitats que aporta diversidad a la vegetación entre los que destacamos la presencia de matorral halonitrófilo (Pegano-Salsoletea) y vegetación de acantilados mediterráneos con Limonium. La porción de acantilado más vertical y más alejada de la punta de Rostrogordo se encuentra protegida del mar por una superficie amplia sobreelevada de la orilla del mar por unos 10 metros en la que se presenta matorral termomediterráneo calcícola, con intrusiones de vegetaciones próximas, como Pinus halepensis, Phoenix canariensis, Ficus carica... En la parte superior del acantilado, en contacto ya con los límites fronterizos, la erosión ha abierto barrancos que dejan en superficie suelos silíceos originados por la capa interpuesta de cineritas, apareciendo especies que no se pueden encontrar en otros lugares de Melilla, destacando varias especies de jaras (Cistus), con influencia de pinos y acacias de la repoblación próxima, y la presencia de Helyanthemum caput-felis. En el contexto de la Ciudad de Melilla, la zona de acantilados de Aguadú ocupa una situación privilegiada desde el punto de vista paisajístico, pues la existencia de miradores sobre el acantilado a 100 metros sobre el nivel del mar, ponen a la población en contacto con el único paisaje no urbanizado del territorio en donde la conjunción tierra-mar, especialmente a la luz y transparencia del aire originados por los vientos de poniente, constituye un auténtico espectáculo visual.
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Barranco del Nano Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
El barranco del Nano es una zona agreste por tratarse de la caída desde las alturas de la meseta de Rostrogordo, que llega a ser de 123 metros, hasta el valle del Río de Oro, sólo a 30 metros. En las últimas décadas ha escapado a la influencia negativa humana al ser terrenos de utilización militar excluidos de la circulación de personas y vehículos. Forma un profundo valle con vertientes de alta pendiente que pueden ser superiores a los 80 metros de desnivel, y por lo tanto con un grado de insolación bajo durante gran parte del día. En la cabecera del valle, en la meseta, se presentan terrernos menos inclinados dominados por una costra travertínica que ha desaparecido aguas abajo debido a la erosión fluvial y eólica. Conforme se baja por el valle van apareciendo los materiales sedimentarios existentes bajo la costra travertínica, dominando las areniscas y más localmente las molasas. Los terrenos superiores, desprovistos de cubierta vegetal, han originado litosoles poco desarrollados que son colonizados por Asphodelus, constituyendo una pseudoestepa de gamones. Los terrenos excavados por las fuertes lluvias torrenciales dan paso en las laderas a la aparición de fluvisoles, que a veces pueden tener un espesor superior a 100 cems y que han originado la existencia de algunas huertas y más puntualmente, arenosoles producto de la erosión de las areniscas. La fuerte pendiente general del terreno, con las consiguientes dificultades de acceso y el uso militar han evitado la completa sustitución de la vegetación ancestral por vegetación nitrófila, al tiempo que ha evitado algunas formas de contaminación orgánica de gran influencia en terrenos cercanos por la presencia de un Parque periurbano de uso social y recreativo. Estas son las causas de que, tanto en estos barrancos como en terrenos militares próximos existan algunos ejemplares de Tetraclinis articulata, especie sólo presente en Europa en la Comunidad española de Murcia, lo que constituye el principal valor ecológico del terreno desde el punto de vista botánico. Una parte de las laderas están cubiertas por pequeñas masas de Pinus halepensis de repoblación, apareciendo en el resto del terreno algarrobos, higueras y acebuches (Ceratonia siliqua, ficus carica y Olea europaea). Otra singularidad de la zona es la presencia del arroyo de Tigorfaten, que entrando desde Marruecos, confluye en territorio melillense con el barranco del Nano propiamente dicho. La entrada de este cauce es importante debido al efecto de barrera biogeográfica para algunas especies de las alambradas que establecen los límites fronterizos. Ningún animal de tamaño medioo o grande puede atravesar las alambradas salvo por los dispositivos de control de caudal situados bajo los puentes. Por ello, este terreno es visitado por especies como chacales, por ejemplo.
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Barranco Oscuro Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La reserva delimita un tramo de unos 2 Km de longitud del barranco Oscuro, justo antes de su desembocadura en el barranco de la Virgen-Azuaje. está encajado en materiales pertenecientes a la serie basáltica II. En sus laderas más húmedas persisten restos de laurisilva que antaño cubría una superficie muy extensa en el noreste de Gran Canaria, y que hoy sobrevive puntualmente en contadas localidades. También hay buenas muestras de fayal-brezal y algunos restos de bosques en galerías, representados sobre todo por saucedas. Los restos de laurisilva se distribuyen en el barranco de dos manchones separados entre sí por un centenar de metros. En esta zona intermedia y tanto en el cauce como en las partes más altas de las laderas, hay cultivos de huerta y pequeñas edificaciones dispersas de poca importancia. la flora de este reducto es muy rica, con elementos muy raros y amenazados tales como el chagorro (Sideritis discolor), la cresta de gallo (Isoplexis chalcantha) o la margarita (Argyranthemum adauctum jaciobaeifolium), que son endemismos locales. La flora arbórea de este lugar es propia de laurisilva, pero con algunos componentes que no se corresponden con dicha comunidad natural. Así aparecen poblaciones de álamos (Populus alba), cañas (Arundo donax), castaños (Castanea sativa), etc.
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El Brezal Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La unidad delimitada comprende un área montana en las medianías del norte de la isla, enclavada en una zona de materiales de la serie II. La vegetación actual es un fayal-berezal en buen estado de conservación , testigo último de un extenso bosque que en otro tiempo cubría toda la zona entre el Palmital y la montaña de Galdar. Entre los elementos arborescentes hay algún acebuche (Olea europaea) y lentiscos (Pistacia lentiscus), y el estrato arbustivo es muy abundante el granadillo (Hypericum canariense). En la actualidad, el fayal-brezal está rodeado de cultivos que impiden su expansión, por lo que constituye una mancha de monte restringida y limitada, aunque con una alta capacidad regenerativa. En este espacio concurre una fauna ornítica diversa y propia de monteverde, junto a su correspondiente biocenosis de invertebrados. Cerca de su límite noroeste se encuentra la presa de Mondragones, un reservorio de agua que suele ser visitado por aves migradoras. Hay usos agrícolas dispersos sobre todo en la zona marginal, y en lugares concretos se detectan vertidos incontrolados de basuras y acúmulo de escombros. Toda la unidad está atravesada por la carretera de Moya-Guía, por lo que soporta un tránsito elevado de personas. Aunque no hay asentamientos humanos dentro del espacio protegido, sí en sus alrededores, con la consiguiente presión de uso que ello implica (roturación para su transformacoón en campos de cultivo, etc).
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Azuaje Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Sector de unos 5 Km de barranco, abierto a l norte y profundamente excavado en materiales basálticos recientes de la serie II. Presenta un alto grado de encajamiento con importantes acúmulos de aluviones que han sido nuevamente incididos por el cauce actual. Esto determina la existencia de laderas fuertemente inclinadas con escarpes de hasta 200 m de altura. Por el barranco discurre un curso de agua permanente de pequeño caudal, que forma un hábitat natural acuático poblado por especies dulceacuícolas típicas. la vegetación, muy transformada y abierta, se consituye básicamente por especies rupícolas y de fayal-brezal, junto a algunas de laurisilva (Dracunculus, Isoplexis, etc.) o especies como la rejaldadera (Solanum palmensis), que tienen aquí las únicas poblaciones conocidas en toda la isla. Se trata de un reducto de vegetación donde están representadas diversas facies regresivas de casi desaparecido monteverde que cubría el noreste de la isla. En la parte norte del barranco, en si ladera derecha, hay pequeños bancales que atestiguan un uso agrícola poco intenso. Por lo demás, no se conocen mayores aprovechamientos, a no ser el de las aguas que circulan por el cauce. Los nacientes son visitados con frecuencia, y ello se asocia también a actividades más o menos recreativas. En el interior del barranco hay ruinas de un antiguo hotel-balneario, hoy abandonado, y una fuente pública donde acude gran número de personas a provisionarse de agua.
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Los Tilos de Moya Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Tramo de unos 2 Km del barranco de los Tilos, donde se localiza una buena muestra de laurisilva. Se trata de un barranco estrecho encajado en materiales de la serie II de Gran Canaria, por donde antiguamente circulaba un importante caudal de agua. La vegetación de monteverde se distribuye por el lecho y las laderas, y se constituye de formas arbóreas entremezcladas con especies herbáceas propias del sotobosque. En el mismo cauce hay plantas ligadas a ambientes acuáticos (cañas, etc) y en algunos lugares de la reserva -sobre todo en las laderas- hay especies introducidas, a veces extendiéndose por amplias superficies como las tuneras (Opuntia). El área protegida como reserva está atravesada de norte a sur por una estrecha carretera asfaltada que discrurre por el lecho del barranco y lleva hasta Fontanales. En la actualidad la mayor parte del espacio está gestionado por el Cabildo de la isla, contando para ello con varias instalaciones en su entrada norte, y se ha prohibido el acceso a las zonas naturales a ambos lados de la carretera, al tiempo que se desarrolla un programa específico de restauración de la laurisilva.
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Los Marteles Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
Área de montaña, limitada principalmente en su parte sur, por grandes escarpes, donde se asientan comunidades propias de hábitats rupícolas. Son particularmente interesantes por su riqueza en endemismos las que bordean San Bartolomé (risco Blanco), el Rincón de Tenteniguada, el Paso de la Plata y Temisas, ademas de las vertientes abruptas de las zonas altas de los barrancos de Guayadeque y los Cernícalos. Aunque la mayor parte de los materiales de esta zona pertenecen a serie antiguas, también hay manifestaciones volcánicas recientes como La Calderilla y la caldera de los Marteles (serie IV). En las cotas altas de la zona y en el centro de la reserva hay pinares de repoblación que alcanzan incluso lo alto de los escarpes del Paso de la Plata al suroeste del espacio, y que se distribuyen en mosaico por la mitad norte. Igualmente resultan destacables las magníficas poblaciones de acebuches y saucedas en la parte alta del barranco de los Cernícalos, posiblemente las mejores de la isla. Las cumbres desprovistas de pinar están ocupadas por matorrales de sustitución constituidos por tabaibas (Euphorbia obtusifolia), retamas de cumbre (Teline microphylla) y escobones (Chamaecytisus proliferus), principalmente. La flora de escarpes es particularmente rica en endemismos como el abundante pastel de risco (Greenovia aurea) o una de las pocas orquídeas de las islas (Orchis patens canariensis); algunos están muy amenazados como la bencomia (Bencomia brachystachya) o la mata de risco (Globularia sarcophylla). También hay especies, como es el caso del tomatero silvestre (Solanum lidii), que sólo se encuentran en puntos concretos del interior de la reserva. En los escarpes que bordean San Bartolomé se sabe que llegaron a nidificar halcones (Falco spp.), que están protegidos por abundante normativa nacional e internacional. La reserva está atravesada por la carretera que une Telde con Tejeda, por lo que registra una afluencia de visitantes de paso importante. Por lo demás, el uso recreativo o educativo es escaso, a no ser en La Calderilla donde todos los años se organizan campamentos juveniles. Aunque hay algunos asentamientos humanos, los más importantes se disponen en la periferia, fuera del espacio protegido, persistiendo dentro tan sólo algunas casas aisladas que suelen ser construcciones abandonadas o cuartos-refugio de cazadores. La agricultura, constituida por cultivos tradicionales de secano, se concentra en contados lugares y tiende a desaparecer. Más significación tienen los frutales que aparecen en zonas marginales y son recolectados de forma esporádica, cuando no están totalmente abandonados. El pastoreo es también una actividad en franco retroceso.
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Las Dunas de Maspalomas Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
(Categoría UICN: No aplica)
La reserva se sitúa en el margen sureste de una extensa plataforma sedimentaria en las desemobcaduras de los barrancos de Fataga, Ayagaures y Chamoriscán. Está formada por campos de dunas fundamentalmente fonolíticas, orientadas en la misma dirección que los vientos dominantes. En realidad, las dunas se encuentran sobre una de las tres terrazas aluviales, producto de diversas regresiones del nivel del mar debido a cambios de clima durante el Cuaternario. Prueba de ello es la presencia tierra adentro, cerca de la costa oriental y a dos metros sobre el nivel del mar, de depósitos de cantos rodados que recuerdan que el mar tenía en otra época un nivel superior al actual. El límiete oriental de la reserva se corresponde con un promontorio sobre el cual se asentó la urbanización Playa de Inglés, situada en segunda terraza, a más de 55 m sobre el nivel marino actual se encuentra fuera del espacio protegido, más al norte. La mayor parte de las dunas son activas y se desplazan de Este a Oeste con relativa regulariad, pero un sector al norte del espacio y protegido por la terraza de la urbanización Playa del Inglés carece de movilidad. En este último existe una interesante concentración de vegetación halófilo arenosa de tarajales (Tamarix canariensis), palmeras (Phoenix), juncos (Juncus acutus) o el endemismo local de esta zona de la isla, el salado (Schizogyne glaberrima). La vegetación actual se compone de comunidades psamófilas, más o menos halofíticas. La franja inmediata a la costa está dominada por poblaciones de balancón (Traganum moquini) y, más hacia el interior -al norte del espacio-, destaca un bosquete de tarajales y juncos, con aulagas y palmeras. En la zona arenosa se observan tanto comunidades internudares dominadas por la juncia propia de zonas salitrosas (Cyperus capitatus) y una meloja (Ononis serrata). Esta reserva comprende también la llamada charca de Maspalomas, con una riqueza ornítica y florística muy destacada en el pasado pero considerablemente empobrecida en la actualidad. La flora sobreviviente se limita a un denso cañaveral (Phragmites australis), varias fanerógamas marinas y algunas algas, mientras que de la antigua fauna que visitaba el lugar (águila pescaora, milanos, multitud de especies migratorias), sólo perviven algunas limícolas y especies de reciente aparición en las islas como el estornino pinto (Sturnus vulgaris). La mayoría de los limícolas son migradores, pero recientemente se ha constatado la nidificación de la polla de agua (Gallinula chloropus) y la focha común (Fulica atra), lo cual denota la mejoría que se está produciendo en el hábitat desde hace pocos años. En determinadas épocas estivales, cuando las temperaturas son altas y el nivel de oxígeno disuelto en el agua es bajo, se producen mortandades en masa de algunas de las especies de peces de la charca. Otras veces tienen lugar auténticas explosiones de mosquitos que han generado notorio malestar en la población circundante. Ambos procesos ocurren debido al desequilibrio ecológico provocado por las alteraciones urbanas del entorno, que han modificado el escosistema natural. Todo el área soporta una fuerte presión de uso proviniente de los núcleos turísticos que rodean la reserva. La afluencia de personas es mayor en las proximidades de la costa, donde bañistas y vehículos motorizados se adentran con frecuencia en las dunas, y se organizan excursiones en dromedario. Por otro lado, la reserva está flanqueada al norte por un campo de golf, que actúa como tampón entre las zonas más antropizadas y el espacio protegido. Ocasionalmente las dunas son objeto de prácticas militares con lanzamientos en paracaídas que provocan importantes alteraciones en las condiciones naturales del espacio.
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