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Espacios protegidos

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Nombre Figura de protección Descripción
Picos de Europa Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Espacio de montaña de la región biogeográfica atlántica que en sus 24.000 ha alberga un rango altitudinal que oscila entre los más de 2.600 m en Torrecerredo y los 320 m del valle del Cares, dando cabida a litologías calizas y silíceas, con claro dominio de las primeras donde se dan importantes procesos cársticos que han permitido el desarrollo de una gran número de cavidades y simas, superando alguna de estas últimas los 1.000 m de profundidad. El relieve abrupto con una diferencia de altitudes superior a 2.300 m condiciona una gran variedad climática, permitiendo a su vez el desarrollo de un gran número de ambientes, especies y paisajes. Las zonas calizas del Espacio se caracterizan por la abundante vegetación arbórea, principalmente hayedos, aunque también están presentes quejigares (como los que aparecen en el valle de Valdeón sobre laderas de solana), encinares (como los desarrollados en las escarpadas laderas del desfiladero del Cares y hasta el Monte Corona), avellanares y bosques mixtos de frondosas. Las zonas tradicionalmente pastadas y/o aquellas por encima del límite del bosque, están ocupadas por pastizales de muy diversos tipos y matorrales (principalmente aulagares y enebrales). Imponentes paredones rocosos, pedregales y canchales calcáreos y excepcionales turberas complementan estas zonas. Respecto a estas últimas destacan las turberas de la Vega de Liordes, enclave excepcional en la cordillera Cantábrica para la conservación de estos ambientes. En cuanto a los ámbitos de naturaleza silícea, están también densamente poblados por bosque. Destacan igualmente los hayedos a los que acompañan robledales y abedulares, además de aparecer puntualmente representaciones de castañares. El mosaico pastizal/matorral en este caso cuenta con abundancia de piornales, brezales y enebrales, junto con los paredones rocosos, pedregales y canchales silíceos, así como las también relevantes turberas. Completan el paisaje vegetal las vegas próximas a los ríos y arroyos y los bosques de ribera (fresnedas y bosques mixtos) y saucedas arbustivas que los jalonan. Los paisajes de alta montaña han sido transformados históricamente debido al efecto de la presencia de una importante cabaña ganadera en extensivo, existiendo numerosas vías pecuarias que recorren el Espacio, habiéndose desarrollado una gran variedad de tipologías de pastizal y matorral en función de su ubicación y manejo. Actualmente la expansión del matorral en detrimento de prados y pastos se debe en gran parte a la disminución en muchas zonas de la cabaña ganadera de ovino, debida a un cambio en el manejo tradicional del ganado (en forma, espacio y tiempo) y al aumento de explotaciones semiextensivas.
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Lagunas de Villafafila Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El paisaje de la zona se caracteriza por una suave orografía, con escasas pendientes y amplios horizontes, donde el cultivo del cereal de secano es prácticamente monoespecífico. A los históricos procesos de deforestación sufridos en la zona se ha unido en los últimos tiempos los efectos provocados por las concentraciones parcelarias que han supuesto la desaparición de la mayor parte de linderos, formaciones arbustivas y arbóreas que se mantenían en el Espacio, dando lugar en la actualidad a un paisaje altamente homogéneo y transformado. La pseudoestepa cerealista se encuentra dominada por los cultivos de cebada, trigo y alfalfa de secano, con alta importancia de las superficies de barbecho, adquiriendo gran valor por su funcionalidad las escasas superficies presentes de pastizales secos con vegetación natural y los pequeños pastizales húmedos que circundan a algunos arroyos. La horizontalidad del paisaje únicamente se ve interrumpida por algún cultivo forestal como alamedas (Populus alba), choperas (Populus nigra) o pinares de pino piñonero (Pinus pinea). En el centro del Espacio se localiza un complejo lagunar de carácter temporal, semiendorreico y salino, caracterizado por lo somero de sus aguas, que presenta un ciclo hídrico anual muy marcado por la alta estacionalidad de las precipitaciones. El carácter salino del complejo lagunar se debe a la gran cantidad de sales que impregnan los materiales terciarios que forman el sustrato y al efecto del endorreísmo de la cuenca. El acuífero terciario de la zona de Villafáfila es de aguas surgentes, que en su ascenso a los niveles superiores se "contaminan " por disolución con las sales que impregnan los sedimentos terciarios y se salinizan, contribuyendo también de esta manera a la creación de suelos salinos. En años de máxima inundación, el complejo lagunar ocupa una extensión de unas 600 ha. Las principales lagunas del complejo lagunar son la Laguna Grande de 192 ha, la Laguna de Barillos con 118 ha y la Laguna de las Salinas de 70 ha. Esta última laguna fue desecada en 1970 y recuperada por la Junta de Castilla y León en 1989. Las zonas húmedas conforman la parte esencial del Espacio y tienen distinta tipología (lagunas, charcas, lavajos, bodones, depresiones inundables, pastizales húmedos, juncales, etc.), incluyendo tanto zonas húmedas con lámina de agua permanente o estacional como criptohumedales (zonas húmedas pero sin lámina de agua), con una flora y vegetación halófila y subhalófila muy rica y variada tanto de hidrófilos como de helófitos, entre los que destacan las formaciones de Suaeda vera, las juncales de Juncus maritimus y/o Juncus subulatus, los pastizales vivaces dominados por Puccinellia sp y/o Camphorosma monspeliaca y las comunidades terofíticas halófilas o halonitrófilas de Salicornia ramosissima, Cressa cretica, Frankenia pulverulena, Salsola soda u Hordeum marinum. Cabe destacar también la importancia de la juncia o castañuela (Scirpus maritimus, S. litoralis y S. lacustris), al ser especies muy características del complejo lagunar. Sus formaciones han sufrido una fuerte regresión en todo el complejo lagunar debido al consumo de sus tubérculos por parte de los ánsares (Anser anser), lo que ha originado una alteración sustancial del paisaje lagunar y de sus condiciones ecológicas para la fauna.
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Cañon del Rio Lobos - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El Cañón del río Lobos constituye uno de los paisajes más espectaculares del centro de la península. A partir de la localidad burgalesa de Hontoria del Pinar, el río Lobos ha horadado, durante más de 20 km de longitud, un profundo cañón entre los materiales calizos del Cretácico Superior. Las calizas y dolomías del Mesozoico dan lugar a las parameras planas, paredes verticales en los cañones y relieves kársticos, mientras que las margas, más blandas y erosionables, suelen ocupar las vaguadas y zonas bajas de las laderas, con suelos más desarrollados y mayor abundancia de vegetación. Otros materiales que afloran en menor medida en el Espacio son arenas, arcillas, limos, areniscas, conglomerados y gravas. Los procesos de meteorización, como la gelifracción y la termoclastia, han intervenido también decisivamente en la configuración del paisaje actual del Espacio. En el Espacio se puede determinar la existencia de tres zonas con paisajes claramente diferenciados: el cauce y la vegetación de ribera asociada, con un caudal escaso y que llega a infiltrarse en el subsuelo, quedando tramos secos en época estival alternados con la existencia de pozas con una rica vegetación acuática dominada por la profusión de nenúfares (Nuphar luteum) juncales, prados húmedos, comunidades de ranúnculos acuáticas y saucedas; los cortados y roquedos que configuran el cañón, albergando una rica comunidad de vegetación casmofítica y la paramera, donde destacan las formaciones más occidentales de pino laricio o pudio (Pinus nigra subsp. salzmannii) y los bosques de sabina (Juniperus thurifera), estos últimos presentes sobre todo en la sierra de Nafría y en el entorno del pico Navas, el enclave de mayor altitud del Espacio con 1.352 m. De modo más puntual aparecen carrascales y quejigares. Los espacios abiertos entre estas comunidades son ocupados por pastizales psicroxerófilos y tomillares. Otras formaciones interesantes son los pastizales y turberas como los presentes en las dehesas boyales de Costalago o de Santa María de las Hoyas. Esta variedad de ambientes se ve enriquecida por los hábitats y especies ligados a los medios acuáticos (cursos de agua, lagunas, charcas y estanques temporales) y hábitats azonales (turberas, canchales, etc.). El modelado kárstico de los materiales calizos ha dado lugar a la existencia de un gran número de cuevas y simas, algunas de las cuales alcanzan una gran profundidad. Son frecuentes también las surgencias, destacando el afloramiento del río Ucero en el manantial de la Galiana, cuyas aguas proceden del drenaje subterráneo del acuífero kárstico del Cañón.
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Sierra de Guadarrama - ZEPA Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
El espacio incluye la vertiente norte segoviana de la Sierra de Guadarrama, situada en el extremo oriental del Sistema Central, gran cordillera de disposición zonal (E-W) que separa las mesetas centrales de la Península Ibérica, alcanzando altitudes superiores a los 2.000 m. El relieve montañoso, su altitud y variable orientación, producto de la disposición de las unidades montañosas que se entrecruzan y confluyen en el Puerto de Navacerrada, elevan notablemente la diversidad de las condiciones ambientales de la Sierra de Guadarrama, otorgándole una gran variedad de ambientes y hábitats, con una flora y fauna singulares y de gran riqueza. La sierra de Guadarrama forma parte del zócalo hercínico ibérico. La constitución litológica de la sierra de Guadarrama es fundamentalmente paleozoica y está dominada por rocas silíceas metamórficas y plutónicas de carácter ácido: granitos, granitoides, gneises, cuarcitas, esquistos y pizarras. En el piedemonte aparecen zonas con restos de las cubiertas sedimentarias mesozoicas y cenozoicas que fueron más o menos desmanteladas en el proceso de la orogenia alpina. Se trata de rocas carbonatadas cretácicas (calerizos), arenas y margas miocenas, intercaladas entre glacis arenosos o limosos pliocenos o cuaternarios. Los enclaves calizos se conservan de forma alineada en las proximidades de las fallas principales que delimitan los bloques elevados centrales de la Sierra. Destaca la estratificación de la vegetación según el gradiente altitudinal, encontrándose, por encima de los 1.800 m de altitud pastos de montaña y vegetación arbustiva como piornales o enebros rastreros. Entre los 2.000 y los 1.000 m de altitud se encuentran extensas superficies de bosques de pino silvestre (Pinus sylvestris), cuya distribución se ha visto ampliada hacia las cotas basales de la sierra, acompañados de manera aislada por abedules, fresnos, tejos, acebos o serbales. Por debajo de los 1.400 m predominan los bosques de rebollos, encinas, quejigos y sabinas, acompañados de diversas formaciones arbustivas como tomillares, estepares y retamares. Numerosos arroyos y pequeños ríos atraviesan el área, formando en algunos casos profundos barrancos, y manteniendo algunos de ellos buenos ejemplos de bosques de ribera. Los paisajes de entornos rurales del piedemonte de la Sierra presentan una alternancia de setos arbustivos y arbóreos entre prados de siega y diente favorecidos por antiguas regueras, donde predominan fresnos y robles, frecuentemente trasmochados para aumentar la productividad y favorecer el pasto, dando lugar a las características dehesas boyales.
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Jandia Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La península de Jandía es un edificio de estructura lineal a modo de dorsal, construido por superposición de coladas sálicas y básicas con materiales de la serie I. Entre sus alienadas crestas se encuentran las máximas alturas de Fuerteventura, con cimas de más de 800 m, destacando en su paisaje el arco de Cofete, una de las panorámicas más espectaculares de Canarias. Este macizo está conectado con el resto de la isla a través de uns istmo cubierto por arena móvil que se desplaza en la dirección del alisio. En Jandía se dan cita prácticamente todos los hábitats más importantes de Fuerteventura, el sabulícola (El Jable), el halófilo (Saladores de sotabento), el de llanuras pedregosas, el de barrancos y vaguadas, y el de cumbres. Las arenas de El Jable son la mejor manifestación de hábitat sabulícolas de toda la isla si atendemos a su extensión y diversidad florística. Entre las plantas halófilas de este hábitat destaca la presencia de una uvilla de mar sahariana, diferente a la que está en el resto del archipiélago (Zygophyllum gaetulum). Pero las mayores concentraciones de endemismos y especies raras se encuentra en las cumbres, con abundantes rupícolas endémicas -algunas exclusivas de esta zona como la magarza de Jandía (Argyranthemum winteri) o la taginaste de Jandía (Echium handiensi)-, y una avifauna de rapaces y carroñeros excepcional. En sus riscos se refugian al menos dos especies muy amenazadas, el guirre (Neophron percnopterus) y el halcón de Berbería (Falco pelegrinoides). Sobre las arenas de El Jable se localizó un interesante yacimiento de pardelas hoy extintas (Puffinus holei) y viven poblaciones de hubara; mientras que en los barrancos del sur se refugia otra ave endémica, la tarabilla (Saxicola dacotiae). Además toda Jandía presenta numerosos yacimientos de la fauna marina del Cuaternario, situados la mayoría de ellos en la costa y unos pocos hasta 55 m s.n.m. En la parte sur y este de Jandía, lindando con el límite del parque, se concentran importantes y extensas instalaciones turísticas. Las magníficas playas de la costa de Jandía condicionan -sobre todo en el sur- un intenso uso de bañistas. Dentro del área protegida y junto al faro de punta de Jandía, se localiza el Puerto de la Cruz, un antiguo asentamiento pesquero. Si bien este núcleo está más o menos consolidado, no ocurre lo mismo con otro existente en la fachada norte de Jandía, el de Cofete, compuesto por una veintena de chabolas y algunas casas de bloques de manufactura ilegal en su mayor parte. Justo en medio del arco de Cofete, se encuentra el palacio de los Winter, la mansión de unos de los antiguos propietarios de Jandía. Los Winter vivieron aquí en condiciones de asilamiento casis total en una época donde una incipiente agricultura, la ganadería y la elaboración de quesos eran las prácticas más destacadas. La ganadería aún perdura y los quesos de elaboración tradicional aún gozan de cierto renombre, pero la agricultura sólo sobrevive en el valle de Jorós (tomate y alfalfa), al oeste de Morro Jable. Los usos que hoy afectan a este espacio provienen de la actividad turística cercana, y se traducen principalmente en un excesivo tráfico de vehículos todoterreno, extracciones ilegales de áridos (barranco de Pecenescal, hoya del Caballo) y algunas construcciones clandestinas dentro del área protegida. El hecho de ser una zona muy venteada ha sido la cuasa de la reciente ubicaión en El Jable y la punta de Jandía de una instalación eólica para generar energía eléctrica. La ampliación de la ZEPA de 2006 incluye territorios declarados ASE y un sector de mar de escasa profundidad, que representa un lugar de gran interés para las aves limícolas.
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Islotes del norte de Lanzarote y Famara Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Los Riscos de Famara e Islotes adyacentes se encuentran situados al norte de la isla de Lanzarote. Los primeros constituyen unos espectaculares acantilados marinos ubicados en el extremo noroccidental de Lanzarote. Los islotes de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste o del Infierno, forman un conjunto de edificios volcánicos independientes. El clima presenta un marcado carácter árido, predominando los fuertes vientos de componente noreste y las temperaturas suaves, las cuales no sufren variaciones a lo largo del año, las precipitaciones son escasas y repartidas entre el otoño y los primeros meses del invierno. Los efectos derivados de los vientos alisiso, aunque de escasa incidencia en la zon, y el spray marino van a determinar una diferenciación vegetal en tres estratos; la zona halófila costera, la xerofítica o piso basal y la franja superior termófila, estando este último nivel representado tan sólo en los Riscos de Famara. Los elemntos florísticos mas representativos son: Zygophylum fontanesi, Arthrocnemum fruticosum, Frankenia ericifolia, Suaeda vera, Salsola vermiculata, Euphorbia balsamifera, Launaea arborescens, etc. La zona se encuentra situada en el noroeste de la isla de Lanzarote. Los Riscos de Famara constituyen unos espectaculares acantilados marinos. Al sur de estos encontramos el Jable de Famara, espacio que se abre al mar por la bahía de Penedo, principal área por donde penetran las arenas que atraviesan la isla y forman la más amplía zona de jable y de dunas de Lanzarote. Por su parte, los islotes de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste o del Infierno, forman un conjunto de edificios volcánicos independientes. El clima presenta un marcado carácter árido, predominando los fuertes vientos de componente noreste y las temperaturas suaves, las cuales no sufren variaciones a lo largo del año. En el lugar las precipitaciones son escasas y repartidas entre el otoño y los primeros meses del invierno. Los efectos derivados de los vientos alisios, aunque de escasa incidencia en la zona, y el spray marino van a determinar una diferenciación vegetal en tres estratos; la zona halófila costera, la xerofítica o piso basal y la franja superior termófila, estando este último nivel representado tan sólo en los Riscos de Famara. Los elementos florísticos más representativos son: Zygophylum fontanesi, Arthrocnemum fruticosum, Frankenia ericifolia, Suaeda vera, Salsola vermiculata, Euphorbia balsamifera, Launaea arborescens, etc.
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Ojeda, Inagua y Pajonales Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Se trata de un espectacular macizo montañoso localizado al oeste de la isla de Gran Canaria, constituye una unidad geográfica formada por una cordillera que se extiende desde el Morro de los Almaicenes al este, hasta la Montaña de Inagua al oeste. La zona se ha visto afectada por dos ciclos eruptivos, uno con más antiguo con materiales ignimbríticos y lávicos y un segundo ciclo denominado "Roque Nublo" de aglomerados volcánicos y coladas básicas. La temperatura media anual esta en torno a los 16º C con una gran amplitus tanto estacional como diaria, las máximas pluviométricas se dan en otoño e invierno, estando el total anual sobre los 300-400 mm. En este espacio se asienta una de las mejores representaciones del pinar natural existente en la isla, dominando el paisaje el Pino Canario (Pinus canariensis), entre las especies acompañantes se encuentran el Jarón (Cistus symphytifolius), diversas especies de tomillos (Gen. Micromeria) y en ocasiones codeso (Adenocarpus foliolosus). Extensa superficie de cumbre al sur de la cuenca de Tejada, perteneciente a los montes públicos de Ojeda, Inagua y Pajonales. La mayor parte se encuentra por encima de los 1.000 m, aunque muchos picos superan los 1.400 m (Sándara, Lina, Yescas, etc.). En este espacio está presente parte de los materiales más antiguos de Gran Canaria, constituidos por formaciones traquíticas y fonolíticas del primer ciclo volcánico, con manifestaciones puntuales de la serie Roque Nublo. La comunidad vegetal dominante es un pinar abierto de Pinus canariensis, que se intercala con tabaibas (Eurphorbia obtusifolia), jaras (Cistus monspeliensis) y escobones (Chamaecytisus proliferus). La flora cuenta con varias decenas de endemismos, algunos de los cuales están en peligro de extinción como la gildana (Teline rosmarinifolia) o el heliantemo (Helianthemum bystropogophyllum). La fauna es la típica del pinar con varias especies orníticas importantes como el pinzón azul (Fringilla teydea polatzaki), el picapinos (Dendrocopos major thanneri), los herrerillos (Parus caeruleus teneriffae) y la perdiz roja (Alectoris rufa intecedens). Esta última especies sólo está presente en Caniras en esta isla, ya que en las demás vive la perdiz moruna, que no está en Gran Canaria, ni el La Palma ni en El Hierro. Los llanos de Ojeda son el útlimo lugar donde se constató la existencia de guirres (Neophron percnopterus) en Gran Canaria. Al ser monte público, esta zona soporta un uso muy limitado. Hay que citar las actividades educativas inherentes a la presencia de un aula de la maturaleza en el monte público de Inagua, y la existencia de caminos reales que cruzan la reserva en distintas direcciones. A este respecto, la reserva natural integral tiene un excepcionado en la ley que la reclasificó como tal, a fin de que se mantenga el uso de los caminos reales y a las actividades ligadas al aula de la naturaleza de Inagua.
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Dunas de Corralejo e Isla de Lobos Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Corralejo se localiza en el extremo noroccidental de Fuerteventura y se caracteriza por ser una zona de dunas y playas arenosas de origen organógeno marino. La isla de Lobos se une al extremo nororiental de Fuerteventura a través de una plataforma marina de apenas 20 m de profundidad. Esta isla se configuró a partir un único proceso volcánico donde destaca una caldera abierta al noroeste y un malpaís parcialmente cubierto de arenas. Presenta un clima árido, con precipitaciones muy escasas y localizadas en otoño e invierno. Se se puede distinguir la vegetación de los saladares, la de los arenales y la de las zonas rocosas. En los saladares destacan Arthrocnemum fruticosus, Limonium ovalifolium, Zygophyllum fontanesii, Suaeda vermiculata y Atriplex glauca. El los arenales se localizan Limonium papillatum, Traganum moquini, Cakile maritima y Salsola oppositifolia. Por último, en las zonas rocosas encontramos caralluma burchardii, Euphorbia balsamifera y Senecio kleinia entre otras. Entre los reptiles cabe citar Gallotia atlantica, Tarentola angustimentalis y Chalcides simonyi y, entre los mamíferos, Crocidura canariensis.
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Caldera de Taburiente Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Localización Geográfica. El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente se encuentra situado en la parte central de la isla de La Palma entre las latitudes 28E46'00''-28E41'00'' Norte y longitudes 17E50'00''-17E55'00'' al Oeste del meridiano de Greenwich. Climatología. Por la configuración de La Caldera, los vientos alisios del NE no suelen penetrar en ella, salvo en los casos en que logran salvar la crestería. Hay que destacar que, debido al gran desnivel (hasta 2.000 m) existente en La Caldera, nos encontramos con distintas condiciones climáticas según la altura a la que nos situemos, lo que de hecho se ve reflejado en la vegetación. En invierno y coincidiendo con las olas de frío procedentes del N y NO suele nevar en las cumbres, donde normalmente reinan vientos laminares y uniformes del SO. El "tiempo sur" o "levante", que en determinadas ocasiones trae aire seco y cálido de Africa, penetra en La Caldera provocando los días más calurosos. Las precipitaciones en el interior del Parque se pueden estimar entre los 900 y 1.000 mm, y la humedad relativa del aire alrededor del 60%. Geomorfología. El Parque Nacional comprende la denominada Caldera de Taburiente, una caldera de origen erosivo de unos 8 km de diámetro. La Caldera tiene forma de herradura abierta por el SO por donde se comunica con el mar a través del barranco de las Angustias. Al comienzo de dicho barranco, en Dos Aguas, el fondo del Parque se encuentra a los 400 m de altitud, mientras que las paredes de la cuenca rondan los 2.200 m., alcanzando en el Roque de los Muchachos (2.426 m.) el punto más alto. La Caldera es una gigantesca cuenca erosiva del gran barranco de Las Angustias, que forma parte del sector más antiguo de la isla, conocido como Paleopalma. Hoy, la erosión ha excavado una fromidable cabecera de barranco de unos 8 Km de diámetro, cuyas paredes rebasan los 2.000 m de altura y su fondo se encuentra a unos 800 m sobre el nivel del mar. Este desnivel posibilita la existencia de colosales paredones de hasta 700 m de absoluta verticalidad. Las cresterías que circundan el parque son una sucesión de pincachos entre los que se encuentra el roque de los Muchachos, la máxima altura de la isla (2.426 m). Otras cimas sobre los 2.000 m son pico Palmero (2.310 m), Fuente Nueva (2.366 m), pico de la Cruz (2.351 m), Piedra Llana (2.321 m), pico de las Nieves (2.247 m) y el pico del Cedro (2.091 m). La geología de esta zona se caracteriza por el afloramiento del complejo basal de más de 3 millones de años de edad, sobre el cual se originó la isla, que cubre casi toda la base de la caldera. Sobre estos materiales aparecen basaltos de la denominada serie volcánica de la pared (serie III), que ocupan casi todo el resto a excepción de un sector Bejenado, de materiales de la serie IV. La Caldera es el fruto de gigantesco corrimiento de tierras hacia los Llanos de Aridane, que afectó hace unos 700.000 años a un edificio de casi 3.000 m de altura. Posteriormente, con las erupciones que originarion el estratovolcán del Bejenado, la isla volvió a ganar altura y se rellenó parte de la cuenca, pero la erosión subsiguiente fue desmantelando el nuevo estratovolván, ensanchando la Caldera en un proceso que continúa en nuestros días. El ecosistema dominante en la Caldera es el pinar, pero en las cumbres hay también óptimas manifestaciones de comunidades de alta montaña, dominadas por matorrales más o menos xerofíticos. La abundancia de manantiales y cursos de agua influye para que en el lecho del parque aparezcan importantes saucedas, posiblemente las mejores de Canarias, Las comunidades acuícolas están bien representadas con importantes componentes entre la fauna invertebrada, y valiosas muestras, donde se pueden encontrar multitud de especies endémicas como el esplendoroso bejeque noble (Aeonium nobile), el turgayte (Senecio palmensis), el corazoncillo (Lotus hillebrandii) o varios taginaste del género Echium. Más hacia la confluencia de Dos Aguas se localiza una forma exlusiva de la zona central de La Palma, como es una variedad de cardoncillo (Ceropegia hians var. striata). en las cumbres hay importantes poblaciones del amenazado retamón de cumbres (Genista benahoavensis), que está siendo objeto de estudios experimentales para su recuperación en las inmediaciones del roque de los Muchachos, y de la emblemática violeta de las cumbres (Viola palmensis). La avifauna del parque se compone de especies comunes del pinar como herrerillos, pinzones, mosquiteros, etc. Es de destacar las poblaciones de gavilanes y grajas, está últimas por restringirse en Canarias a la isla de La Palma. Entre los vertebrados es de señalar la presencia de varias especies de murciélagos (montañero, rabudo, y de Madeira), y la de arruis (Ammotragus lervia) -un bóvido emparentado con cabras y ovejas, introducido en 1972 en la isla-. Se desconoce el tamaño exacto de la población de arruis, pero sí se sabe de la dificultad de erradicación de esta especie dada su gran adaptación a la orografía del lugar. Teniendo en cuenta que su dieta incluye varias especies endémicas de la flora palmera, su presencia supone un peligro constante para la conservación de parte del patrimonio natural de la isla. Tradicionalmente, el agua ha sido un recurso importante en la Caldera. Los manantiales que afloran en la línea de contacto del complejo basal y los basaltos que se asientan sobre él, producen hasta 200 litros por segundo. Toda esta agua se canaliza de forma natural a través de los cauces del barranco de Taburiente y el de Almendro Amargo -aprovechando para ello el carácter impermeable del complejo basal- para unirsse en Dos Aguas, justo en el límite del parque nacional, donde la mayor parte es recogida en acequias que evacúan el líquido por el barranco de las Angustias. Casi las únicas edificaciones dentro del parque son las de las casas de Taburiente, donde se cultiva tabado, cereales, viñas, etc. La historia de este caserio se remonta a los tiempos en que la caldera se dividía en cuatro fincas -Capellán, Taburiente, Tenerra y Carbón-, y se practicaba una agricultura y ganadería mucho más intensa que la acutal. Dentro del parque, en una zona conocida como el Espigón del Horno, existió hasta hace unas décadas un horno de cal de gran producción. Uno de sus últimos cargamentos sirvió precisamente para blanquear la iglesia de Tijarafe. En su inmediaciones se han encontrado moldes de vegetales y otros animales que quedaron aprisionados entre aguas calcificadas.
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Garajonay Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Localización Geográfica. El Parque Nacional de Garajonay se encuentra ubicado en la zona central de La Gomera. Tiene una extensión aproximada de 4.000 ha, que representan casi un 11% de la superficie total de la isla, la altura máxima se localiza en el Alto de Garajonay con 1.487 m. Climatología. Las condiciones climáticas reinantes en el P.N. de Garajonay dependen de la presencia, espesor y altura de la base de los estratocúmulos, estos varían según la estación del año. Durante los meses de verano tanto el grosor como altura presentan sus valores mínimos 100 y 800 m respectivamente, alcanzando en el invierno los máximos (400 de espesor y 1.000 de altura). Dada la altitud de la isla, el mar de nubes que se forma como consecuencia de los vientos alisios del NE afecta directamente al Parque Nacional, originando que la humedad del aire sea elevada, con valores de hasta el 90%. Las temperaturas diurnas oscilan ligeramente y la insolación y evaporación inciden en pequeña magnitud sobre el suelo y la vegetación. En los meses de verano, cuando el archipiélago ocasionalmente se ve afectado por vientos saharianos, las condiciones climáticas varían sensiblemente, no superando la humedad el 40%, la temperatura se eleva extraordinariamente y la visibilidad se reduce a consecuencia de la calima. Las temperaturas medias anuales oscilan están entre los 12 y 14 EC, no obstante, fluctúan a lo largo del año, alcanzándose la media de las máximas en los meses de julio a septiembre con valores que van desde 25 EC a 27 EC, y la media de las mínimas oscila entre los 5 y 6 EC que se registran de diciembre a abril. En general, las lluvias en el Parque son abundantes, pero en su mayor parte son en forma de lloviznas, rocío y precipitación de niebla, la precipitaciónes medias anuales están entre los 600 y los 800 mm. Geomorfología. La ausencia de actividad volcánica reciente en la isla de La Gomera, ha determinado que los procesos erosivos hayan tenido una continuidad a lo largo del tiempo, tal hecho ha configurado el paisaje actual de La Gomera, con profundos barrancos en disposición radial cuyas cabeceras culminan casi en la cúpula central. En esta zona con relieve menos acentuado se ubica el Parque Nacional, con una altitud máxima en el Alto de Garajonay (1487 m), los fenómenos erosivos que afectan al resto de la isla se ven aquí dificultados por la presencia del bosque de lauraceas. Desde el punto de vista geológico la mayor parte del Parque se encuentra dentro del área de la Serie horizontal, compuesta fundamentalmente por basaltos, traquibasaltos y rocas sálicas. El parque nacional de Garajonay es el más conocido de los espacios protegidos de La Gomera. Se sitúa en lo alto de la meseta central de la isla, abarcando también la cabecera de multitud de barrancos. Mayormente, se desarrolla sobre basaltos horizontales que en el Plioceno medio rellenaron una antigua caldera en el centro de l isla, cuyas paredes formadas por basaltos antiguos afloran en el sector oriental. Estos materiales están incididos en diferentes lugares por emisiones sálicas posteriores, cuya mejor repersentación está en el roque Cherelepín -de naturaleza fonolítica- y las formaciones de Ojila, La Zarcita y el roque de Agando. Este último es límite entre el parque nacional y la reserva integral de Benchijigua. La naturaleza de Garajonay está dominada por la laurisilva, encontrándose aquí la mejor muestra viviente de dicho bosque relíctico del Terciario. Sin embargo, en el ámbito del parque también aparecen otros hábitats, sobre todo rupícolas, acuícolas y también bosques de coníferas introducidas. Garajonay es en La Gomera un centro de biodiversidad de primer orden, donde los vegetales cuentan con líquenes, musgos (más de 160 especies entre musgos y hepáticas), helechos (27 especies) y multitud de plantas vasculares (más de 400 especies); mientras que los animales son más de 1.600 invertebrados y 38 especies de vertebrados. Muchas de estas especies (varios centenares) son endémicas, algunas exclusivas de Garajonay. Tampoco faltan elementos amenzados como dos especies de helechos: la doradilla (Ceterach aureum) y la helechilla (Trichomanes speciosum), una forma endémica de naranjo salvaje -especie arbórea de laurisilva (Ilex perazo lopezlilloi)-, y medio docena de especies más. Los usos dentro del parque son escasos, posiblemente debido a que éste es en su totalidad de propiedad pública (municipal). En el extrarradio, en la zona delimitada como preparque, sí se localiza una ctividad mayor debido en parte a la presencia de algunos caseríos (El Cedro, Los Aceviños, etc.) y a la práctica de actividades tradicionales. En los límites de Garajonay perduran restos de obras hidraúlicas más o menos antiguas -como viejos molinos de agua-, junto a otras más modernas del tipo de canalizaciones y depósitos de agua. No hay que olvidar que por el barranco del Cedro discurre uno de los mayores caudales de agua de la isla (el segundo en importancia, después de Guadá en Valle Gran Rey). Asociados al uso educativo, recreativo y conservación hay construcciones como el refugio de las Paredes y La Casa del Cedro, de uso excursionista, una caseta de vigilancia en lo alto de Garajonay, las áreas recreativas de Las Cuadernas, Raso de la Bruma, Meriga, Las Creces, Cañada de Jorge y, sobre todo por ser la de mayor importancia, la de la Laguna Grande. En el barranco de Meriga hay un vivero de plantas que sirve de apoyo a las actividades de rescate genético de flora menazada que se desarrollan en el parque.
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Somiedo Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Gran diversidad en hábitats y especies de interés comunitario. Enclavado en el corazón del área de distribución del oso pardo cantábrico.
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Fuentes del Narcea y del Ibias Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Zona de montaña de alta naturalidad. Situado en el corazón del área de distribución del oso pardo.Predominan los hayedos y abedulares encima de los mismos, también existen bosques de ribera, robledales,brezales y pastizales.
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Encinares del rio Alberche y rio Cofio Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA abarca una amplia área forestal que se extiende por todo el suroeste de la Comunidad de Madrid, limitando con las provincias de Ávila y Toledo. Se caracteriza por un clima mediterráneo templado con escasas precipitaciones. Se asienta sobre rocas graníticas, y suelos arenosos procedentes de la alteración de estas, y sobre rocas metamórficas constituidas por gneises glandulares y micáceos. Además, aparecen algunas calizas cristalinas y afloramientos de rocas filonianas, perteneciendo todo el conjunto al Paleozoico. En cuanto a la vegetación, se distinguen dos zonas claramente diferenciadas. Al norte aparece un relieve montañoso dominado por formaciones de Quercus ilex, Pinus pinea y Pinus pinaster. La zona centro y sur es de suaves relieves dominada por dehesas de Quercus ilex, más o menos densas, con manchas de matorral mediterráneo, pastos y encinares mixtos. La red fluvial principal se compone de los ríos Alberche y Cofio, incluyendo el primero los embalses de Picadas y de San Juan. La red viaria es bastante compleja al estar compuesta por diversas carreteras.
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Alto Lozoya Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
La ZEPA del Alto Lozoya se caracteriza por el gran desnivel altitudinal de su territorio y por la dominancia de pinares montanos, con predominio de la especie Pinus sylvestris. Su cota máxima es 2.428 m, que se alcanza en el pico de Peñalara, siendo la mínima 1.148 m. Limita por el oeste con la provincia de Segovia y se caracteriza climatológicamente por abundantes lluvias (que superan los 1.000 mm anuales), siendo los inviernos largos y fríos. El territorio de la ZEPA se corresponde con una depresión tectónica que separa en dos formaciones montañosas la sierra de Guadarrama. Se encuentra constituida mayoritariamente por granitos y esquistos metamórficos, dominando posteriormente, según avanzamos al norte, los gneises y cuarcitas. En la franja altitudinal de los 1.700-2.100 metros dominan las formaciones vegetales de Pinus sylvestris y Juniperus communis, constituyendo este el hábitat dominante para la especie principal de la ZEPA: Aegypius monachus. De su red fluvial, cabe destacar la red de arroyos que confluyen para dar lugar al río Lozoya. La red de vías de comunicación es escasa.
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Obarenes-Sierra de Cantabria Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat), Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves)
(Categoría UICN: No aplica)
Con una superficie de 5.166 ha, el espacio “Obarenes-Sierra de Cantabria” está constituido por una alineación montañosa con orientación preferente este-oeste y litologías calcáreas, con abundancia de cortados rocosos, que comprende las sierras que limitan por el norte la Depresión del Ebro y la separan de las cuencas de Miranda y Treviño. El espacio está formado por dos unidades separadas por el cañón que forma el río Ebro en las Conchas de Haro: una occidental correspondiente a los Montes Obarenes con altitudes medias de 800-900 m, y otra oriental al este del Ebro, la Sierra de Cantabria-Toloño, de aspecto más compacto y con una línea de cumbres entre los 1.000 y los 1.264 m de altitud. Predominan las orientaciones a mediodía sobre materiales calcáreos en las que el paisaje, como consecuencia de las antiguas prácticas ganaderas, se caracteriza por la abundancia de matorrales (bujedos, sabinares de Juniperus phoenicea, coscojares y aulagares), a los que acompañan extensos encinares y quejigares en las laderas al pie de los cortados y extensas repoblaciones de pinos. Destacan por su singularidadlos bosques de encinas con abundancia de madroño, muy escasos en La Rioja, así como las extensiones de matorrales arborescentes con sabinas y coscojas.
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El sistema de referencia nativo de los datos es WGS 84 (CRS84) en coordenadas geográficas -  EPSG 4326.

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